La cocina de gas, un peligro para los pulmones de los niños
Varias investigaciones estudian desde hace años los efectos que tienen sobre la salud de las personas y el medio ambiente mientras recomiendan dejarlas atrás.
La ciencia ha demostrado que la contaminación del aire interior de nuestras casas provocada por las emisiones de, por ejemplo, las cocinas de gas, puede tener efectos negativos en la salud de las personas, especialmente en los niños.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la contaminación del aire interior como uno de los principales riesgos ambientales para la salud y calcula que cada año 3,2 millones de personas, entre ellas 237.000 niños menores de 5 años, mueren prematuramente por enfermedades atribuibles al uso ineficiente de combustibles sólidos y queroseno para cocinar.
Además, un conjunto de investigaciones iniciadas en la década de 1970 han demostrado que el uso de cocinas de gas puede tener efectos negativos sobre la salud de los seres humanos así como el medio ambiente, lo que ha llevado a algunos expertos a recomendar el uso de alternativas más seguras y limpias para cocinar, como las cocinas de inducción, , que funcionan con electricidad y no emiten gases tóxicos ni partículas al aire.
¿Por qué son malas para la salud las cocinas de gas?
Las cocinas de gas pueden representar un riesgo para la salud si no se utiliza de forma adecuada o si no se ventila correctamente la habitación en la que se instalan. Los investigadores han demostrado que la exposición a emisiones de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y otras partículas puede tener efectos negativos en la salud pulmonar, especialmente en los niños.
Las investigaciones han permitido descubrir que el gas que se inhala en las cocinas donde se usa para cocinar, penetra profundamente en los pulmones y acaba provocando inflamación pulmonar. La exposición a largo plazo a estas emisiones eleva el riesgo que los niños puedan padecer asma -o que se agrave si ya lo sufren-, además de otros problemas respiratorios.
Un estudio realizado en Estados Unidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en sus siglas en inglés) encontró que los niños que vivían en hogares en los que se cocinaba usando gas, tenían un 42 % más de probabilidades de desarrollar asma que los niños que vivían en viviendas con cocinas eléctricas. Otro estudio realizado en China encontró que esta exposición estaba asociada a un mayor riesgo de tos y sibilancias en niños.
Cocinas de gas y cambio climático
La contaminación del aire interior causada por las cocinas de gas es, además de un problema que puede afectar a la salud de las personas, uno de los muchos ingredientes que contribuyen al calentamiento global.
Un informe de la Universidad de Stanford publicado en 2022, establece que las cocinas de gas emiten dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) y óxidos de nitrógeno (NOx) que tienen un impacto climático similar al de unos 500.000 coches de gasolina. Lo más sorprendente de este estudio es que más de tres cuartas partes de las emisiones se produjeron con las cocinas apagadas, lo que sugiere que la mayoría de las emisiones se debe a malas conexiones de las tuberías de gas en el hogar.
Otro estudio elaborado por la Agencia Internacional de Energía (IEA) en 2020 estima que la transición hacia cocinas alternativas que usen energías más limpias, como las cocinas eléctricas o de inducción, podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en alrededor de 0,5 gigatoneladas de dióxido de carbono al año hasta 2030.
¿Qué hacer si tienes una cocina de gas en casa?
Si tienes una cocina de gas, hay varias medidas que se pueden adoptar para reducir los riesgos para la salud que están vinculados a la exposición de la contaminación del aire interior:
- Asegúrate de que la cocina esté correctamente instalada y ventilada. También que la campana extractora funciona correctamente para que el aire se evacúe hacia el exterior. Si es necesario, abre puertas y ventanas para mejorar la ventilación de la cocina y reducir la acumulación de gases.
- Mantén la cocina limpia. La acumulación de grasa y suciedad puede aumentar la cantidad de emisiones de gas y partículas en el aire. Limpia regularmente la cocina, especialmente los quemadores y la campana extractora.
- Si es posible, cambia a una cocina de inducción. Son una alternativa más segura y limpia que las cocinas de gas, ya que no emiten gases tóxicos ni partículas al aire.