Los historiadores confirman que el año que viene no será el 2024
Suena a locura, pero no lo es.
https://www.businessinsider.es/proximo-ano-no-sera-2024-dc-historiadores-1348958
¿Y si después de comerse las doce uvas en Nochevieja no entrásemos en el año 2024? Suena a locura, pero un análisis histórico sobre el origen del calendario gregoriano cuestiona que el próximo año al que nos acercamos cada vez más se corresponda con la cifra que más se repetirá en Nochevieja.
Para entender este lío es necesario saber que el calendario occidental, el que se utiliza en la mayoría de los países del mundo, tiene un desfase debido a un error a la hora de fijar la fecha del nacimiento de Jesús. Dionisio el Exiguo, un monje bizantino que recibió el encargo del papa Juan I de calcular la fecha del nacimiento de Cristo, concluyó que Jesús nació en el año 754 de la fundación de Roma, que corresponde al año 1 d.C
El calendario gregoriano, que es el calendario más utilizado en el mundo, comienza ese año porque se supone que es el año del nacimiento de Jesús. Los historiadores, en cambio, coinciden en que su nacimiento en realidad se fijaría entre el 6 y el 4 a.C.
Tal y como explica la revista Businessinsider, los historiadores coinciden en que Dionisio calculó mal la fecha. Las fuentes que utilizó para su cálculo, incluyendo los Evangelios, las cartas de san Pablo y los escritos de otros autores cristianos, son inexactas, además de que no hay pruebas arqueológicas que apoyen su conclusión.
El calendario cristiano comienza con el año 1 d.C., que se supone que es el año del nacimiento de Jesús. Los historiadores, en cambio, coinciden en que Jesús nació en realidad entre el 6 y el 4 a.C. Esto significa que el año 1 d.C. debería ser en realidad el año 2 d.C., y así sucesivamente.
La tabla de conversión de años explicada en el blog de la Universidad de Valencia lo deja claro: el año 753 a.u.c. equivale al 1 a.C., mientras que el año 754 a.u.c. equivale al 1 d.C. La Universidad de Valencia ha aclarado las dudas, "si pasas de 4 grados bajo cero a 4 grados, el aumento ha sido de 8 grados, pero entre el año 4 a.C. y el 4 d.C. no han transcurrido 8 años, sino 7", apunta el citado medio.
Sin embargo, es poco probable que este cambio se produzca en la práctica. El calendario occidental es un sistema muy arraigado y cambiarlo tendría un enorme coste administrativo. Además, sería difícil convencer a la mayoría de la gente de que el año que viene no es el 2024, sino el 2025.