El error más común a la hora de presentar un bebé a un perro
Según la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), estos "duplican la cantidad de menores de 15 años en nuestro país".
Una de las incógnitas cuando llega un bebé a la familia si se tiene perro es cómo se adaptarán el uno al otro. La interacción entre ambos es fundamental y no todos saben cuáles son los errores más comunes a la hora de presentarlos.
"Según la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), los animales de compañía duplican la cantidad de menores de 15 años en nuestro país”, según apunta en La Vanguardia la educadora canina y felina Tamara Hernán.
Además, explica que "son muchas las familias que conviven antes con un perro y más tarde llega el bebé, por lo que la mayoría de los perros carecen de una socialización controlada y positiva con niños durante su etapa de cachorro". Y agrega que "al perro adulto le resulta más difícil adaptarse a la convivencia con un niño".
Uno de los problemas llega cuando se romantizan las relaciones entre el niño y el perro, promovido en gran medida por la cantidad de vídeos que abundan en las redes con interacciones graciosas y tiernas entre bebés y perros. "Se viralizan y romantizan situaciones que parecen bonitas, pero que en verdad esconden escenas de riesgo entre perros y niños”, señala Hernán.
Humanizar a los perros no es buena idea
La educadora canina añade que, en muchos casos, se humaniza a los perros, "se piensa que van a querer al bebé de la familia”, cuando en verdad no es algo que necesariamente se dé de forma espontánea, según resalta el mismo medio.
En su página web, Tamara Hernán ofrece cursos para la preparación durante el embarazo, para la convivencia con un bebé recién nacido y también con un bebé que ya gatea, a 130 euros cada uno. Su método consiste en ensayar situaciones y exponer al animal a estímulos, como ruidos de llanto de bebé, a mover el carrito por casa o pasear a un muñeco, entre otras cosas, para conocer la comunicación de su perro, valorar su grado de sensibilidad y poder ayudarlo si se estresa.
La veterinaria a cargo de la Clínica Veterinària Numància, Magda Llibre Franquesa, recibe muchas consultas sobre este tema, según cuenta al mismo medio. "Cada caso es un mundo. Depende mucho de cómo es el perro y de cómo son sus cuidadores, de cuánto tiempo estarán con él, del lugar donde viven…”, apunta.
Además, aclara que "siempre tendremos un éxito mayor en la introducción de un animal en la familia si lo cogemos desde pequeño y lo educamos correctamente". En ese caso, advierte, es importante "tomar consciencia de lo que supone tener un animal en casa y escoger uno que tenga un tipo de carácter que se adapte al espacio y al tiempo que le puedan dedicar".
"La principal forma de evitar malas experiencias es supervisar, porque tanto los perros como los bebés pueden ser impredecibles. El objetivo es crear y compartir espacios seguros sin barreras físicas. Cuando no podemos tener una supervisión activa, podemos usar otras herramientas para prevenir accidentes, como procurar que estén a distancias prudenciales, a diferentes alturas o estancias del hogar", resume Hernán.