¡Feliz Halloween 2023! ¿Por qué se celebra el 31 de octubre?
Recibe su nombre de la contracción 'All Hallows ’evening' y se celebra desde mucho antes de que se hicieran películas
Halloween ya se ha convertido en una fiesta más de nuestro cultura. Pese a que no hace mucho tiempo de su arraigo y que, para muchos, sigue siendo algo pagano, la tradición de disfrazarse en la noche de brujas se ha extendido de manera rápida y notable en nuestro país gracias, sobre todo, al cine de Hollywood.
En multitud de películas hemos visto cómo los niños norteamericanos se disfrazan esa noche y van de casa en casa recogiendo caramelos. Las calabazas con su diabólica sonrisa adornan los jardines de las casas adosadas de cualquier buen vecino que se precie y los muñecos de fantasmas y monstruos con cara desfigurada lucen en los escaparates de las tiendas. Igual que previamente absorbimos la figura de Papá Noel (o Santa Claus), hemos integrado en nuestra cultura el lado frívolo y satírico de la muerte ante el recogimiento y la solemnidad con la que antes abrazábamos el día de todos los santos.
Sin embargo, poco o nada sabemos sobre el origen de esta fiesta y por qué se celebra la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre. A continuación, te damos todas las respuestas.
Halloween recibe su nombre de la contracción All Hallows ’evening (la Víspera de Todos los Santos) y se celebra desde mucho antes de que se hicieran películas. Como suele pasar, los historiadores no se ponen del todo de acuerdo sobre el origen de esta fiesta. La mayoría parece estar de acuerdo en que todo se remonta a una festividad céltica conocida como “Samhain”, término que deriva del irlandés antiguo y significa “fin del verano”.
En esa fecha, los antiguos celtas celebraban el final de la temporada de cosechas y el inicio del “nuevo año”. El año céltico concluía el 31 de octubre, dividiendo la época de luz (primavera y verano) y otra de oscuridad (otoño e invierno). Según sus creencias, la noche del cambio de año era el momento en el que las fronteras entre este y el Otro Mundo se difuminaban y los espíritus de los difuntos podían caminar entre los vivos.
Por este motivo, las personas se vestían con ropas y máscaras para ahuyentar a los “seres malignos” o adoptar su apariencia y que no les hicieran daño en el caso de que se cruzaran con alguno. Otras personas, aprovechando esa proximidad con el ‘otro mundo’, intentaban hablar con sus muertos encendiendo velas en las ventanas o tallando calabazas para poder iluminarlas.
El salto a Estados Unidos
Cuando los romanos ocuparon los dominios celtas asimilaron la fiesta del Samhein entremezclándola con la fiesta de la cosecha romana en honor a la diosa Pomona. Y después la cultura cristiana, que reniega de las fiestas paganas, intentó transformarla en algo religioso. De hecho, en el año 835, el papa Gregorio IV decidió trasladar oficialmente la celebración del Día de Todos los Santos del 13 de mayo al 1 de noviembre.
La fiesta de la Víspera de Todos los Santos llegó a Estados Unidos durante el siglo XIX gracias a la población emigrantes, especialmente irlandeses que celebraban con pasión esta festividad. A finales de 1970, Halloween se internalizó gracias a la influencia del cine y las series de televisión estadounidenses. En España tardó en penetrar, pero ha sido en estas dos primeras décadas del siglo XXI cuando más éxito ha tenido, especialmente entre los niños.
Un negocio de miedo
Hoy en día, Halloween se ha convertido también en un gran negocio. Por ejemplo, los nortamericanos se gastarán estos días alrededor de 9.100 millones de dólares (casi 8.000 millones de euros) en dicha celebración, según los datos de la Federación Nacional de Minoristas y la consultora Prosper Insights & Analytics. El gasto medio por habitante será de 86 dólares.
En España aún no invertimos tanto en nuestros disfraces y en decoración, aunque en 2018 ya nos gastábamos una media de 20 euros solamente en el disfraz. Y según cálculos de Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), la noche del 1 de noviembre la facturación de los establecimientos aumentaría entorno al 5% respecto a un festivo habitual. De ahí que cada vez apuesten más por organizar fiestas o eventos dedicados especialmente a Halloween. Cifras que, literalmente, dan miedo.