Muere Kris Kristofferson, la leyenda del country que vio nacer la estrella de Barbra Streisand
El icónico cantautor, autor de himnos como Me and Bobby McGee, y ganador de un Globo de Oro por Ha nacido una estrella, ha fallecido a los 88 años.
Kris Kristofferson, una de las voces más influyentes de la música country, responsable de clásicos como Me and Bobby McGee, que también probó suerte en Hollywood, donde ganó un Globo de Oro por su interpretación en la película Ha nacido una estrella, junto a a una desconocida Barbra Streisand, ha muerte este domingo a los 88 años, tal y como ha comounicado el portavoz del artista a la revista Rolling Stone.
Conocido por ser un hombre del Renacimiento, Kristofferson supo mezclar con maestría la sensibilidad poética que aprendió durante sus estudios en Oxford con las marcas que puede provocar el paso por el Ejército, donde aprendió a pilotar helicópteros y alcanzó el rango de capitán. Pese a una prometedora carrera militar, renunció a ella para dedicarse a la música en Nashville, donde después de aceptar un trabajo como conserje en el estudio de Columbia Records, escribió algunos de los clásicos la música country, Help me make it through the night, con la que ganó un Grammy, For the good times y el gran éxito que fue Me and Bobby McGee, con la que Janis Joplin llegó al número uno de las listas.
A principios de 1970, Kris Kristofferson quiso probar suerte en el mundo del cine. Con su voz grave y sin pulir, que resonaba con una honestidad cruda y auténtica. Su éxito lo llevó también a Hollywood, donde protagonizó películas como Ha nacido una estrella, junto a Barbra Streisand, uno de los largometrajes más populares de 1976 y por el ganó un Globo de Oro por su interpretación.
El creador de clásicos country que pudo ser militar
Nacido el 22 de junio de 1936 en Brownsville, Texas, Kristofferson creció en una familia acostumbrada a mudarse de ciudad por culpa de la carrera militar del padre, un general de la Fuerza Aérea de EEUU. Después de graduarse en el Pomona College, donde destacó en deportes como el rugby y el fútbol americano, cruzó el Atlántico para instalarse en el Reino Unido y estudiar en la Universidad de Oxford, a la que accedió tras adjudicarse una Beca Rhodes, uno de los programas de posgrado más prestigiosos del mundo.
A su regreso a Estados Unidos, Kristofferson tomó la decisión de seguir los pasos de su familia y se unió al Ejército. En la Escuela de Rangers no solo se formó y aprendió a pilotar helicópteros, también desarrolló una carrera militar hasta alcanzar el rango de capitán. En 1965, rechazó un puesto de profesor en la Academia Militar de West Point para mudarse a Nashville e intentar alcanzar el éxito con su pasión: la música.
Allí, mientras alternaba su trabajo como conserje para Columbia Records con el de piloto de helicópteros, trasladando a los trabajadores de las petroleras desde Louisiana hasta los pozos petrolíferos en alta mar, escribió algunos de sus grandes éxitos del country , como es el caso de Help me make It through the night, que compuso sobre una plataforma de extracción de petróleo en el Golfo de México.
Pero, quizá, su movimiento más atrevido fue realizado cuando aterrizó con su helicóptero en el jardín de Johnny Cash para entregarle una cinta con algunas de sus composiciones. Después de escuchar esas grabaciones, El Hombre de Negro grabaría más tarde Sunday morning coming down, una de las primeras canciones con las que logró el número uno.
En busca de la libertad con la música
Si algo caracteriza la música y las canciones de Kris Kristofferson es su capacidad para narrar las historias de personajes que tiene el alma perdida, pero que buscan el amor, la redención o el alivio de una tormentosa vida. Uno de sus versos más recordados puede ser el que se escucha en Me and Bobby McGee y que, inspirado en la película La Strada de Federico Fellini, resume la desesperación y el anhelo que describen a los protagonistas de sus canciones: "La libertad es solo otra forma de decir que no tienes nada que perder".
Willie Nelson, uno de sus grandes amigos y colaboradores, describe a Kristofferson como alguien que revolucionó el género country con sus letras sencillas, pero profundas. "Kris llevó la música country de la oscuridad a la modernidad", dijo en una entrevista en 1999.
A lo largo de su carrera, Kristofferson grabó varios discos con su segunda esposa, Rita Coolidge, y en la década de 1980 se unió a Johnny Cash, Willie Nelson y Waylon Jennings para formar el supergrupo The Highwaymen que, con tres discos de estudio publicados entre 1985 y 1995, redefinieron el subgénero outlaw country. Los cuatro miembros del grupo participaron en el olvidable remake de 1986 de La Diligencia, película de John Ford.
El legado en la música y el cine
Además de la música country, la imagen ruda y el estilo desenfadado de Kristofferson también conquistó Hollywood, donde participó en más de una decena de películas, como el western Pat Garrett y Billy el Niño, de Sam Peckinpah, con el que repetiría en Convoy; el largometraje Lone Star de John Sayles o en la saga vampírica de Blade.
Sin embargo, el rostro de Kris Kristofferson siempre estará asociado al de John Norman Howard, la estrella del rock en decadencia de Ha nacido una estrella que lucha contra sus adicciones mientras ve cómo se desmorona su carrera y despega la de su joven amante, un desconocidísima Barbra Streisand.
La película fue un éxito comercial y cultural, gracias especialmente a su banda sonora, en la que Kristofferson y Streisand dan vida a unas canciones que, tal y como sucedió con el Shallow de Lady Gaga y Bradley Cooper en la versión de 2008, forman parte ya de la memoria colectiva. Por ese papel, ganó un Globo de Oro al mejor actor en una película musical o comedia y consolidó su carrera como actor en Hollywood.
Una batalla contra la memoria
Aunque Kris Kristofferson vivió su juventud con intensidad, enfrentándose a los excesos del alcohol y las drogas, dejaría la bebida cuando un médico le advirtió del riesgo que corría su salud si mantenía esos hábitos. "Pensaba que era así como debía vivir un artista", comentó en una entrevista al programa 60 Minutos del canal estadounidense CBS.
"Dios protege a los tontos y a los compositores", apuntó el artista en la misma entrevista. Sin embargo, después de entrar en la década de los 70 años, Kris Kristofferson empezó a sufrir una pérdida severa de memoria, lo que afectaba notablemente a sus actuaciones.
Al principio, los médicos creyeron que se trataba de Alzheimer o demencia, provocados posiblemente por los golpes que recibió durante los años a los que se dedicó al rugby y al boxeo. Pero en 2016, su tercera mujer reveló que le habían diagnosticado la enfermedad de Lyme y que, después de tratamiento, recuperó parte de su memoria.
A pesar de las dificultades, Kristofferson se mantuvo activo y en 2016 llegó a embarcarse en una gira para celebrar su 80 cumpleaños con el lanzamiento del disco The Cedar Creek Sessions, un álbum con versiones de sus canciones más populares. En sus últimos años de su vida, el músico se ha dedicado a causas sociales y políticas, como el apoyo a los trabajadores del campo o denunciando la intervención de EEUU en Nicaragua y El Salvador.