Una madre anima a su hijo de sexto a tener novia y no se esperaba el resultado dos meses después
Cuando los hijos tienen una pareja pronto es más recomendable apoyarles y acompañarles que prohibírselo.
Una madre en la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam, ante la idea de su hijo de buscarse una novia ya en el sexto curso de primaria, a los 11 años, decidió que, en lugar de intentar desanimarle o regañarle le iba a apoyar. La historia ha llamado la atención de los medios de ese país, que se han hecho eco de ella.
Según el niño, cada vez que encendía el ordenador para jugar, su madre le aconsejaba qe deberías dejar de jugar y practicar deportes para ser alto y guapo y también estudiar mejor. Y añadía: "Así si hay una compañera de clase a la que le gustes mucho, durarás mucho tiempo. Pero, si no es así, habrá otra chica linda a la que le gustas porque eres guapo y estudias bien", relató el niño.
Así que pensó que, si su madre apoyaba que tuviera novia, lo lograría sin probelmas. sin embargo, al cabo de dos o tres meses, el niño le confesó a su madre: "Rompí con mi novia y no tengo intención de tener otra. Por favor, déjame jugar todos los días durante 30 minutos, lo prefiero".
Los padres comentaban con humor que el niño se dio cuenta de que el amor no es tan importante como el juego. Decía que "el juego era lo primero porque nunca nos abandona, sólo nosotros dejamos de jugar si queremos y está siempre ahí para que lo usemos en cualquier momento".
La moraleja de esta historia sería, según los expertos, que si tu hijo se enamora temprano, no se prohíbas, acompáñale. Porque cuando los niños se enamoran temprano, las prohibiciones de los padres pueden crear resistencia, haciéndolos sentir heridos e incomprendidos. Esto lleva, en ocasiones, a que los niños oculten sus emociones y comportamientos, aumentando el riesgo de caer en relaciones poco saludables.
Además, al ser algo prohibido, los niños pueden sentirse más inseguros y no saber aprenden a manejar adecuadamente los problemas emocionales. Esto no sólo afecta al desarrollo psicológico del niño sino que también puede provocar daños a largo plazo, reduciendo el vínculo entre padres e hijos, advierten muchos psicólogos. Además, sin la orientación adecuada de los padres, los niños pueden fácilmente verse arrastrados a relaciones negativas, lo que puede llevarles a consecuencias tanto emocionales como conductuales en el futuro.
Por lo tanto, la idea es que los padres estén a su lado, le acompañen en lo que están viviendo y le guíen con delicadeza. Es decir, intentar crear un ambiente abierto, de confianza, donde un hijo pueda compartir problemas y dificultades en su relación con sus padres, sin temor a ser juzgado.