Conoce a Tomiko Itooka: la persona más anciana del mundo con 116 años que adora la escalada
La familia de la catalana ha comunicado la noticia de la muerte a través de redes sociales.
El pasado martes 20 de agosto el ranking global de longevidad dio un vuelco después de que la catalana María Branyas, quien ostentaba a sus 117 años el título de persona más anciana del mundo, falleciese en su localidad natal, Olot (Girona). Su familia anunció la noticia a través de su cuenta de Twitter con el mensaje: "Ha muerto como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor".
A raíz de su fallecimiento, el título de persona más anciana del mundo lo ostenta desde el martes 20 de agosto la japonesa Tomiko Itooka, con 116 años y 89 días nacida en Osaka el 23 de mayo de 1908. Además de esto, es la octava persona japonesa en alcanzar los 116 años, y la 30ª del mundo en hacerlo.
El pasado 23 de mayo celebró su 116º cumpleaños en un acto en su residencia de ancianos para el que, tal y como recogen en Longeviquest, se trasladó el alcalde de la ciudad de Ashiya, donde reside, (en la prefactura de Hyogo), Ryosuke Takashima. Tras un discurso del edil, Itooka dio las "gracias" y tomó con la ayuda de una asistente de la residencia un trozo de pastel.
Tal y como informan en el citado medio, Itooka era la mayor de tres hermanos se graduó en una escuela primaria y estudió la secundaria en la actual Osaka Jogakuin Junior and Senior High School), donde practicaba voleibol.
Se casó con 20 años y dio a luz a su hija mayor con 21, tuvo otra hija y dos hijos. Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras su marido estaba en el frente, trabajó en la sede japonesa de una fábrica textil de Corea del Sur. Tras la muerte de su esposo en 1979 se trasladó a la prefectura de Nara donde, según Longeviquest, subía con frecuencia el monte Nijo y subió dos veces al monte Ontake con 3000m de altitud.
Continuó siendo una persona activa durante la tercera edad y a sus 80 años participó en dos ocasiones la popular peregrinación de los 33 Kannon de Osaka, que consiste en 33 peregrinaciones a templos y, a sus 100 años, continuaba subiendo el medio centenar de escalones del santuario de piedra de Ashiya sin bastón.
