Cronología de una crisis: todos los tropiezos que amenazan la credibilidad de la casa real británica
La familia real se enfrenta a un nuevo 'annus horribilis' después de tres meses marcados por el cáncer de Carlos III y el misterio sobre la salud de Kate Middleton.
La credibilidad de la casa real británica se tambalea. La foto editada de Kate Middleton y sus tres hijos ha puesto contra las cuerdas a la familia real, que vive su peor momento desde la muerte de Isabel II. Las alarmas saltaron en la noche del pasado domingo, cuando varias agencias internacionales emitieron una rectificación asegurando que la foto de la princesa de Gales había sido manipulada y no entraba dentro de sus estándares de publicación.
La imagen, que pretendía dar carpetazo a las teorías de la conspiración sobre el estado de salud de Kate Middleton, ha conseguido todo lo contrario y las preguntas se suceden. ¿Por qué enviaron una foto modificada? ¿Cómo es la original? Y lo más importante: ¿qué le pasa realmente a la mujer del príncipe Guillermo y futura reina de los británicos?
El hermetismo sobre la princesa, de la que solo se sabe que fue operada de un problema abdominal a principios de enero, que estuvo trece días ingresada y que desde entonces se recupera en su casa de Windsor, es todavía más llamativo comparado con la manera en la que Carlos III ha ido informando sobre su cáncer. Además, el monarca se ha dejado ver en los últimos meses a pesar de que ha cancelado su agenda pública mientras recibe tratamiento.
Toda esta polémica, que cada día abre un nuevo episodio, ha sumido a la casa real británica en una crisis de credibilidad con pocos precedentes que vaticina un nuevo annus horribilis para la monarquía ya que hasta los medios británicos, incluso algunos poco críticos con la institución, han pedido transparencia a La Firma. Tanto cabeceras como la propia sociedad británica se encuentra atónita ante la sucesión de acontecimientos que ponen en riesgo la reputación de los que están llamados a ser reyes de Inglaterra en un momento en el que la salud del monarca actual tampoco es buena.
Para entender cómo se ha llegado a esta situación, repasamos los momentos clave de estos convulsos meses.
25 de diciembre: misa de Navidad y la última imagen en público de Kate Middleton
La familia real, incluidos los príncipes de Gales y sus hijos, acuden a la tradicional misa de Navidad en Sandringham. Nada hacía presagiar que solo unas semanas más tarde Kensington informaría de la operación de la princesa, que ese día se mostró sonriente como es habitual en ella, saludando a todos los británicos agolpados para saludar a la familia y haciendo partícipes a sus tres hijos del momento. Esa mañana de la Navidad fue la última vez que se vio a Kate Middleton en público.
17 de enero: el palacio de Kensington comunica que la princesa ha sido operada con éxito de un “problema abdominal”
Después de varios días en los que muchos británicos se preguntaban por qué la princesa de Gales no se había reincorporado al trabajo después de Navidad, el Palacio de Kensington publicaba en sus redes y remitía a los medios un comunicado informando de que había sido ingresada en el hospital The London Clinic para someterse a una “cirugía abdominal planificada”.
"La princesa de Gales agradece el interés que generará esta declaración. Espera que el público comprenda su deseo de mantener la mayor normalidad posible para sus hijos, así como tiene el deseo de que su información médica permanezca privada", rezaba el texto, en el que se aseguraba que no se hablaría sobre el problema que había llevado a Middleton al quirófano y que solo se proporcionarían actualizaciones relevantes.
En el comunicado solo se explicó que la mujer del príncipe Guillermo estaría entre 10 y 14 días ingresada y que la recuperación se prolongaría durante aproximadamente tres meses, asegurando que la princesa no retomaría su agenda oficial hasta después de Semana Santa. Tampoco hubo ninguna foto de ella entrando en el hospital para la intervención.
Apenas una hora después, la casa real emitía otro comunicado, este vez desde Buckingham, para informar de que Carlos III sería operado de la próstata por un agrandamiento. En el caso del monarca, el palacio no dudó en dar detalles sobre su estado de salud y su diagnóstico: "Al igual que miles de hombres cada año, el rey ha buscado tratamiento para el agrandamiento de la próstata". Además, el comunicado especificaba que la recuperación sería breve y que se suspenderían los actos del rey agendados para esos días.
18 de enero: el príncipe Guillermo visita a su mujer en el hospital
Un día después de anunciarse la operación de la princesa, los fotógrafos captaron una foto del príncipe Guillermo llegando al hospital a visitar a su mujer, con gesto serio. En los trece días que Middleton estuvo en el hospital no se volvió a ver al futuro rey, que canceló sus compromisos durante el tiempo que su mujer permaneció ingresada. Tampoco se vio a sus tres hijos, ni a los padres y hermanos de la princesa.
26 de enero: Carlos III ingresa en el mismo hospital para su operación de próstata
Después de anunciar que tendría que recibir tratamiento, el rey ingresó en el mismo hospital en el que estaba Kate Middleton y se sometió a un intervención de próstata. Buckingham aprovechó el momento para agradecer los mensajes de apoyo al monarca y aseguró que Carlos III “está encantando de conocer que su diagnóstico está teniendo un impacto positivo en la concienciación ciudadana sobre la salud”.
Algunos medios británicos publicaron en su día que tanto el rey como la reina Camilla, aprovecharon el ingreso del monarca para hacer una visita a la princesa de Gales. La reina también visitó durante los días posteriores a su marido y no dudó en hablar con la prensa congregada a las puertas del hospital para dar detalles sobre la enfermedad del rey.
29 de enero: la princesa de Gales y Carlos III son dados de alta
Tras pasar trece días en el hospital, Kensington informa del alta de la princesa de Gales, asegura que está “progresando bien” y que continuará su recuperación en su casa de Windsor. Como sucediera al ingresar en el hospital, no se vio a Middleton abandonar el centro y se informó una vez la princesa ya estaba en casa.
Horas después, Carlos III también abandonaba el hospital pero de una manera muy diferente: saliendo por su propio pie, acompañado de la reina Camilla y saludando a algunos curiosos que se habían congregado a la puerta del centro.
5 de febrero: se anuncia el diagnóstico de cáncer de Carlos III
Cuando las aguas parecían calmarse un poco, Buckingham anuncia que Carlos III tiene cáncer y que cancelará toda su agenda pública mientras dure el tratamiento. En un comunicado publicado en sus redes sociales, el equipo del monarca explicaba que se le había detectado precisamente durante la intervención de próstata pero que no estaba relacionado con este asunto, sin especificar el tipo de tumor. El palacio confirmó que el rey continuaría con sus obligaciones constitucionales y añadió que se apostaba por la transparencia en lo relativo a la salud del monarca para “evitar especulaciones”.
Desde que se conoció su enfermedad, Carlos III se ha dejado ver en varias ocasiones acudiendo a misa, en alguna reunión con el primer ministro y en un vídeo en el que leía las cartas y mensajes de apoyo que le han ido enviando algunos británicos. Además, grabó un mensaje para conmemorar el Día de la Commonwealth ya que no acudió a la misa. Mientras el rey daba todo tipo de explicaciones y se dejaba ver, muchos británicos se preguntaban por qué no se sabía nada de Kate Middleton.
7 de febrero: reaparece el príncipe Guillermo
Después de un mes desaparecido, el príncipe Guillermo retomó su agenda para presidir una audiencia en Windsor y una gala de un servicio de ambulancias de rescate de protección civil. La expectación era máxima pero el heredero al trono no dio ninguna explicación sobre el estado de salud de su mujer. “Agradecemos mucho la amabilidad de todos”, se limitó a decir sobre los mensajes de ánimo por los problemas de salud de su mujer y su padre.
27 de febrero: el príncipe Guillermo se ausenta en el último momento de la misa por Constantino de Grecia y se anuncia la muerte de Thomas Kingston
Poco a poco, el heredero fue recuperando su agenda y su presencia estaba confirmada en el homenaje a Constantino de Grecia un año después de su fallecimiento. Guillermo sería el royal de mayor rango en la misa junto con la reina Camilla, pero se ausentó en el último momento por “motivos personales”. De nuevo, surgieron especulaciones sobre el estado de salud de su mujer, por lo que fuentes cercanas a Kensington confirmaron que su ausencia no se debía a ese motivo, sin dar más detalles.
Horas después, Buckingham anunciaba la repentina muerte a los 45 años de Thomas Kingston, marido de Lady Gabriella Windsor, hija del príncipe Michael de Kent, primo hermano de Isabel II. Se pensó entonces que el príncipe de Gales se podía haber ausentado por esa noticia, aunque posteriormente los medios británicos terminaron desmintiéndolo.
29 de febrero: empiezan las teorías de la conspiración sobre Kate Middleton y la casa real responde
Después de más de un mes sin saber nada de Kate Middleton, las teorías de la conspiración sobre el estado de la salud de la princesa comenzaron a brotar en internet, cada una más rocambolesca que la anterior. Incluso se llegó a poner un mote a la princesa, Kate Missington, suficiente para que un portavoz de Kensington intentara frenar el asunto. En declaraciones exclusivas a Page Six explica que dejaron claro "en enero los plazos de la recuperación de la princesa y que sólo proporcionaríamos actualizaciones importantes". "Esa directriz se mantiene", añadió.
3 de marzo: Camilla se toma unos días de descanso y la crisis se agrava
Con Carlos III y Kate Middleton de baja y el príncipe Guillermo a medio gas, la mayor parte de la representación de la corona británica ha recaído estos meses sobre la reina Camilla. Razón por la que la consorte decidió tomarse una semana de descanso antes de retomar su agenda el pasado lunes. Se especula que la reina podría haber estado unos días en una finca de caza en Ciudad Real, pero lo que ha preocupado verdaderamente a los británicos durante este tiempo es quién está al frente de la monarquía y su estabilidad ya que se ha tenido que recurrir a miembros de menor rango para asumir la agenda.
4 de marzo: se publica la primera imagen de Kate Middleton y las teorías de la conspiración se disparan
En medio de decenas de rumores y teorías sobre su salud, TMZ captó la primera imagen de la princesa de Gales desde la misa de Navidad. Se trata de una fotografía granulada y de baja definición en la que Kate Middleton aparece sentada en el asiento del copiloto de un coche conducido por su madre, Carole, en los alrededores de Windsor. La princesa aparece con rostro serio y unas gafas de sol.
Lejos de apaciguar la tormenta, la fotografía provocó una cascada de reacciones. Desde las de algunos medios británicos que pedían privacidad para la futura reina hasta la de cientos de internautas que creen que la imagen es un montaje y que discuten por qué no se ha conseguido una imagen más nítida de la princesa.
10 de marzo: Kensington publica la fotografía de la princesa con sus hijos y varias agencias la retiran porque está editada
Aprovechando el Día de la Madre en Reino Unido, el palacio de Kensington distribuyó a las agencias de fotografía y publicó en sus redes sociales la primera imagen oficial de la princesa de Gales desde su operación. En ella, aparece rodeada de sus hijos en el porche de un jardín. "Gracias por los buenos deseos y el continuo apoyo durante los últimos dos meses. Os deseo a todos un Feliz Día de la Madre", rezaba el texto de la foto, donde también se indicaba que había sido tomada por el príncipe Guillermo en 2024.
Con la imagen Kensington pretendía zanjar de una vez las especulaciones y tranquilizar a los británicos sobre el estado de salud de Middleton, pero nada más lejos de la realidad. Horas después de la publicación comenzaron a evidenciarse numerosos fallos de retoque y edición y a última hora del domingo varias agencias, entre ellas las reputadas AP, Reuters y AFP, decidieron retirar la foto porque había señales de manipulación por parte de la fuente, es decir, por el palacio de Kensington.
11 de marzo: Middleton reconoce que la editó ella misma y se filtra una supuesta imagen de la pareja saliendo de Windsor
Un día después llegan las explicaciones en forma de disculpa a través de las redes de los príncipes de Gales: “Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre. C".
El mensaje, como el del domingo anterior, aparece firmado con la C de Catherine, por lo que la propia Kate Middleton asume en primera persona la culpa de la polémica. Una decisión que no ha gustado en muchos tabloides británicos que acusan al equipo de los príncipes y al propio Guillermo de dejar sola con toda la responsabilidad a su mujer en un momento delicado.
Estas explicaciones tampoco han servido para calmar las aguas y muchos se preguntan por qué después del fiasco de Photoshop el palacio no publica la imagen original. Nada más lejos de la realidad, para seguir con la retahíla de fotografías polémicas, ese mismo lunes un fotógrafo captó supuestamente —ya que también se cuestiona— a la pareja saliendo de Windsor en un coche. En la imagen, la princesa de Gales aparece con la cara girada y apenas se puede apreciar la parte trasera de su cabeza por la oscuridad de la foto.
En ese coche el príncipe Guillermo se dirigía a la misa por el día de la Commonwealth que presidió junto a la reina Camilla y a la que Kate Middleton no asistió. Según la periodista Rebecca English, del Daily Mail, la princesa tenía "una cita privada". Ante las nuevas acusaciones de retoque en esta imagen, el fotógrafo que la tomó asegura que en su agencia no hacen ediciones: "Las fotos de coches son impredecibles, en el mejor de los casos, y con algo de reflejo en los cristales pueden ser difíciles".
Después de todos estos meses de opacidad y de rumores incesantes, la gran pregunta de los británicos es si la princesa de Gales, la futura reina de Reino Unido, está tan mal como para no dejarse ver u ofrecer una explicación razonable de lo que ha pasado desde su operación. Su regreso, previsto para después de Semana Santa también está en duda puesto que Kensington no ha asegurado que la princesa vaya a estar en el desfile militar del 8 de junio como había confirmado Defensa. Solo el palacio puede disipar las dudas.