Muere el artista Fernando Botero a los 91 años
El pintor y escultor colombiano ha fallecido en Mónaco.
El artista colombiano Fernando Botero ha fallecido este viernes a los 91 años. El pintor, escultor y dibujante ha muerto en su casa en el principado de Mónaco, según ha confirmado el periodista Julio Sánchez Cristo en W Radio.
El artista, nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, seguía pintando en su estudio hasta que sufrió una neumonía por la que tuvo que ser ingresado, pero el jueves salió del hospital para recuperarse en casa, según informaron en este medio.
"Lamentamos profundamente la partida de Fernando Botero, uno de los más grandes artistas de Colombia y del mundo. Siempre generoso con su país, un gran amigo, y apasionado constructor de paz. Nuestras más sinceras condolencias a toda su familia", manifestó en redes sociales el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Durante su carrera, marcada por las obras con figuras voluptuosas, logró batir récords como congregar a 300.000 personas en el Palacio de Bellas Artes en México o 155.000 en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Nacido en el seno de una familia su carrera comenzó como ilustrador del periódico El Colombiano a finales de los años cuarenta. Tras graduarse en la década de los 50 viajó a España para conocer la influencia de los grandes maestros como Goya y Velázquez. En los 60 vivió en Nueva York, donde tomó influencias de artistas vanguardistas como Pollock y donde se fue haciendo un hueco entre las galerías y el mercado estadounidense.
Tras esto se trasladó a Paris, donde gracias a sus colores vivos sus cuadros y sus redondeadas formas, fueron adquiriendo popularidad en todo el mundo, considerado uno de los artistas vivos más importantes, en los años 90 su popularidad creció gracias a la exposición de sus grandes esculturas de bronce en todo el mundo.
Las obras de Botero pueden encontrarse en lugares como Nueva York, Cartagena de Indias, Barcelona, Londres, Emiratos Árabes o en Madrid, donde dispone de tres obras expuestas (Mano, en el Paseo de la Castellana, a la altura de Nuevos Ministerios; Mujer con espejo, en la Plaza de Colón, y El Rapto de Europa en la Terminal T1 del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas).
Botero estaba considerado el máximo representante artístico de Colombia, dato que sustenta también el precio que han alcanzado algunas de sus obras en subastas. Por ejemplo, en 2022, la escultura Hombre a caballo se vendió en una subasta de la casa Christie's en Nueva York por 4,3 millones de dólares.
A pesar de que la pintura de Botero ha pasado por distintas fases, desde reflejar tradiciones y costumbres populares a reflejar la tauromaquia, también se ha impregnado de la crítica social y en cierta época estuvo marcado por la pérdida de su hijo Pedro en 1974.
Ejemplo de la crítica social de su obra es la serie sobre Abu Ghraib está compuesta por 78 cuadros que representan los horrores de la tortura y de la guerra de Irak y los sucesos por parte de los militares estadounidenses en la prisión de Abu Ghraib, recogiendo declaraciones de las personas allí torturadas.
"Todos los pintores han pintado a las mujeres con gran deleite. Me encanta la carátula de este libro y me parecía algo imposible de hacer, hasta que vi la reproducción tan fiel al original y con tanta delicadeza. Esta obra expresa mi manera completa de pensar sobre el dibujo", explicaba en 2018 el artista con motivo de su presencia en la feria de ARCO en Madrid.
Precisamente, el pasado mes de marzo, la Fundación Bancaja en Valencia iniciaba su programación anual con la presentación de Fernando Botero. Sensualidad y melancolía, una muestra que recorría las siete décadas de producción del artista colombiano.
"Desterrar la palabra 'gordo"
"Es el pintor del volumen", resaltaba en la presentación la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa, quien incidía especialmente en la idea de "desterrar la palabra 'gordo' del vocabulario de Botero".
"Él no se ve pintando gordos ni gordas", subrayaba la comisaria. "Tú no dices una casa gorda, dices una casa volumétrica; no existe una jarra gorda, dices qué jarra tan grande. Ahí está el error, porque no solo hay volumen —en la obra de Botero— en el cuerpo humano, sino que hace absolutamente un volumen de todo lo que pinta".
Así, recordaba una de las historias que contaba el artista para explicar el inicio de la fijación por el volumen en su producción y es la que relataba cómo cuando se encontraba pintando una mandolina le "llamó la atención lo pequeñito que era el agujero de la guitarra" respecto al instrumento, una reflexión que dio lugar al cuadro 'Mandolina sobre una silla' en 1957.
Condolencias institucionales
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha lamentado la muerte de Botero, recordando que era "el pintor de las tradiciones y defectos, de las virtudes". "Fue el pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono", ha escrito en redes sociales.
Por su parte, el ministro de Cultura y Deporte de España, Miquel Iceta, también ha dado el pésame por la muerte del artista. "Descanse en paz. Su huella es imborrable", ha escrito en la red social 'X'.