Alexsinos: "Soy gay y admiro mucho la sensación de libertad de la Gen Z. Yo sufrí 'bullying' simplemente por tener pluma"
El misterioso creador de contenido asturiano acaba de publicar 'Recordar el ayer'.
Parte del éxito del creador de contenido Alexsinos reside en su anonimato: en sus perfiles de redes sociales nunca ha mostrado su rostro y en sus apariciones públicas luce una máscara con la que, asegura, es muy complicado comer cuando le invitan a una gala o una fiesta —algo que ocurre con frecuencia desde que tiene más de 250.000 seguidores—.
Esta entrevista, y todos los vis a vis que está teniendo durante la promoción de su libro Recordar el ayer: un manual de referencia de la cultura española de las dos primeras décadas del 2000, la hace a cara descubierta despojándose así del personaje al que lleva dando vida desde la pandemia.
Fue en esos especiales días, entre el aburrimiento y la ansiedad de todos, cuando su perfil de Instagram, en el que comentaba la actualidad tirando de su especial sentido del humor, comenzó a multiplicar sus seguidores. Hoy es un creador de contenido con todas las letras, aunque sigue acudiendo a su trabajo en la agencia de publicidad porque "esto de las redes es incertidumbre y tener una nómina a fin de mes es seguridad".
Escribes un libro, un formato analógico, para hablar de una época en la que el mundo digital no era tan grande como ahora, ni siquiera había ni Instagram.
Pues mira, no estaba en mi hoja de ruta escribir un libro, pero Planeta se puso en contacto conmigo y desde ese momento vio como muy claro que yo podría escribirlo. Nos reunimos un montón de veces con sesiones creativas y de brainstorming, pasamos por varios escenarios y, al final, un día saltó la bombillita de ‘vamos a hacer el libro de cómo Alexsinos comentaría las las dos primeras décadas del 2000, todo aquello que no se pudo comentar, porque de aquellas no había Instagram’.
Si Instagram hubiese nacido el 1 de enero de 2000, yo lo hubiese comentado así. El viaje es muy divertido, lleno de recuerdos que he desbloqueado y me lo he pasado genial escribiéndolo. He descubierto que escribir es uno de mis puntos más fuertes y lo disfruto muchísimo.
En el libro recorres la cultura popular desde el año 2000 hasta el confinamiento. ¿Cuál es el pistoletazo de salida?
El pistoletazo de salida es Gran Hermano 1, en el mes de abril del año 2000, cuando Mercedes Milá entonó aquel “Bienvenidos a la vida en directo. Conectamos con la casa”. Tú llevas una camiseta con esta frase y todo el mundo sabe lo que es. Analizo muy en detalle cada perfil y cómo era un reality de anónimos de verdad, que iban vírgenes a una casa sin saber lo que iba a pasar fuera, que eso es increíble porque se ha perdido. Ahora ya saben lo que va a pasar: saben que si tienes una carpeta de amor, seguramente llegan más lejos, o que si dicen determinado tipo de cosas les pueden cancelar. Los concursantes van muy estudiados.
El día después de la gala cero, yo estaba en el instituto por la mañana y no se hablaba de otra cosa, en plan ‘¿pero los vamos a ver desnudos?'.
Y la curiosidad de cómo iban a hacer caca o cómo se iban a duchar...
Sí, sí... En aquel momento teníamos como un filtro de pudor, como 'ostras, que ver gente en una casa es como demasiado'. Hubo un debate en la sociedad, Mercedes Milá estuvo sometida a juicio, incluso por la profesión; era como ‘bueno, esta señora es periodista reputada y se mete a hacer eso'. Ahora, fíjate, dónde estamos.
Pero tu programa preferido es Operación Triunfo.
Lo Amo. Mira, Operación Triunfo se ha ganado la sociedad de los 2000 hasta hoy. Fíjate la última edición, la del año pasado, cómo está marcando la generación Z. Es un talent show que sabe adaptarse perfectamente a los tiempos.
Las grandes estrellas de las alfombras rojas ahora son los chicos de OT...
Precisamente, ayer hice una entrevista en LOS40 y justo dije esto. Cuando voy a saraos, ves que la gente fan de verdad, la que grita como gritaban antes cuando venía Take That, ahora lo hace porque hay ‘triunfitos’. Nadie hoy levanta ese momento fandom como lo consigue Operación Triunfo.
¿Es Naiara la nueva Chenoa?
Podría ser. Estamos expectantes a ver cómo es su disco, que está trabajando en él. Me parece una tía muy maja, muy natural... Natural, no físicamente, sino en su discurso.
Pero es verdad que la generación Z ahora valora unas cosas que en su día nosotros no valorábamos. Por ejemplo, yo creo que en nuestra era de Operación Triunfo se valoraba quién cantase mejor, que tuviera unos agudos más altos o si Rosa era la voz de España. Ahora la gente joven valora mucho el discurso y la vida de la superación de cada persona. Por ejemplo, Martín y Juanjo han sido como un espejo en el que mucha gente de 20 años se ha visto reflejado con su primer amor gay. Esto hace que ellos se conviertan en su artista favorito más allá de su talento.
Alex, ¿es mayor la sensación de libertad que se respira en esta generación?
Sí, y la envidio mucho. Yo soy gay y admiro mucho la sensación que tienen de libertad, aunque aún hay mucho que recorrer, pero tanto en su discurso, en su manera de comportarse y en su manera de vestir. Hay un festival que se llama Brava en Madrid, que es muy LGTBI friendly, y yo pienso cómo actuaría la sociedad en mi época si todos los homosexuales vistiéramos como visten ahí: con crop top, de rosa, con los ojos pintados, con tacones... En mi época era impensable. Bueno, yo sufrí bullying simplemente por tener pluma, imagínate. Así que ha habido una evolución bestial para bien.
Cuando echas la vista atrás, ¿le pones más humor o más nostalgia?
Le pongo más humor porque yo creo que es una cosa más de mi personalidad, de ver la vida con sentido del humor, riéndome de mí mismo el primero. El filtro 'sentido del humor' ayuda a que todo lo veas de una manera mucho más sana. Es verdad que hay ahí capítulos que tocan temas más profundos, como el tema de los atentados del 11 M, que son fechas muy muy señaladas, y obviamente no hay humor. Pero sí, todo tiene un prisma de humor, de verlo desde una perspectiva ligera y de recordar el ayer como con nostalgia, pero también con una sonrisilla.
Cuando estabas escribiendo y recordabas algunas cosas, ¿qué es lo que más risa te ha dado?
Me encanta y me ha encantado analizar a la gente según sus gustos musicales, según su estética y según su corte de pelo. Yo me lo paso genial. Además, ha habido sesiones con amigos, con una copa de vino delante, para recordar, por ejemplo, tipos de cortes de pelo de los 2015: que si flequillo, que si puntas para afuera, que si las mechas gruesas de Lydia Lozano... Lo he pasado genial.
Dices que Lydia Lozano y Emma García son catálogos perfectos de cortes de pelo y de esas tendencias de los dos mil.
Ojo, que la moda de los 2000 ahora mismo está más viva que nunca. Cuando veo a Bad Gyal, Lola Lolita o Laura Escanes pienso: ‘Eso estaba en nuestra época’. Los pantalones de tiro bajo, los vestidos de tirantes, de cosas colgando... Eso era muy de Nuria Fergó en Operación Triunfo. Las botas de pelo, las Destroy o la marca de El Niño que ha resucitado y era un icono de los 2000. Los surferos de Tarifa, cuánto daño nos han hecho. Cuántos no nos hemos enamorado del sufero con las mechas...
¡Y mira la evolución de los teléfonos móviles! Creo que hay un antes y un después en una persona cuando tenía su primer iPhone, que era como ‘guau, ya ha dado el paso a lo bueno’. Y me acuerdo del Motorola, del Nokia 330... ¡Y la llegada del WhatsApp! Fíjate una cosa que me pasó y no sé si es representativa, pero la primera vez que me bajé WhatsApp y empecé a mandar mensajes, en mi cabeza no dejaba de pensar en la factura que iba a llegar. Si pagábamos 20 céntimos por cada 60, 140, 160 caracteres, el WhatsApp gratis cambió la vida de la gente.
La cara negativa es que por eso nos hemos acostumbrado a estar 24-7 disponibles y tener que contestar a todo, ¿no?
Mira, yo tengo ahora mismo 170 conversaciones sin leer y vivo supertranquilo. Al final cuando pasa algo de verdad, cuando llega un mensaje importante, te enteras.
¿Entonces Alex, a pesar de que vives en el mundo digital, consideras que tienes bienestar digital?
Ahora tengo bienestar digital por una cosa, porque el único contenido que a mí me roba mucho tiempo es la actualidad, el subir la noticia en el momento que sale. A mí me ayudan mucho 'las hermanas de la comunidad', que son mis seguidoras o seguidores, porque cuando yo veo que el teléfono vibra mucho es porque ha pasado algo y ellas me están avisando. El día que Kate Middleton salió a decir que tenía cáncer, yo estaba durmiendo la siesta y el móvil me despertó de todo lo que vibraba. Cuando pasa algo gordo me entero.
Oye, hace poco te hiciste viral por una conversación con Anabel Pantoja.
Bueno, con Anabel tengo varios momentos, y con Belén Esteban. De todo este universo de amigas digitales, que algunas Pombo o Nagore Robles tengo en la agenda, la que yo puedo decir que es mi amiga es Anabel Pantoja. Hay dos momentos con ella virales. Uno cuando ella me contó que estuvo enamorada del príncipe Guillermo y quería ser su novia, y cuando me contó que estaba embarazada.
Y luego es la típica amiga que vas a su casa y piensas ‘voy a pasar un buen rato’. Uno, porque va a cocinar cosas ricas, es como una madre que te cuida; y dos, porque siempre te cuenta historias divertidas de cuando era pequeña y se ríe mucho de sí misma. O sea, que es una de esas personas vitamina que te da energía positiva y buen rollo.
¿Y Belén Esteban?
Bueno, la amo. Es una institución. Es la persona más generosas de la tele conmigo. Cada vez que yo le he pedido algo, incluso cuando tenía muchos menos seguidores, siempre me ha dicho que sí a enviarme vídeos, mandarme audios y facilitarme cualquier cosa. Además, es generosa, pero de verdad, porque hay mucha gente que es generosa y luego dice ‘oye, yo te ayudaba y ahora tengo que recoger lo mío’.
Te voy a preguntar por el rey emérito porque el caso Corinna aparece en el libro. Similitudes y diferencias con el actual caso Bárbara Rey...
Ha cambiado un poco de perspectiva. Mira, yo tengo la sensación de que el tema de Bárbara Rey lo teníamos todos tan interiorizado que cuando salió fue como 'ok, esa es la foto que me imaginaba'.
Hay unas declaraciones de Isabel Gemio que son exactamente lo que pienso. Seguro que Bárbara ha hecho las cosas mal y tendrá sus puntos negros dentro de la historia, pero el foco tiene que estar en el emérito, que era el jefe de Estado, que se juega todo lo que hace a través de conversaciones telefónicas. Te da que pensar 'si esto lo hace vía telefónica, qué no habrá pasado presencialmente' y, sobre todo, como consiguió que toda una sociedad y que todo un círculo de comunicación y de medios lo tuviera absolutamente cubierto. Eso hoy en día, gracias a Dios, es impensable. Bueno, tú fíjate que Letizia —mi adorada Letizia, porque es asturiana como yo—, ya ha sufrido sus episodios cuando las fotos con la pashmina en el espejo. Ahora nadie es impune, pero Juan Carlos ha vivido décadas haciendo y deshaciendo a sus anchas.