Las tres conductas que tienen los niños con padres ausentes, según una psicóloga

Las tres conductas que tienen los niños con padres ausentes, según una psicóloga

Esta ausencia puede darse con los padres dentro del domicilio o fuera de él.

Niño hablando con su padre en videollamada.LUIS ALVAREZ

Generalmente al pensar en padres ausentes, se asocia a los que no pasan tiempo en casa y dejan solos a sus pequeños durante días e incluso horas. Sin embargo, esta ausencia puede darse también dentro de casa si los padres no cumplen con las necesidades de sus hijos tanto a nivel afectivo como de cuidados.

Según cuenta Mary Ann Little, psicóloga y columnista de Psychology Today apunta en el citado medio que "la característica más obvia y definitoria del padre desatento es la falta de atención". 

"Esta característica puede adoptar diversas formas, desde negligencia extrema, es decir, padres que dejan a sus hijos solos durante horas o incluso días, hasta padres que están en casa pero no se preocupan realmente por sus hijos ya que estos están online o frente a la televisión todo el día y los niños están solos, obligados a valerse por sí mismos", detalla.

Para Little, las consecuencias de no prestar la atención debida a los pequeños son profundas y pueden marcar la vida de los hijos en un futuro. "Lamentablemente, esta posición paterna establece para el niño un modelo disfuncional de amor y de relaciones. Si una persona experimenta una infancia sin suficiente amor y atención, puede desarrollar una falta de deseo de conexión que provoque una vida solitaria", añade.

En este sentido, recuerda tres conductas provocadas por los padres ausentes durante la infancia. En primer lugar, la búsqueda de atención ante la falta de atención de sus padres, pudiendo ser esta a través de acciones positivas intentando ser un "niño bueno" o "niño perfecto" o negativas, a través de provocaciones continuas.

En segundo lugar, Little apunta a que algunos niños que sufren esta ausencia optan por resignarse en soledad, es decir, apartarse del grupo y no participar, por ejemplo, de actividades colectivas y quedarse apartados, provocando cierto aislamiento social.

En tercer y último lugar, Little apunta que estos niños pueden buscar apoyo en otras relaciones externas fuera de la familia. "A un niño así a menudo le va mejor en la vida, especialmente si adultos que se preocupan y aman pueden ayudar a romper el aislamiento y la distancia y proporcionar modelos alternativos de conexión", explica y lo recalca como un foco de esperanza.