Kiko Rivera: "Cuando entré con el ictus no era el primero que me daba, era el segundo"

Kiko Rivera: "Cuando entré con el ictus no era el primero que me daba, era el segundo"

El DJ reaparece para presentar su nueva canción 'El Mambo'.

Kiko Rivera durante la promoción de su nueva canción 'El Mambo' el pasado 13 de julio en Madrid.SERGI GONZÁLEZ

Ha perdido mucho peso, ha dejado de fumar, ha abandonado los malos hábitos y ha desaparecido del foco mediático. Nueve meses después de sufrir el ictus que le llevó a estar entre la vida y la muerte, Kiko Rivera presume de  buen aspecto, de un tranquilo y saludable estilo de vida, y de estar intentando empezar de nuevo, en todos los sentidos. Y parece que lo está consiguiendo.

Casualidades de la vida, la salud le jugó una mala pasada que le llevó de nuevo al hospital justo al día siguiente de reunirse con El HuffPost en Madrid, con motivo del lanzamiento de su nueva canción El Mambo —un tema de "bailoteo, fiesta y veranito"—.

En ese encuentro, el hijo de Isabel Pantoja aseguró estar viviendo un especial momento vital, especialmente en lo que a trabajo se refiere. Y aunque sabíamos que no iba a contestar a ninguna pregunta que tuviese que ver con su madre o con el resto de su familia, no tuvo reparos en hablar de su pasado, de sus posibles errores y de su relación con la prensa tras el veto de Mediaset.

Hace nueve meses del susto de tu vida y la primera pregunta es obligada: ¿cómo estás? ¿Cómo te encuentras?

Ya son nueve meses, sí… La verdad es que me encuentro muy bien. Visiblemente, tengo mejor aspecto y he dejado de fumar, que para mí ha sido un cambio importante porque llevo fumando toda mi vida prácticamente. A causa de ese ictus he tenido que cambiar mi estilo de vida. Y no te voy a decir que lo he hecho por mí, porque al final uno se quiere poco; lo hago por mis hijos, porque se merecen que su padre dure un poquito más. También me puse en el pellejo de lo que yo he vivido, porque mi padre falleció cuando yo tenía 7 meses y no he podido disfrutar de esa figura paterna. En ese momento, cuando me dio el infarto cerebral, ahí pensé que me iba para el otro barrio, entonces llegó el momento de cambiar algunos hábitos. No es fácil, porque no es para nada fácil, estoy en ello todavía, peleando, peleando... Pero visiblemente se nota, interiormente también. Y ahora tengo muchas ganas de trabajar, muchas ganas de música y muchas ganas de hacer lo que hago, que es regalar diversión.

Has dejado de fumar hace poco, ¿no?

Bueno, lo dejé justo cuando salí del hospital, lo que pasa que volví. Tuve la revisión hace poco y, claro, al doctor no se le puede mentir. Y si le mientes es malo para ti. Le conté todo lo que me estaba sucediendo y rápidamente me leyó la cartilla bien leída, y otra vez estamos en proceso y espero que sea definitivo.

¿Has necesitado ayuda psicológica?

La mejor ayuda que tengo es la de mi mujer y la de la gente que quiero y me quiere, porque están conmigo 24 horas. No estoy recibiendo ayuda médica, en el sentido de terapia. Mi mejor terapia son mis pequeños, que los ves y piensas ‘su padre tiene que estar aquí’.

Has estado mucho tiempo retirado, en tu casa, recuperándote y ahora te enfrentas de nuevo a los directos y la noche. ¿Qué puede pasar?

Ahí puede pasar de todo porque sabemos que la noche no trae nada bueno, por lo menos para mí en esta época, porque en otras épocas me ha traído lo mejor del mundo. No me arrepiento de nada, yo he sabido disfrutar la vida como el que más, pero llega un momento en el que tienes que cambiar… Que tengo miedo, tengo miedo. Por supuesto que tengo miedo, pero intento rodearme de mi equipo, que es el que me cuida, intento hacer las cosas lo mejor que sé y probablemente me cueste mucho trabajo. Pero también te digo que voy a por todas y que no puede volver a pasar, no me lo puedo permitir. No lo sabe mucha gente, pero cuando entré con el ictus no era el primero que sufría, era el segundo. Cuando llegué, el doctor, una vez que me dijo que me había dado un ictus, me dijo: 'Oye que este no es el primero, tienes otro que te ha dado más pequeñito'. Era el segundo, así que yo creo que el tercero es muerte.

¿No tienes ninguna secuela?

Visibles, no, pero interiores, de vez en cuando… Por ejemplo, si mucha gente me habla a la vez o me siento agobiado, mi cerebro como que se desconecta un poquito y empiezo a marearme y tal.

¿Al principio sí tuviste miedo de no poder volver al mundo de la música, no?

Tenía miedo de absolutamente todo. Ten en cuenta que tenía medio cuerpo muerto. La parte izquierda, fuera. No podía mover el brazo, no podía mover la pierna, el labio caído… Estaba fatal. Yo pensaba que me quedaba en el sitio, pero debo tener un ángel de la guarda, o más de uno, ahí arriba que me han ayudado  a salir. He vuelto a nacer y la vida hay que aprovecharla de la mejor manera posible. Estoy feliz y además este tiempo que he estado en casa, me ha servido para mucho: para reflexionar sobre mi vida, principalmente, sobre mi trabajo, para componer y hacer varias canciones y crear un equipo de trabajo que es de lo mejorcito que tengo, con mi productor y mi compositor. Y yo creo que no hay mal que por bien no venga, al final. La vida me ha dado un tirón de orejas bastante fuerte pero me ha hecho cambiar mi estilo de vida, y borrón y cuenta nueva.

Y así, con ese camino andado, estrenas El Mambo. ¿Cómo suena El Mambo?

Es la vuelta de ese Kiko Rivera más fiestero, pero fiestero musicalmente hablando. La primera canción que yo saqué fue Quítate el top, es una canción que todavía me siguen pidiendo y es la canción que más les gusta a mis seguidores. Es una canción que es pura fiesta, que te traslada al verano, que la escuchas y te entran ganas de bailar y de moverte. ¿Qué pasó? Que acto seguido, me hizo clic la cabeza y me convertí en un ser un poco más romántico. No me fue mal, pero no me fue tan bien. Entonces durante ocho o diez años insistí en ese estilo musical y, aunque tiene su público, yo notaba que no, que no llegaba como llegaba Quítate el top. Una tarde de estudio, en Chiclana, mi productor Juanma Leal, me dijo ‘¿por qué no le damos a la gente un poco de lo que fue aquel Quítate el top y hacemos una canción más fiestera, para que la gente la pueda bailar?'. Y así surgió, justo después del ictus, un día de los que no tenía prensa debajo de casa, salí hacia el estudio que tengo en Chiclana y allí surgió El Mambo, que es bailoteo, fiesta, veranito…

Aunque en realidad este no es el primer lanzamiento de Kiko tras el ictus. El primero fue el himno del Rayo de Barcelona, el equipo de la Kings League. ¿Cómo surgió esta colaboración?

Mi hijo mayor, que tiene 10 años y vive en Bilbao con su madre, es un fanático de la Kings League. Él me decía ‘papá, ¿has visto la Kings League? Mira esto, mira aquello’. Él es seguidor del equipo de Ibai Llanos, Porcinos. Yo me puse a ver un poco la Kings League, sin seguirla porque yo soy seguidor del fútbol tradicional, y veo que uno de los equipos, Jijantes, el de Gerard Moreno, tiene un himno que ha hecho Mark Emme. Entonces, yo tenía el número de teléfono de Spursito —el presidente del Rayo de Barcelona—, no sé por qué, pero lo tenía. Así que le mandé un mensaje: ‘Oye, Spur, soy Kiko Rivera, estoy viendo que estáis haciendo himnos para vuestros equipos, ¿te importaría que te mandara una demo?’. ‘Hombre, me encantaría que me la mandases’, me contestó, pero enseguida añadió un ‘peeeeero’. ‘Pero ya lo tengo apalabrado con otro artista y va a ser un poco difícil’. Dije, ‘bueno, yo te lo voy a mandar y lo escuchas’. Yo noté, por la forma de decírmelo, que el otro no había mandado nada y llamé al estudio para hacérselo llegar en menos de 24 horas. Y lo escogió. Ya no sé si escuchó otro o no… Lo que sí sé es que hay que confiar en uno, cosa que me falla mucho porque no confío en mí para nada, es un fallo de serie. En ese momento, me di cuenta de que hay que confiar: ‘Nadie se ha puesto en contacto conmigo, simplemente ha salido de mí, sin apenas conocer a Spursito. Y de todas las canciones que le han llegado ha elegido la mía’. Hay que confiar en uno y, sobre todo, hay que estar un poco listo y rápido.

Lo disfruté muchísimo el día de la presentación. A partir de ese día empecé a seguirla un pongo más: me pongo mi camiseta, a mi hijo le he comprado la suya y él está flipando. Para mí lo más importante es ver a mi hijo feliz. Ten en cuenta que yo, al separarme de la madre mi hijo, le veo relativamente poco y el himno nos ha unido un poco más. Es una canción muy importante para mí

¿Conoces a Ibai Llanos?

Lo conocía de antes porque me invitó a un concurso que él tenía, el Disasters Chefs. Por cierto, quedé segundo. La verdad es que es un tipo espectacular, que está consiguiendo cosas increíbles y ya está a otro nivel. Para mí es un ejemplo, tanto él como Piqué, que se ha salido del mundo del fútbol y ha sabido encajar en una cosa que nada tiene que ver. Un orgullo que sean españoles…

Componer sobre fútbol no te cuesta mucho, ¿no? Quisiste ser jugador de pequeño y eres un fiel seguidor.

Yo soy fanático del fútbol de toda la vida, todo el mundo lo sabe; de pequeño con el Real Madrid y de mayor con el Sevilla, que es de donde soy y es el equipo que siento. Cada vez soy un poquito menos madridista. Pero hablando del himno del Rayo Barcelona, si te paras a escuchar la canción, cuenta lo que todo chaval de mi época soñaba: con jugar en los grandes estadios, con meter goles, con salir en la prensa deportiva... y ese sentimiento es un poco de todos. Eso es lo que he notado con esta canción que no ha pasado con otras, que la gente me mandaba mensajes diciéndome ‘guau, me siento identificado con esta canción porque es lo que yo sentía cuando era más joven’. Eso para mí es un triunfo, aparte de los números, que al final son números.

  Kiko Rivera, visiblemente recuperado, asegura estar afrontando una etapa feliz haciendo lo que le gusta.SERGI GONZÁLEZ

Oye, ¿esto te llevará de la Kings League a cantar con Bizarrap?

Bueno, bueno, bueno… Eso sería maravilloso. Creo que pasito a pasito. Y aunque son muchos años de carrera, realmente siento que estoy volviendo a empezar porque el Kiko de ahora no tiene que ver con el de antes. Soy consciente de que yo mismo me he cargado un poco mi carrera por malos hábitos, juventud, etcétera. Para mí es ‘borrón y cuenta nueva’, empieza un Kiko nuevo y estoy empezando de cero.

¿Ese Kiko nuevo comenzó a construirse cuando reconociste tus problemas de adicción? Fuiste valiente…

Eso surgió en Gran Hermano Vip. Para nada estaba pensado porque eso era un tema muy tabú. Y ese es el primer problema que tiene el adicto, el no aceptarlo. En ese momento, no te puedes imaginar la mochila que me quité. Una mochila de 500 kilos, por lo menos. Lo he pasado muy mal, pero peor lo ha pasado mi mujer y la gente que me quiere, y a día de hoy sigo peleando. Yo siempre digo que tengo un demonio muy malo en el hombro derecho y uno un poco menos malo en el otro, yo al muy bueno no le conozco. Tengo el malo y el menos malo, así que hay que estar siempre pendiente. Y encima me dedico a lo que me dedico, a la noche, a ir de concierto en concierto, de bolo en bolo…

¿Has borrado la televisión definitivamente de tu vida?

Nunca se puede decir de esta agua no beberé, pero sí te puedo decir que estoy viviendo la mejor época de mi vida. En salud mental, he ganado mucho, muchísimo. No sabéis lo bonito que es, y lo raro a la vez, salir de casa a comprar el pan y que no haya nadie. ¡Guau! Irme a la playa, con mis hijos y con mi mujer, que la tengo a 40 minutos, coger el coche y que no haya ni una cámara en la playa. Estoy viviendo un momento de mi vida que ojalá se quede siempre. ¿Por qué? Porque estoy centrando mis energías en lo que realmente me gusta: la música y mi trabajo. Si hay otras cosas que me entretienen… porque al final ellos saben cómo llamar tu atención. Esto es un toma y daca, y todo el mundo tiene su precio, y el que diga que no es mentira. ¡No quiero, no quiero, no quiero’. ‘¿Ah, no? Tanto. ¿Ah, no? Tanto'. Así va a llegar un momento en el que termine diciendo, 'vale'. No estoy trabajando en terapia, pero interiormente sí que estoy trabajando porque ese momento puede llegar y quiero estar preparado para saber decir que no. Y seguir con lo que realmente me importa, lo que me hace feliz y hace felices a los que están mi alrededor.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content. Antes, fue redactora de estilo de vida y gente en revistas femeninas —AR, LOVE y SMODA—, dirigió la revista Turismo Rural y trabajó delante del micro en Radio España. Puedes contactar con ella en mila.fernandez@huffpost.es