El método Singapur triunfa en los colegios de Valladolid
Los profesores de matemáticas vallisoletanos desafían a los autores del informe PISA desde hace cuatro años.
En los colegios de Valladolid, para ser más concretos, en el colegio Amor de Dios llevan cuatro años luchando contra los resultados de algunas asignaturas en el informe PISA en España, que un año sí y otro también sitúa en un nivel muy bajo los conocimientos que tienen los estudiantes españoles en, por ejemplo, materias como matemáticas.
Sin embargo, en este colegio católico de Valladolid llevan casi cinco cursos haciéndole frente a esos resultados con la implantación de un sistema de aprendizaje de la asignatura de matemáticas que ha sorprendido a la comunidad educativa internacional por el nivel alcanzado por los estudiantes de este país en el informe PISA 2022. Se trata del método Singapur, reconocido por su efectividad en el desarrollo del pensamiento lógico-matemático y que ha cambiado radicalmente la percepción de esta materia.
La clave del método Singapur radica en su particular metodología, que se divide en tres fases: explorar, aprender y practicar. En lugar de enfocarse en la memorización de fórmulas y datos, fomenta la comprensión a través de la resolución de problemas basados en situaciones cotidianas. A los alumnos se les anima a encontrar múltiples resoluciones y así se fomenta la comprensión profunda de los conceptos matemáticos.
"Es una forma de enseñar que favorece la comprensión. Significa dotar a los alumnos de herramientas que les permitan aprender lo que están haciendo. Lo contrario a un aprendizaje memorístico", explica Edi de Pablos, coordinadora de innovación y calidad del colegio vallisoletano, al diario El Norte de Castilla.
Este enfoque no solo ha transformado la percepción que tienen los alumnos de las matemáticas, sino que también ha elevado significativamente la motivación de los estudiantes. Hasta tal punto que, según explican los profesores del Amor de Dios, los niños esperan con muchas ganas las clases de matemáticas.
Los resultados obtenidos después de la implantación del método Singapur son evidentes: los alumnos, además de disfrutar, muestran un mayor nivel de comprensión hacia las matemáticas, lo que se traduce también en una participación más activa dentro del aula, la mejora de sus habilidades comunicativas y la resolución de problemas de forma más creativa.