Itziar Castro: "Hablemos del trabajo y no hablemos del físico de la gente en general"
Entrevista con la actriz de 'Por H o por B', cuya segunda temporada se estrena este viernes en SkyShowtime.
Choni, el personaje de Itziar Castro en Por H o Por B —cuya segunda temporada se estrena este viernes en SkyShowtime— es secundario, pero la intérprete consigue que el espectador desee que salga en todas las secuencias.
"Choni lo hace todo por amor. Incluso cuando la caga", cuenta la intérprete sobre su papel en la serie sobre dos amigas (H y B, interpretadas por Marta Martín y Saida Benzal, respectivamente) que cambian Parla por Malasaña. Esta sitcom española está dirigida por Manuela Burló Moreno y producida por Globomedia (THE MEDIAPRO STUDIO) y LACOproductora, con Javier Pons y Jorge Pezzi como productores ejecutivos.
La actriz destaca que la directora "tiene un mundo en el que los racializados, las diferencias, la diversidad, están superpresentes siempre" pero siempre desde el humor. Ese humor también lo ha aplicado para reírse de sí misma en la vida real y para desmontar a los haters que la atacan por su cuerpo, aunque también reclama que es necesario un cambio en la sociedad.
Dice Manuela Burló Moreno que el personaje de Choni reclama más protagonismo...
¡Queremos spin-off de Choni!
Eso te iba a decir, tú lo ves, ¿no?
Hombre, la verdad es que Manuela me ha hecho un regalazo porque en esta segunda temporada Choni es como una feria, pasa por todos los estadios: llora, ríe, canta... lo tiene todo. Además en 30 minutos, es como ¿le puede pasar algo más? Es una fantasía. Yo lo agradezco, me lo he pasado muy, muy bien, hemos tenido nuestros sufrimientos, pero también pero ha sido muy chulo.
En la vida real, ¿eres más de Parla o de Malasaña?
Pues es que a mí me gustan mucho estas contradicciones de las dos cosas en una. Como fan, soy fan absoluta de Choni. Creo que las chonis se merecen todo, ya se demostró en la primera temporada, en ese capítulo Choniland, que están todas en la Fabrik. En esta segunda temporada, cuando vuelven a Parla, también crece. El mundo choni tiene algo muy auténtico, muy de verdad, que no hay ese postureo y esa parte emocional de la familia. Me quedo con Parla, creo.
Hay una escena de esta temporada en la que cantas... y no sólo eso, sino que lo haces en inglés. ¿La temías o estabas deseando?
Estas son las cosas que no le puedes decir a Manuela. Cuando me dice ‘va a haber segunda temporada’ y le digo ‘pues la segunda temporada, musical’. Y me dijo ‘venga, ¿qué quieres cantar?’. I Will Survive es una canción que me acompaña. Lo difícil es intentar no cantar bien, porque Choni no sabe inglés. Yo que hablo y canto en inglés y que esta canción es la que cierra mi espectáculo personal —para mí es un leitmotiv—, era muy difícil hacerla desde el punto de vista no de Itziar sino de Choni al ser una canción que tengo tan aprendida. La referencia siempre era como todos los cantantes de Operación Triunfo que no saben inglés, pero que se lo aprenden fonéticamente y suena bien.
Hablabas antes de esa montaña rusa que es tu personaje, que llora, ríe, le pasa de todo... ¿qué es más difícil para ti, reír en pantalla o llorar?
Creo que lo más difícil en pantalla es a veces defender proyectos o cosas que no están bien escritas. En este caso no pasa. Manuela lo tiene tan bien escrito, que en realidad es disfrutarlo. Lo más divertido de Choni es que está llorando y de repente pasa algo y ‘¿ein? En el primer capítulo está llorando, se encuentra a Rebeca y dice ‘sí, y yo soy Chenoa’. Y ella luego sigue llorando. Como todo el tiempo está llorando, riendo... no me daba tiempo a pensar cómo estaba. Vas haciendo. Pero es que el ser humano es así en realidad.
Con Marta, ¿cómo habéis trabajado esa relación de hermanas? Porque compartís muchas escenas.
Lo que te digo, está tan bien escrita que es muy fácil conectarse. También tuvimos mucha sintonía en la primera temporada a pesar de que yo no estaba en todos los capítulos. Con Saida también, con todas. Pero hay una cosa en los personajes: en el fondo, en el fondo, aunque no quieran, se quieren mucho. Yo he trabajado desde ahí: Choni lo hace todo por amor. Incluso cuando la caga. Ella la caga mucho, pero lo hace con amor, porque lo que quiere es ayudar. Por eso la ves tierna, naif, es ese punto de soñadora.
Una cosa muy guay de esta serie es que muestra cuerpos no normativos, unos personajes que son una gozada... ¿qué opinas tú?
Manuela tiene un mundo en el que los racializados, las diferencias, la diversidad, están superpresentes siempre. De hecho, quería más gordas, y le costaba encontrar, la verdad. A mí me parece lo natural, lo lógico... Si todos miramos alrededor, todos somos diversos. Nos han metido en la cabeza que todos tenemos que ser iguales, como los maniquíes de las tiendas, pero siempre lo digo: mis hermanos son gemelos y son distintos. Y ellos no se ven iguales. Todos somos diversos, todos los cuerpos son válidos y todos los tamaños, procedencias... Es verdad que lo hace desde un punto de vista muy pasado de vueltas, muy humorístico, pero a la vez nos ama. Aunque te puedas reír en un momento dado de las gordas, de los chinos, del enano, en realidad lo que está haciendo es una oda a la diferencia. Creo que eso hay que agradecérselo a Manuela y a los productores por arriesgar. Normalmente cuando te viene un producto en el que los personajes son diversos, el 'no' está por delante. Que hayan apostado por eso me parece genial.
Hablando con Marta afirmaba ‘yo soy la primera que me río de mi gordura’ y que su personaje igual. ¿Eres de la misma opinión?
Creo que hay una cosa que con los años cambias. Yo siempre me he reído de mí misma. A mí me hicieron bullying de pequeña, entonces hay un momento en el que tú te adelantas a eso y les desarmas. Y yo lo hago con todos los haters que me desean la muerte y cuando me llaman ‘ballena’ lo primero que hago es mandarles un gif de una. Soy la primera que me adelanto a eso y les quito hierro, pero es verdad que hay un documental de una cómica, Nanette, que hablaba de que ella misma había utilizado el humor para evitar los golpes por ser diferente y llegó un día que dijo ‘no quiero reírme más’ y creo que también está bien. Es importante reírse de una misma, pero también hay que decir ‘no hace falta que me preguntes siempre en una entrevista cómo es sentirse gorda’. Y eso no sólo depende de mí.
También de esta parte.
Exactamente. Y también depende del público y de la gente. Es verdad que los personajes se ríen de que son gordas, pero desde la naturalidad. Igual que ella quiere hacer pole dance. Para Choni no hay diferencia. Hay un poco eso: ¿tenemos que reírnos de nosotros mismos? Sí. ¿El humor es maravilloso? Sí. ¿Hay que desarmar a la gente y que las palabras son palabras? También. Pero también tenemos que intentar ya evitar hablar de esos temas. Hablemos del trabajo y no hablemos del físico de la gente en general. Y entonces habrá más personas gordas haciendo de médicos, como en Anatomía de Grey u otras series, habrá más personas racializadas que no hacen ni de prostitutas, ni de camellos... Al final la naturalidad es lo que cambia todo. El humor también, pero creo que hay un trabajo nuestro como sociedad importante.
Cuando tras los premios Feroz hubo esa denuncia de Jedet fuiste una de las personas que alzó la voz. No sé si este tipo de comportamientos los has visto en primera persona, si es algo que suela ocurrir en estas fiestas...
No. Es algo que ocurre en la vida diaria. Mira lo que ha pasado con Alves. Por desgracia, estamos en un momento en el que hay más feminicidios que nunca. Si empiezas a hablar con tus amigas, la mayoría han recibido vejaciones, tocamientos, incluso cuando eres pequeña... Vivimos en una sociedad que no le damos importancia a ciertas cosas, entonces no es una cuestión de nuestra profesión, es una cuestión de la sociedad, que es una sociedad machista, patriarcal. Creo que denunciarlo y tener esa posibilidad de decirlo públicamente hace que la sociedad cambie y que nos demos cuenta de que el machismo y la violencia machista no sólo es que te maten, no sólo es que te peguen, es que una vejación en tu puesto de trabajo, en la calle, en un bar o unas amigas... Que un baboso venga a meterse contigo, eso es una agresión y nos parece normal. Lo hemos vivido como normal, le damos la vuelta, el humor... A mí me ha pasado que en un momento dado me han tocado el culo, pues yo he tocado culo, le he dado la vuelta porque yo soy cabaretera y me río y tal, pero creo que está bien decir ‘yo me puedo reír, pero eso no debería ser normal’. Creo que va más allá de una profesión, por desgracia está en muchos lados.
Y en la profesión, ¿es más difícil hacer comedia pero, en general, está menos valorada?
Sí, la comedia es la que más público atrae y, a la vez, la que menos premios o consideración tiene dentro de la profesión, cuando realmente hacer humor es muy complejo. Tiene un tempo distinto, una dramaturgia distinta... No es que sea más fácil hacer llorar, pero sí tiene menos dificultad a la hora de escribir, dirigir, etc. Al final creo que hay que hacer lo que a uno le mueve como artista; a Manuela le mueve escribir desde el humor, desde casi llegar a la parodia sin ser parodia, porque en realidad hay mucha verdad en todo lo que pasa. Creo que dentro de la comedia hay, aparte de mucha honestidad, mucha sensibilidad. La relación entre H y Choni es precisamente eso, el amor. Ellas se pelean, discuten, pero siempre hay ese amor y esa sensibilidad por detrás. Por eso se sostiene una serie también. Creo que para hacer comedia tiene que haber mucha emocionalidad debajo y mucha verdad.
Ahora que se acercan las elecciones locales y autonómicas, ¿qué propuesta cultural te gustaría encontrarte en un programa electoral?
Creo que en todos los programas electorales debería haber una parte para la cultura en general. La cultura nos hace pensar, nos hace sentir, nos hace crecer, nos hace ser libres, y por lo tanto, debería tener un peso importante, igual que la sanidad, igual que la educación, la sostenibilidad o la economía. Y fuera pasa, nuestros vecinos en Francia tienen un programa cultural con beneficios fiscales, con ayudas... Creo que además es un patrimonio que cuidan. Pero como hace ser libres y pensar, hay gente a la que no le interesa mucho. Pero la cultura también nos salvó la vida en la pandemia. Hay que dar las gracias y no olvidar, pero bueno, como también nos olvidamos de lo de que aplaudimos. A lo mejor hay que refrescar un poquito.
Y cuando quedan también pocos días para que llegue el Orgullo, si te ofrecieran dar un pregón, ¿harías alguna reivindicación?
Yo ya he sido pregonera del Pride, en Barcelona, y aquí el año pasado después de la carroza estuve cantando. Este año también me han pedido que esté. He colaborado mucho con COGAM, con la FELGTB, he sido pregonera en la pandemia con las actrices de Veneno, que estaba nuestra querida Isabel... o sea que siempre que me llamen estaré y siempre hay que reivindicar, evidentemente. Hay que reivindicar que necesitamos un mundo en el que los derechos humanos no se tengan que pedir. Y en el momento que alguien no valora los derechos humanos, pues yo estoy totalmente en desacuerdo con esa actitud, porque creo que son lo más importante que tenemos en la vida y poder ser libres, en todos los sentidos.
Por desgracia, nos quedan muchas reivindicaciones, no una. Hace unos días a una pareja de chicos en Gipuzkoa les reventaron la cara simplemente porque estaban en un bar tomándose algo y se hicieron una carantoña. Aún estamos en ese momento. Tenemos más libertades, podemos hacer una serie como Por H o por B que tiene un Pride maravilloso con una salchicha gigante, pero también puedes ir a un bar donde te increpan y te revientan la cara simplemente por ser. Que ya no es por ser diferente, es ser. Simplemente por ser tú te pueden reventar la cara y eso, lo siento, pero hay que reivindicarlo siempre y hay que educar.
Afortunadamente tanto en la cultura como en otros ámbitos va habiendo más referentes LGTBI. ¿A ti misma te lo consideras?
A mí me han puesto de referente de muchas cosas y nunca he querido ser referente de nada. Yo quiero ser yo misma, lo que pasa que para ser yo misma, que soy lesbiana, soy feminista, soy mujer XXL... Es lo que soy, no es que me haya querido poner ninguna bandera, pero sí es importante que lo que no se visibiliza no existe. Me gustaría que hubiera referentes LGTBI en la política, que ya hay, pero cada vez más, y en los deportes, en los toros, en el fútbol... Que también hay, están, están, os lo aseguro. Que tengan el valor, igual que lo tienen en el campo, en los medios, porque eso cambia. Que yo sea o no sea referente o que yo dé la cara no cambia [la sociedad] de la misma manera que si lo hace alguien que viene de una parte tan machista, xenófoba, homófoba. Eso cambia muchísimo más. Ojalá salgan más porque eso ayudará mucho a cambiar conciencias, sobre todo a esas personas que va a lugares como los campos de fútbol e increpa a otras personas, y les insulta con gritos xenófobos y homófobos.
No he querido ser referente, pero entiendo que haya gente que me vea como referente. Mi objetivo en la vida era ser actriz y ser yo misma. Lo que nunca he estado en un armario encerrada ni nada, porque he tenido la suerte de tener una familia que me ha dejado ser libre desde siempre. Me hace gracia una cosa, que me dicen que soy valiente por ser yo misma. Qué país y en qué mundo estamos en el que ser uno mismo sea valiente, qué triste. Valientes son los que están cada día salvándonos la vida, los que están luchando en lugares inhóspitos...
Como actriz, ¿tienes algún papel soñado, algo que te encantaría que llegara a tus manos?
Tengo muchos, pero me encantaría hacer una comedia romántica superheternormativa y patriarcal. Como las que hace Julia Roberts, de esas, pero en la que en ningún momento se diga que soy gorda, porque ya se ve, y que el chulazo máximo sea el más guapo de todos. El día que hagamos eso, habrá habido un cambio porque dirán que alguien se atreva a producir eso... De momento, he empezado por hacer un corto mío que se llama La cita, en el que soy directora, productora, guionista, actriz, canto, y es una comedia romántica, pero es LGTBI. Espero algún día que haya una peli así, no porque quiera ser protagonista, porque en realidad a mí me gusta mucho ser la actriz de reparto, pero sería fantástico. Ahora, me encantaría ver las preguntas vuestras como periodistas, os explotaría la cabeza: ‘Y cómo es el que el chulazo de turno..’ Pues normal, natural, qué más da, ¿por qué tenemos que pensar qué hace ese con una gorda? A ver si Sky Showtime me escucha [risas]. Ojalá algún día. Y si no la protagonizo yo, no pasa nada. Hace falta. Es lo mismo que cualquier peli romántica que ves a Julia Roberts y al otro pero que ella es gorda, fin, pero no es un hándicap. Que el conflicto sea otro, que no sea el físico.