Por qué el cucú-tras es de los mejores juegos que puedes hacer con un bebé
Tiene beneficios para su desarrollo.
Esconderse tras las palmas de las manos exclamando "¡cucú!" y, de repente, destaparse ante el bebé con un alegre "trás" es uno de los juegos más socorridos con los bebés. Su dinámica es sencilla y suele despertarles curiosidad, además de risa.
Además de su componente lúdico, ponerlo en práctica a menudo tiene también beneficios para su desarrollo. Supone una útil herramienta que ayuda con la ansiedad por separación que experimentan la mayoría de los niños alrededor de los ocho meses y el año, esa angustia que sienten cuando su figura de apego desaparece de su vista.
Para hacerles entender que están seguros y protegidos y que esa persona volverá, es muy útil trabajar el concepto de permanencia con ellos: los objetos y personas siguen existiendo aunque dejen de estar a nuestra vista.
El cucú-tras es una manera de hacerles entender la permanencia al tiempo que juegan. Según Bebés y Más, "entender a través del juego que mamá o papá siempre acaban apareciendo aunque durante un rato él no pueda verlos, le será de gran ayuda cuando tenga que enfrentarse al momento de separarse de sus figuras de apego".
Además, como señala la revista Ser Padres, "les sirve para sentirse queridos y halagados". Cuando los padres se tapan, los bebés se sienten invisibles para ellos y escuchar después esos '¡no está!', '¿dónde está?' les hace ilusión porque sienten que los han echado en falta.
Por otro lado, como recuerdan, jugar, sea a lo que sea, sirve para crear vínculo y establecer enseñanzas, como el respeto de los turnos, la paciencia o la empatía.