Sueño, emoción, intercambio de pulseras y trajes personalizados: unas horas en la cola de Taylor Swift en el Bernabéu
Varios fans atienden a 'El HuffPost' en los alrededores del Santiago Bernabéu y cuentan cómo esperan el ansiado concierto de la cantante.
El estadio Santiago Bernabéu acoge este miércoles el primero de los dos únicos conciertos que va a dar Taylor Swift en España en el marco de su última gira: The Eras Tour. Para poder acceder a la pista y encontrarse lo más próximas posibles a la cantante hay algunas fans –o swifties– que llevan aguardando desde la noche del martes al miércoles, aunque estas no se sitúan justo frente al templo.
Dejando el estadio merengue de fondo y adentrándose entre los árboles del Paseo de la Castellana, resguardadas del calor, han conformado una multitudinaria cola en la que destacan los llamativos colores que, para las fans, representan cada uno de los álbumes –o "eras"– de la artista, el brillibrilli y, según ha ido avanzando la mañana, las sillas y los paraguas que actúan como sombrillas con los que hacer frente a la espera.
Han venido personas procedentes de distintas partes del mundo y de España. Es el caso de Angeline. Ella tiene 21 años y viene de Nueva York. Al igual que han hecho otras tantas swifties se ha vestido para la ocasión haciendo un guiño a una de las costumbres que traen desde hace tiempo las fans en los conciertos, que intercambian pulseras. Ella se ha vestido directamente de uno de estos brazaletes. Reconoce estar "muy emocionada" y, para la ocasión, luce un vestido rosa que ha combinado con una "pulsera de la amistad gigante" que ella misma ha elaborado, afirma a este periódico.
Shanui y Peter, de 29 y 28 años, han volado desde Bélgica. Y, aunque el concierto para el que tienen entrada es el del jueves, han preferido acudir un día antes para hacer algunas compras "porque sabemos que hay mucha gente que quiere comprar merchandising", apunta Shanui. En su caso, han escogido el concierto de España porque "sólo pudimos encontrar entradas" en Madrid. Y no son los únicos. Ana Belén, por ejemplo, tiene 21 años y ha viajado desde Panamá. Consiguió las entradas hace apenas tres días "pero tengo un año planeando venir acá", relata a este periódico desde la cola en la que lleva desde las seis y media de la mañana.
Iratxe, de 20 años y procedente de Madrid, por ejemplo, lleva allí "desde anoche a las 12", explica a El HuffPost. Ella ha acudido vestida simulando un traje de novia, velo incluido, en referencia a Tortured Poets Department. Su traje lo han diseñado entre su amiga Rocío Palomar y ella, "porque las dos estudiamos moda", precisa.
Reconoce que está "un poco cansada". "Pero no nos importa mucho", añade, puesto que "con la emoción, no se nota". Desde que tanto ella como su amiga Rocío se han posicionado en la cola de espera hasta el mediodía del miércoles han ido una única vez al baño y tan sólo han dormido "como media hora". "Entre los nervios, el ruido, la luz, no hemos podido mucho, la verdad".
Antes que ellas dos había llegado ya Carla. Tiene 22 años, es de Barcelona y ha confesado lo difícil que fue adquirir una entrada: "Me costó, pero sangré, sudé y lloré mucho". Ella ha podido dormir algo más que Rocío e Iratxe. En su caso, "gracias a compañeras swifties que han ido haciendo guardia y nos hemos ido turnando para dormir", explica. También ha indicado cómo se siente mientras aguarda para ver en directo por primera vez a Swift. "Me va a dar algo, ya hemos llorado esta mañana", apunta.
Otras, como Sandra, se han decantado por aprovechar el tiempo de espera y terminar el body que quiere lucir durante el concierto. Oriol, de 26 años y de Barcelona, por su parte, ha comentado cómo está siendo el ambiente mientras todas esperan por un mismo fin.
"Llevo desde las seis de la mañana, ayer también vine a hacer unas cuantas horas con mi grupo. Y es bastante ameno, porque hay tanta gente que sentimos lo mismo". "Es muy divertido", añade. Él, que lleva más horas que Rocío o que Carla, ha contado cómo se las está arreglando con su grupo de amigos para cubrir sus necesidades básicas. "He traído dos yogures y tenemos ahí un Mercadona en el que vamos comprando cositas", apostilla.
Amigas gracias a Swift
Además del ambiente que se está generando en la cola, ha habido personas que se han conocido gracias a la celebración de este concierto. Es el caso de Ingrid y Caroline, de 30 y 43 años, respectivamente. Han venido juntas desde Canarias "y, de hecho, ni nos conocíamos, nos hemos conocido gracias a Taylor Swift", apunta Caroline.
"Ha sido muy bonito porque veníamos solas, compramos las entradas y teníamos el típico grupo de WhatsApp. Hablando de quién podía conseguir las entradas, al final nos hemos juntado", prosigue contando Ingrid. "Quedamos por fuera y, al final, hemos venido solas, pero juntas", apostilla.
Ella, además, ha sido de las que se ha hecho su propio traje. "Estoy bastante orgullosa", reconoce. "Tuve poco tiempo porque fue hace más o menos un mes cuando decidí intentar hacérmelo", cuenta y reconoce que tenía "una opción B" por si no le salía. "Hay muchísimos fallos, pero bueno, así como que de lejos no se nota mucho. Y ha sido un proceso como bonito también en la espera del concierto", concluye.
Un poco de arte durante la espera
Al comienzo de la cola se encuentra también Esther. Ella tiene su entrada en pista, pero no es esperar para estar cerca de Taylor lo que la tiene allí desde tan pronto. Hacia el mediodía se ha acercado con un lienzo, pinturas y la fotografía que está usando como inspiración para retratar a Swift. "Mi ideas es estar en todo el meollo y que toda la gente pueda ver la obra" e "intentar que a Taylor Swift le llegue, que es lo más importante de todo", prosigue contando.
Así lo hizo con Bad Gyal y ha intentado con otros artistas. "Pero si no lo consigo, quiero hacer un sorteo entre todos los fans de Taylor para que se lleve el cuadro a casa uno de ellos", ha seguido contando.
Más adelante en la cola está Blanca. Tiene 24 años, vive en Madrid "y estoy que no me lo creo", asegura a El HuffPost. "Llevo toda la vida queriendo venir a ver a Taylor y encima es mi primer día que voy a ir al Bernabéu siendo madridista desde pequeña, entonces ya se junta todo", afirma vestida con una camiseta de la primera equipación del conjunto merengue que ha modificado con pequeñas perlitas de colores.
"He comprado la camiseta y luego la he ido personalizando con los colores de todas las eras para que estuviesen representadas porque todas me han acompañado". Además, en los hombros se ha escrito con rotulador "el principio de una de mis canciones favoritas que es You are on your own, kid", prosigue, y en la parte de atrás lleva un "13", también en referencia a la artista y el nombre de Swift, "aunque ya se ha movido un poco", concluye.
Decenas y decenas de pulseras
Ya ocurre en cada ciudad por la que pasa: los fans aprovechan las horas de espera de cola antes de entrar para intercambiar pulseras de la amistad. Estas, al igual que ocurre con los vestidos, en función del color del que sean las cuentas que empleen para elaborarlas representan un álbum. "Yo llevo 55", cuenta Alba. Ella viene de Barcelona y se ha traído una caja llena de ellas: "Llevo cinco de cada era y son 11 eras en total".
En el caso de Ariana, de 20 años, está junto a su madre y otras amigas aguardando a que abran las puertas. Y es precisamente su progenitora la que la está ayudando a elaborarlas antes de irse a trabajar. Y no son las únicas madre e hija que se han personado por los alrededores del Bernabéu esta mañana de miércoles. Anita y Renata han aprovechado para dar una vuelta por allí también con sus particulares camisetas de la artista.
Ani tiene 27 y va a entrar al concierto con su madre, que va a cumplir 52. La joven asegura "no saber describir" cómo se siente unas horas antes de que dé comienzo el show. "Emocionada, nerviosa, ansiosa, muchas cosas", añade. Ella, además, es de las pocas que ha acudido conforme con el cambio de setlist que ha hecho la de Pensilvania.
La cantante, al arrancar la gira europea, decidió hacer una serie de modificaciones al vestuario y lista de canciones para los conciertos que tenía por delante. "A mí me gusta más, porque ha añadido (canciones) del nuevo disco y yo estoy enamorada" de este último álbum. "Yo creo que la gente se ha preparado todo lo viejo", prosigue, "y ese cambio es muy distinto, pero es que está bien, porque el disco nuevo es fantástico". Otros reconocen que van a echar de menos algunos temas. Uno de los más repetidos entre esas ausencias es The Archer.
Oriol, por ejemplo, ha apuntado que le gustaría escuchar "Folklore y Evermore", precisa. "Estoy bastante enfadado", porque las haya eliminado, "pero voy al Eras Tour, o sea que no me puedo quejar", concluye.