Bill Gates confiesa el mal gesto que tuvo con sus empleados cuando empezó en Microsoft
El magnate y filántropo estadounidense publica el discurso que dio a unos estudiantes en un acto de graduación en la Universidad de Arizona del Norte.
Hace 15 años que Bill Gates dejó oficialmente su puesto de CEO de Microsoft y tres desde que abandonase definitivamente el gigante tecnológico, en el que seguía formando parte de la junta directiva de la empresa. Uno de los hombres más ricos del planeta anunciaba en 2020 su renuncia con la idea de dedicar más tiempo a sus actividades filantrópicas a través de la Fundación Bill y Melinda Gates.
Desde entonces, la presencia de Billa Gates en conferencias, foros de debate o eventos vinculados a la tecnología son constantes. El último, su presencia en un acto de graduación en la Universidad de Arizona del Norte para pronunciar un discurso que él mismo recoge en su blog y con el que ha querido compartir las "cinco cosas que ojalá hubiese escuchado en la graduación que nunca tuvo".
"La promoción de 2023 no es un grupo de graduados cualquiera. Antes de que la mayoría completara su primer año en la universidad, llegó una pandemia única para una generación que cambió la vida y la forma de aprender tal como la conocíamos. Fue necesaria resiliencia, determinación y mucha inventiva para cruzar la línea de meta. Por eso me emocionaba felicitarlos antes de que inicien la próxima etapa de sus vidas y compartir algunas lecciones que he ido aprendiendo con el paso de los años desde que dejé mi propio campus", explica el magnate y filántropo estadounidense.
Uno de los errores de los que más se arrepiente Bill Gates en su discurso en la Universidad de Arizona Norte es la de ser workaholic, es decir, dedicar una cantidad excesiva de tiempo y energía al trabajo, incluso a costa de su salud, relaciones personales y bienestar general.
Los workaholics tienen dificultades para establecer límites entre el trabajo y otras áreas de su vida. No solo sienten la necesidad de trabajar constantemente, sino que esa obsesión puede ser perjudicial, afectar negativamente a su calidad de vida y cambiar su carácter. Como le ocurrió al propio Bill Gates en sus primeros años al frente de Microsoft, donde llegó a controlar de una forma singular quién se iba pronto o se quedaba hasta tarde para trabajar.
"Cuando tenía vuestra edad, no creía en las vacaciones. No creía en los fines de semana. Obligaba a trabajar muchas horas a todo el mundo que estaba a mi alrededor. En los primeros días en Microsoft, mi oficina daba al aparcamiento y llevaba un registro de quién se iba temprano y quién se quedaba hasta tarde", revela Bill Gates en su discurso.
Solo cuando se convirtió en padre se dio cuenta del error: "A medida que fui envejeciendo, y especialmente cuando me convertí en padre, me di cuenta de que hay más en la vida que el trabajo", explica el gurú de la tecnología.