Los grandes amores de Carmen Sevilla

La vida profesional de Carmen Sevilla, icono del cine, la música y la televisión, da para rellenar varios tomos y su faceta personal no se queda atrás. Apodada la novia de España, María del Carmen García Galisteo —su nombre real—, fueron dos hombres los que marcaron su vida: Augusto Algueró y Vicente Patuel. 

Sevilla se casó con el primero, compositor de éxitos como Noelia o La chica ye-yé, el 23 de febrero de 1961 en la basílica del Pilar de Zaragoza. Se habían conocido en el rodaje de La fierecilla domada dos años antes. En agosto de 1964 fueron padres de un niño, también llamado Augusto, que sería el único hijo de la artista.

"Pude haber sido madre en tres ocasiones", recuerda Lecturas que contó años después, en referencia a dos abortos anteriores a su matrimonio, en una época en la que su carrera despegaba tan meteórica que hasta le llegaban ofertas de Hollywood. Sin embargo, se quedó en España por amor. El matrimonio no prosperó y terminó en un divorcio en 1974.

El siguiente gran amor de Carmen Sevilla llegó cerca de un año después. Se trataba del empresario Vicente Patuel, a quien ya había conocido cuando él le pidió un autógrafo allá por el año 48.

Tras una década de relación, se casaron en 1985 en Arcos de la Frontera (Cádiz). Tras dejar el cine, se trasladaron a una finca de Extremadura donde Patuel se dedicaba a la cría de ovejas. Él falleció en el año 2000, cuando ella ya había retomado su carrera, ésta vez en televisión.

"Era un ser especial, único. El hombre de mi vida. El hombre que supo comprenderme, que me quiso, con el que sentí absolutamente compenetrada", dijo en una ocasión sobre Patuel, como recuerda ¡Hola!