"El presupuesto es de 300 o 400 euros": españoles que convierten la decoración navideña en espectáculo

"El presupuesto es de 300 o 400 euros": españoles que convierten la decoración navideña en espectáculo

Aficionados a la iluminación navideña explican cómo decoran sus casas al puro estilo neoyorkino.

Casa de Ana Michelena en Quijano de Piélagos (Cantabria).Cortesía de Aroa

Pasear por Nueva York en Navidad por el barrio de Dyker Heights sin salir deslumbrado es prácticamente imposible. Sin embargo, las decoraciones e iluminaciones navideñas que impresionen a todo el vecindario que se han popularizado en Estados Unidos también han llegado a España en esta oleada de ciudades iluminadas.

En Vigo, donde su alcalde Abel Caballero ha convertido the lights and the colours de la ciudad en su emblema en la temporada navideña. Allí también tienen en Castrelos su barrio con casas decoradas al puro estilo neoyorkino. 

Pero esto no queda aquí: en la localidad de Quijano de Piélagos, en Cantabria, hasta 27 vecinos se han sumado a la iniciativa de iluminar sus casas, cada una con distinta decoración y temática con el fin de convertirse en un pequeño poblado de Navidad, que este año cuenta además por primera vez con trenecito para visitar las casas.

Una localidad llena de luz navideña

Una de las pioneras de esta iniciativa fue Ana Michelena, que según cuenta a El HuffPost, lleva decorando su casa más 30 años para Navidad por su afición a la misma. "A partir de ahí te haces con un patrimonio de cosas y de adornos... Luego nos cambiamos de casa hace seis años y le sacas mucho partido porque es muy grande y espaciosa y la tengo decorada entera, hasta la cocina", explica.

Pero lo más llamativo es desde luego su iluminación, que cuenta con una bola de Navidad iluminada y un árbol al que poco tienen que envidiar la plaza de muchas localidades españolas. Aunque admite que su afición ha llegado al punto de que esta parte la subcontrata a una empresa de iluminación y a otra "a un carrocista que hace carrozas para batallas de flores, que me ha adornado toda la fachada".

"En el interior nos volcamos en cada detalle de cada rincón", recalca Michelena, quien recuerda que esto fue extendiéndose el año pasado entre los vecinos del pueblo.

"Todos los años digo que no voy a comprar más y encuentro algo nuevo, este año hemos ido a Burgos y a Bilbao desde Cantabria a comprar cosas"
Ana Michelena, aficionada a la decoración navideña en Quijano de Piélagos

"El año pasado éramos unas 15 o 16 personas. Este año somos 27 y cada vecino decora la casa como quiere y se lo paga él", apunta Aroa, una de las vecinas de la localidad, que decora su casa con la temática de la "escuela de música" y Michelena con "la pastelería".

Para ella, el ambiente que se genera en la localidad y la "magia" que se crea es "una cosa preciosa de ver". "También hay que decir que no nos lo paga nadie, cada vecino se paga lo suyo", apostilla. En este sentido, explica que reutiliza muchos materiales cada año y que su inversión anual ronda los 80 o 100 euros. "Este año, he comprado poliespan, un cesto de obra que he cortado, he pintado... Me he gastado unos 80 o 100 euros como mucho porque he comprado unas guirnaldas también para las ventanas", detalla, pero apunta a que cada uno "gasta lo que quiere o lo que puede". 

De hecho, Michelena asegura que "lo da todo", pero porque es su hobbie y su "capricho". "Todos los años digo que no voy a comprar más y encuentro algo nuevo, este año hemos ido a Burgos y a Bilbao desde Cantabria a comprar cosas", señala. "Hay piezas muy buenas, otras no tanto, pero me llevo bastante. Es de nivel de locura, mis hijos me dicen que hay cosas que son ya una locura", explica. Además, toda su familia se vuelca con ella, sus hijos y sus nueras también le ayudan a decorar el domicilio.

Michelena también recuerda que buena parte de sus adornos son hechos a mano por su afición a las manualidades "bastidores, calabazas, cuadros, bolas...". "Empecé en junio a hacer poco a poco cosas", señala.

  La casa de la Escuela de música de Aroa.Cortesía de Aroa

Aroa apuesta además por una decoración prácticamente artesanal con muchos elementos elaborados a mano o personalizados. "Cada uno pone los límites de su imaginación y su capacidad: hace lo que puede, quiere o considera, porque la gente trabaja también", señala, aunque admite que está prácticamente todo el año pensando en cómo innovar, ya que cada casa tiene su temática diferenciada. 

"El año pasado, por ejemplo, hice una gramola y este he cogido una pickup, como las típicas que llevan los árboles de Navidad americanos detrás, pero la he llenado de instrumentos de poliespan", detalla.

Aunque la costumbre se ha recibido con cariño por el pueblo, Aroa admite que hay algún vecino que es "como el Grinch" que no está contento con la afluencia de gente que recibe Quijano debido a la decoración navideña, especialmente los fines de semana. 

Michelena recuerda que, aunque muchos vecinos de la pequeña localidad de 300 habitantes no participan, algunos lo hacen por primera vez y que incluso personas de más 80 años están decorando sus balcones por primera vez. "Es un auténtico logro", explica. "Hay mucha unión, te ayudan, nos ofrecemos a ayudar cuando acabamos", detalla.

De hecho, precisamente la popularidad que ha alcanzado ha hecho que el ayuntamiento de Renedo de Piélagos al que pertenece haya ayudado con cortes al tráfico y hayan colocado ese tren navideño que los conecta desde el próximo 22 de diciembre. "Ellos han colaborado con ese tren, que puede ser que nos venga superbien, porque aumenta el comercio en Renedo si te tomas algo, cenas con los niños, etc", detalla. "Nos pone en el mapa de gente incluso de Santander, que está a 20 minutos, y no sabía ni dónde estábamos. Nos dicen que da gusto pasear por el pueblo", añade.

"Nos pone en el mapa de gente incluso de Santander, que está a 20 minutos, y no sabía ni dónde estábamos"
Aroa, vecina de Quijano de Piélagos

"La afluencia de gente es impresionante, en vacaciones va a ser un poquito locura, en el puente de la Inmaculada ya lo fue", recuerda Michelena. "Pero bueno, es vida también para el pueblo", apunta.

Las visitas a su casa son, en general, a raíz de conocidos, aunque este año, ha admitido las visitas de los dos colegios de sus nietas, que se ubican por la zona. "Hay fotos del interior de mi casa en las redes y no me importa, yo al final lo disfruto y que la gente lo disfrute y para mí es una satisfacción. Un abrazo de un niño diciéndote 'qué bonito está', al final no tiene precio", señala.

A pesar de que la decoración de Aroa deslumbre a los viandantes, ni con la subida de la luz se ha visto afectada por un alto coste. El empleo de luces LED de bajo consumo hace que el año pasado ascendiera a apenas 20 euros más que cualquier otro mes.

Un espectáculo de luces en pleno barrio de Carabanchel

Ir por la calle Diario la nación, en el barrio madrileño de Carabanchel en época navideña hace mirar hacia arriba a la altura del número 10, al ático de Rafael y Jose, quienes viven allí desde 2017 y cuya iluminación lo ha bautizado ya como "el cielo de Madrid". De hecho, tienen su propia cuenta de Instagram únicamente dedicada a la decoración de su terraza. 

"El primer año pusimos unas lucecitas pequeñas, una cosa sencillita, nada desmesurado, pero cada año nos hemos ido motivando un poco más. Este año ponemos aquí esto, este otro aquí, etc. Empezamos a ver las casas decoradas en EEUU, que nos gustan mucho, todo eso de los barrios de Nueva York que las decoran y demás. Y dijimos 'pues oye, ¿esto por qué no?", empieza relatando Rafa, quien recuerda que sí habían visto algunos chalés iluminados, pero no un ático como el suyo.

"Dijimos ¿por qué no?' Si tenemos el espacio, el tiempo, la altura necesaria para que no nos roben las luces, que aquí en España ya se sabe, que hay que tener cuidado con ciertas cosas", señala. 

Entonces empezaron a investigar cómo combinaban las luces y cómo podía hacerse la instalación eléctrica que hoy en día cuenta con su propio espectáculo navideño. "Hicimos pruebas dentro de casa, tenemos incluso bocetos de cómo las queríamos montadas. Luego de lo que queríamos a lo que salió, no tiene nada que ver", explica. Rafa recuerda que, aunque cada año intentan superarse, con el espectáculo de música y luces de ocho minutos los fines de semana de este año ya no saben "cómo superarlo", aunque buscan que los vecinos les dejen ampliar el espectáculo. 

Rafa recuerda que en agosto es cuando empiezan a "revisar el material" por si hay que sustituir alguna luz. "En agosto o en verano todo lo que es adorno de Navidad es más barato que si lo compras ahora. Además, nosotros tenemos que tener esa planificación de hacerlo dos meses, tres meses antes porque en noviembre tenemos que estar colocando luces, la planificación se hace durante todo el año", señala, aunque recuerda que suelen reutilizar bastantes, siempre y cuando sea seguro, ya que ese es uno de sus puntos principales. 

"Una guirnalda de 1.000 luces te puede rondar 30 euros, las dinámicas pueden salir por 200 euros, según la temporada en la que las compres"
Rafael, propietario del ático de Carabanchel, conocido como 'El cielo de Madrid'

"Normalmente el presupuesto es de 300 o 400 euros, más o menos. Este año ha sido un poco mayor porque se han incluido las luces dinámicas, que son un poco más caras. Una guirnalda de 1.000 luces te puede rondar 30 euros, las dinámicas pueden salir por 200 euros, según la temporada en la que las compres", explica. 

La calidad de las luces también hace que aumente el presupuesto, ya que recuerda que solo compran iluminación homologadas y con certificación IP67 —que indica resistencia al polvo y que pueden estar inmersas en agua durante 30 minutos—. "En un bazar no me verás comprar luces", apostilla y recuerda que esto sirve en casos como "si hay una rotura, que un pájaro las pique y demás, no haya miedo a electrocución". 

"La seguridad es lo principal porque salen muchas casas ardiendo, hay cortocircuitos en las redes, sobrecarga en enchufes... Disponemos de un sistema de seguridad y una aplicación que nos alerta si el consumo se dispara por algún motivo, si hay alguna rota", señala y apunta a que este sistema se integra en el que tienen en la casa, completamente domotizada. 

El consumo, al igual que las vecinas de Quijano de Piélagos, no le aumenta al ser luces LED y lo estima con unos 30 o 20 euros sobre la factura. "Enciendes la calefacción y te puedes gastar 5 euros al día, cuando de luces 1,20. No es el dinero", detalla.

Sobre su espectáculo navideño, que se ha vuelto viral en redes sociales, recuerda que el administrador de la finca les dio permiso siempre y cuando no molestase a los vecinos y tampoco han tenido que pedir permiso al ayuntamiento. 

"Tampoco es como la famosa bola en Plaza de España, que está Mariah Carey durante seis horas cada cinco minutos, es un espectáculo que dura ocho minutos, que las luces se encienden y suena la música. Luego se para y no se molesta a nadie más, y se hace solo los fines de semana", explica. 

Además, apunta que la decoración de su casa, que también cambia para Halloween y en verano, ya que tienen camas balinesas y decoración de inspiración oriental, llama la atención de la calle y revitaliza el edificio. 

"Éramos un edificio que nos decían la Casa de los okupas porque la primera planta estaba okupada cuando adquirimos la vivienda y ahora somos la Casa de la Navidad", señala.

Patio de la casa de José María López.Cortesía de José María López

La "Villa Navidad" o "la casa de Papá Noel" de Villacastín (Segovia)

Más allá de iniciativas comunes o de espectáculos como el de la casa de José y Rafa, la popularidad del alumbrado navideño ha llegado también a proyectos individuales como la casa de José María López, en Villacastín (Segovia), que entre los vecinos ya ha dado lugar a que algunos la llamen Villa Navidad. 

Tal y como cuenta, lleva tres años en esta vivienda aunque la decoración navideña es algo que siempre le ha gustado. "Soy fan de la Navidad y, según mis amigos, es la Casa de Papá Noel, desde muy pequeño mi madre y mi abuela me han inculcado la decoración y demás. Empezamos con el belén y con el pino y ha ido a más. Cuando ya tuvimos nuestra propia casa, se lo dije a mi marido y empezamos a montar la decoración", detalla.

"Aquí en el pueblo me dicen que haga un tour para enseñar la casa porque le dicen la Villa Navidad"
José María López, vecino de Villacastín (Segovia) y aficionado a la decoración navideña

Para López la decoración navideña es algo que está presente todo el año, también en el algoritmo, que le ofrece debido a sus búsquedas inspiraciones para decorar su casa. Por ejemplo, los gnomos de Navidad que ha introducido este año, surgieron a raíz de vídeos de YouTube y publicaciones de Pinterest. "Si voy viendo que es fácil de hacer, cojo y lo hago sin problema", explica y recuerda que este año él y su marido han gastado entre 150 y 200 euros. Para él, "internet es un libro muy abierto".

  Parte interior de la casa de José María López.Cortesía de José María López

Sin embargo, su principal miedo era el gasto lumínico, algo que no ha sido tanto. "También intercambio luces de corriente eléctrica y de pilas, la mitad más o menos. Lo que es la parte del jardín lleva luces de pilas. Luego, toda la fachada y la verja y tal con luz de corriente", señala.

Su casa se ha convertido en referente, tanto entre amigos como vecinos. De hecho, también ha recibido visitas inesperadas por su llamativa decoración. "Dejé la puerta del jardín abierta y hace dos años creo que fue, me encontré a tres señores que no conocía de nada en el jardín, que me dijeron 'es que estábamos viendo las luces'. Les dije que llamaran al timbre, que no pasaba nada, llamas y entras que estoy en casa", explica. "Aquí en el pueblo me dicen que haga un tour para enseñar la casa porque le dicen la Villa Navidad", detalla.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es