Residente, entre emoción y cumbia, hace vibrar a Madrid
El puertorriqueño aterriza en la capital en la segunda fecha de su gira 'Las Letras Ya No Importan'.
Hace años que dejó de residir en la Calle 13, pero, de vez en cuando, la visita. Es lo que ha pasado este domingo. El madrileño WiZink Center lo esperaba con prácticamente ninguna localidad vacía en una noche en la que Residente ha ofrecido un recital conjugando sus éxitos de principios de los 2000 con los más recientes, muchos de ellos de su último disco: Las Letras Ya No Importan.
La puesta en escena ha sido sobria, pero elegante. Los músicos se han posicionado a ambos lados del escenario. En vez de un micrófono, ha usado dos. Ambos, además, lo aguardaban en los dos atriles que flanqueaban la plataforma, como si de un presidente se tratara. Y, custodiando las tablas, ha habido dos mujeres: una con la tarea de mecanografiar las letras de las canciones y la otra, de irlas pintando en acuarela.
La cita ha empezado puntual. Apenas un minuto después de las 21.30 horas las luces del Palacio de los Deportes se han apagado al son de La Violetera, de Sara Montiel, y han dado paso a las decenas de flashes de móvil que han querido inmortalizar el momento.
Con este panorama frente a él, ha asomado al escenario René Pérez. Y lo ha hecho con la solemnidad que lo acompaña desde hace años y que lo ha llevado con paso firme hasta el atril derecho. Se ha presentado a su público en chaleco, camisa y pantalones de traje, regalando una imagen que choca con la estampa en vaqueros anchos y tirantes –a veces, incluso, sin ellos– con la que se ha desenvuelto sobre las tablas durante años y años de carrera. De lo que no ha prescindido, eso sí, ha sido de la gorra.
La canción encargada de cerrar el disco ha sido la que ha dado el pistoletazo de salida a la noche. "René, ven, vamos a estudiar", ha resonado, entre aplausos y silbidos. Ha sido inequívoco: las palabras de la madre del protagonista de la noche han introducido René y el concierto de este domingo. Tras ella, ha llegado la primera gran ovación para el puertorriqueño, que la ha recibido entre lágrimas.
A esta le han seguido temas más recientes, como el primer capítulo de la Bzrp Music Sessions, Vol. 49, que ha empezado a animar a la audiencia a bailar. A esta le han seguido éxitos de su nuevo álbum, como Yo No Sé, Pero Sé o Ron En El Piso, que han sido los encargados de introducir todo un popurrí de temas de Calle 13.
Se ha arrancado con Baile de los pobres, en un bloque del concierto que ha ido elevando al público hasta terminar de ponerlo a todo ello en pie con su clásico Atrévete-Te-Te. Pero ninguno ha resonado tanto como El Aguante, que ha sido, con diferencia, el tema más coreado del espectáculo.
Por Palestina y la educación pública
Como acostumbra a hacer, en las dos horas que ha estado frente al público de Madrid, René ha dedicado su debido tiempo a las causas que cree que así lo merecen. Ha reivindicado su tierra, América del Sur, que ha sido una de las grandes protagonistas tanto en las gradas, desde donde han presumido de los estandartes de Puerto Rico y Venezuela, entre otros países, como en el escenario. Y, por ello, a ritmo de cumbia bossa nova, tango y vallenato, han sonado This is Not America, además del ya clásico himno homónimo a su Latinoamérica.
Ha defendido también su negativa a la guerra. A la de Palestina, por supuesto, como también acostumbra a hacer, por la que ha rogado que "dejen de matar a los niños en Gaza". Pero también la de Ucrania o la de Malí, entre otras tantas. Y no se ha quedado ahí, el de Puerto Rico, además, ha lanzado un mensaje claro a favor de "una educación pública gratuita y de calidad".
Tras El futuro es nuestro se iba intuyendo el final de un show en el que, por supuesto, se ha acordado del pequeño Milo. Y, tras abandonar un momento el escenario, ha vuelto a él junto a Silvia Pérez Cruz, que lo ha acompañado a cerrar el espectáculo con 313, el tema que, precisamente, abre Las Letras Ya No Importan. De esta forma, ha puesto el lazo a una noche que ha guiado a la capital por un agitado baile de emociones.
Madrid ha sido la segunda parada de esta gira que acaba de arrancar. La primera la hizo este sábado también en territorio nacional, en Barcelona. Ahora, pondrá rumbo a Estados Unidos para cumplir con la cita que tiene los próximos 18 y 20 de septiembre en Nueva York y Los Ángeles. Después, le llegará el turno a Buenos Aires, Argentina, donde tocará el día 27 de este mismo mes.