Bob Pop: "Irene Montero es una tía muy valiente y creo que tiene ganas de mejorar las cosas"

Bob Pop: "Irene Montero es una tía muy valiente y creo que tiene ganas de mejorar las cosas"

Entrevista con el escritor y guionista que publicar su nuevo libro, 'Días simétricos'.

Bob Pop, este lunes en MadridEuropa Press via Getty Images

"Una foto fija de mi cabeza". Así describe Roberto Enríquez, más conocido como Bob Pop, su nuevo libro, Días simétricos (Alfaguara), que le está llevando de gira por España como si fuera la mismísima Madonna. Entre presentaciones, firmas y entrevistas, el presentador y guionista saca tiempo para charlar con El HuffPost en la terraza de un hotel madrileño cuando el calor todavía no aprieta demasiado. 

En esta nueva obra, el autor vuelca sus pensamientos en el papel siguiendo un año de su vida pero también recogiendo pinceladas del pasado y reflexionando sobre él mismo, la sociedad que le rodea o la política. Es algo parecido a lo que hace durante toda la charla, en la que muestra transparente opinando sobre la situación de la izquierda, la reivindicación de los derechos del colectivo LGTBI o su experiencia como persona con discapacidad. 

¿Por qué decidiste volcar tus reflexiones en este libro?

Porque me apetecía contar una historia, muchas historias, a través de mi filtro, a través de todo lo que había leído, escrito, pensado, vivido... y me parecía que el formato de un diario collage era muy bueno para esta cosa fragmentaria, para enseñar el mapa de mi cabeza. Y al tiempo construir un relato que al final tiene un componente lineal que me pareció muy interesante que es seguir mi vida durante un año entero con todo lo que va pasando, años antes, libros ajenos, etc.

¿Te resulta más sencillo escribir con pequeñas pinceladas que hacer algo más parecido a una novela?

Sí porque es como tengo ahora mismo la cabeza estructurada, y porque además hacer una novela implica, o a mí me implica ahora mismo, construir un mundo de ficción aunque sea para acabar contando una verdad que soy incapaz de imaginar. Entonces yo siento que como he perdido la imaginación, o la he perdido para la fantasía, yo estoy con una imaginación ahora para buscar alternativas, soluciones, ideas, y me parecía mejor no ponerles guarnición sino llevarlas directamente.

  Portada de 'Días simétricos', de Bob PopALFAGUARA/PENGUIN RANDOM HOUSE

Así que las personas que lean el libro van a ir al grano

Exactamente, es una traslación de mi cabeza. Es una foto fija de mi cabeza.

En una de las presentaciones del libro decías que necesitas escribir, ¿te sirve para procesar tus sentimientos, tus pensamientos?

Es que la escritura es la única forma que tengo de pensar. Yo no pienso en seco, ni al vacío, ni en la voz interior, sino que la escritura al final es la forma que tengo de plasmar y de ir ordenando las ideas, de ir desovillándolas, de ir sacándolas del puzle pieza a pieza y sobre eso mirarlas y escribir.

"La escritura es la única forma que tengo de pensar"

Tu diario anterior era Días ajenos, ¿por qué ahora simétricos?

Pues porque he hecho un ejercicio en el que no quería... Días ajenos está lleno de vidas perpendiculares, donde voy relacionando los diarios de otros y otras con los mismos, mis propios diarios de un tiempo a otro, y sin embargo en este lo que quise hacer fue tener ahí mi pasado, pero no cruzarlo en ningún momento, no hacer ninguna perpendicular de mi presente con ese pasado. Solamente mirarlo desde el lugar en el que estaba, que me servía para explicarme dónde estaba pero sin intentar establecer una unión entre ellos.

¿Has descubierto cosas de ti que no tenías presentes?

Siempre descubres cosas porque al final escribes para aprender y para descubrir pero sí he descubierto sobre todo que hay una necesidad constante mía de mirar las cosas y explicarlas desde cualquier lugar posible lejos del lugar manido. De mirar y pararme a pensar, retrasar el chiste o la ocurrencia rápida y entrar por otros sitios y encontrar otros lugares.

Y más ahora que vamos tan rápido, ¿no?

Sí, también era mi manera de desconectar. De desconectar, buscar lo que había y parar y pensar qué estaba mirando, qué estaba pensando y qué estaba sintiendo.

Recuperaste hace unos días en Twitter una reflexión del libro sobre Irene Montero y te preguntabas si seguiría teniendo ganas, ¿crees que después de todo lo que ha pasado en los últimos días le quedarán ganas? 

No lo sé, espero que sí. Confío en que sí, yo creo que es una tía con mucho arrojo, muy valiente y creo que tiene ganas de cambiar y mejorar las cosas.

"Irene Montero es una tía con mucho arrojo, muy valiente y creo que tiene ganas de cambiar y mejorar las cosas"

Y tú personalmente, como persona de izquierdas, ¿cómo te sientes con todo lo que se está viendo estos días?

Pues mira, yo siento que me falta información para lanzarme a opinar ahora, o a pensar o a sentir o a dejarme llevar, con lo cual yo quiero esperar un poco, ser prudente y con toda la información lo más verosímil y verídica posible formarme un juicio. Pero no quiero lanzar a las hordas porque no quiero sentir que me están empujando a opinar antes de tener el material suficiente para hacerlo.

Quizás ahora reaccionamos a todo al momento, ¿no?

Sí, inmediatamente. Mira, escribir también me ha ayudado, sobre todo para un libro en papel, me ha ayudado mucho a no tener prisa en ser el primero en decir algo de cualquier cosa, y eso está muy bien con el papel. Y también con la lectura, porque te das cuenta de que hubo gente hace mucho tiempo que ya fue el primero en decir lo mismo que tú crees que se te acaba de ocurrir.

¿Crees que de aquí a julio se puede recuperar la ilusión del votante de izquierdas?

Yo voy a hacer lo que pueda para contribuir. Yo desde luego la tengo, con lo cual voy a intentar contagiarla. Lo que esté en mi mano.

"El voto de izquierdas funciona como contrapoder y tener un contrapoder político de todo el poder económico, empresarial, social... es muy importante. Votar a las derechas para que sean un aliado del poder me parece que es dejarnos aplastar"

Algunas personas han dicho que quieren abstenerse porque nada les representa al 100%, ¿es mejor pararse a pensar antes que arrepentirse cuatro años?

Lo que hay que hacer es ir votando, votar, conseguir un gobierno de izquierdas, o lo más de izquierdas posible y en ese tiempo ir trabajando. Las elecciones no son el final de nada sino que son el principio de algo, y me parece increíble a que estemos jugando a que son el final, como el punto. Y no, no, no, en realidad las elecciones suponen el comienzo de un montón de trabajo y desde ese lugar se pueden ir haciendo cosas y creo que tenemos que tener claro algo respecto al voto de izquierdas. El voto de izquierdas funciona como contrapoder y tener un contrapoder político de todo el poder económico, empresarial, social... es muy importante. Votar a las derechas para que sean un aliado del poder me parece que es dejarnos aplastar.

Igual la gente no es consciente de lo que puede venir en los próximos cuatro años

No somos conscientes cuando pensamos ‘la izquierda ha estado cuatro años en el poder y no han hecho todo lo que habían prometido’. Obviamente no ha dado tiempo, han tenido muchísimos palos en las ruedas... porque además hay que entender que el sistema está hecho para la derecha. Al final es entrar y construir desde lugares muy complicados y creo que dentro de todo se ha hecho bastante bien y que hace falta repetir y seguir ahondando en las cosas y mejorando. Sobre todo mejorar la vida de la gente y mejorando el país que yo es lo que siento que ha pasado. Pero es que a lo mejor el apocalipsis es muy atractivo, tanto para quienes lo desean porque les sale rentable, como para quienes lo desean porque les va a dar la razón, es la profecía autocumplida. Y yo no juego a eso, yo creo que de verdad no podemos dejarnos llevar por la escenificación cuando la vida real es mucho más importante.

"Yo podría entender que la gente no votara a la izquierda porque pensara que es gafe. Porque llega al poder y hay una crisis mundial con Zapatero y una pandemia con Sánchez, y dices ‘oye cuidado a ver si hay una maldición’. Pero hay que arriesgarse porque a lo mejor lo terrible va a llegar igual pero nos va a pillar en manos de gente a la que no le vamos a importar"

Hablas de que se ha mejorado la vida de la gente, ¿crees que sería útil para la izquierda repetir como un martillo pilón todo lo que se ha hecho estos últimos cuatro años?

Sí, sería muy útil. No solo lo que se ha hecho sino también decir 'se ha dejado de hacer esto y queremos seguir haciendo todo esto'. A lo mejor el poder adquisitivo de mucha gente ha bajado, pero también se ha subido el salario mínimo. Y el salario mínimo no es solo para la gente que gana el salario mínimo, se convierte en un baremo, en un mínimo sobre el que la gente que gana más que el salario mínimo tiene derecho a más. Se han hecho planes sociales, se tiene que ahondar en una ley de la vivienda que se ha hecho y es mejorable, obviamente, una reforma laboral que es mejorable, derechos feministas, LGTBIQ+… Toda la excepción ibérica para la energía. Se han hecho muchas cosas y hemos vivido una pandemia, una guerra, un volcán... Yo podría entender que la gente no votara a la izquierda porque pensara que la izquierda es gafe. Porque llega al poder y hay una crisis mundial con Zapatero y una pandemia con Sánchez, y dices ‘oye cuidado a ver si hay una maldición’. Es la única razón por la que no entendería que la gente no votara, pero hay que arriesgarse porque a lo mejor lo terrible va a llegar igual pero nos va a pillar en manos de gente a la que no le vamos a importar.

Que es lo que podría haber pasado con la pandemia

No quiero ni pensarlo. Si la pandemia se hubiera gestionado como se gestionó la crisis financiera seguramente ahora estaríamos en otro lugar muy distinto.

A pocos días del Orgullo seguimos viendo agresiones homófobas, tránsfobas... ¿Crees que hemos dado pasos hacia atrás?

Tengo la sensación de que el avance es imparable. Pero más que pasos para atrás nos están impidiendo seguir avanzado y creo que es algo muy característico de un sector reaccionario que de pronto ha visto que se están cambiando las cosas, que hay avances reales y necesitan detenernos. Es su rabia, es su impotencia y es su pérdida de privilegios y su violencia la que está produciendo esto. Y además se está legitimando un discurso muy peligroso y ese discurso acaba siendo un caldo de cultivo para agresiones lgtbifóbicas.

¿Se están envalentonando, no?

Sí, es esta cosa tan derechona del ‘sin complejos’. Y yo creo que para muchas cosas es mejor que la gente tenga complejos. Para ser un cenutrio... pues no es que tengas complejo de cenutrio, es que eres un cenutrio.

"Todos estos homófobos, lgtbófobos, machistas... tendrían que plantearse cuánta de su vida es más libre, es mejor, más relajada gracias a los avances de libertad de los colectivos feministas y LGTBI"

¿Piensas que había cierto sector que estaba cómodo con que las personas LGTBI existieran y tuvieran algunos derechos pero que no hicieran ruido?

Exacto. Y cuando de repente se cambia el paradigma, la mentalidad, cuando se entiende que no somos unas personas que viven en los márgenes sino que estamos ocupando un espacio mucho mayor y ampliando el espacio mayor hasta los márgenes, eso lo que hace es crear un lugar mucho más amplio, más diverso y más interesante. Y todos estos homófobos, lgtbófobos, machistas... tendrían que plantearse cuánta de su vida es más libre, es mejor, más relajada gracias a los avances de libertad de los colectivos feministas y LGTBI. Creo que ahí entenderían que incluso su masculinidad tóxica es muchísimo menos opresiva de lo que lo era antes. Y hay muchas más formas de ser hombre, muchas más formas de ser mujer, muchas más formas de ser heterosexual y toda esa amplitud creo que es liberadora, con lo cual, que se suelten que de verdad no pasa nada.

Has hablado de que te has sentido a veces más discriminado por tener una discapacidad que por ser homosexual, ¿te sigues encontrando esa discriminación?

Yo te hablo desde el privilegio de tener un entorno maravilloso tanto en lo personal, como emocional, como profesional, pero por ejemplo hay una cosa con la que yo me encuentro, yo hago un monólogo en teatro, y por ejemplo hay un montón de teatros que han ido aprendiendo que tienen que haber espacios para personas con movilidad reducida en el patio de butacas, pero que no habían entendido que las personas con discapacidad también podemos ocupar los escenarios. Y de repente descubrías que era accesible como espectador pero no como intérprete. 

Yo me he encontrado con teatros en los que no podía actuar porque no podía acceder. Luego también me he encontrado, y esto me ha parecido precioso, con teatros que han reformado el espacio para que yo pudiera actuar, y eso ya no solo por mí, sino por todos y todas los que vienen detrás. Las barreras no son solo físicas, también son mentales, pero esas barreras mentales da igual que las liberes, tú mismo no puedes borrarlas. Pero si tú creas la posibilidad de estar en los sitios, tú también abres ese espacio en tu propia cabeza. Si alguien me ve a mí en silla de ruedas en un escenario piensa que en su silla de ruedas también puede estar en ese escenario, que no es un espacio vedado para alguien con problemas de movilidad y eso es superimportante pero tiene que empezar desde lo real, lo físico, para cambiar el imaginario, no al revés. Que no piensen que tienen que conformarse con estar mirando el espectáculo sino que pueden ser parte del espectáculo.

"Si alguien me ve a mí en silla de ruedas en un escenario piensa que en su silla de ruedas también puede estar en ese escenario, que no es un espacio vedado para alguien con problemas de movilidad y eso es superimportante"

Precisamente se quejaba hace unos días Echenique de que en cuatro años que lleva de portavoz no se había hecho la reforma del Congreso

Sí, y además cuando se ha planteado de lo único que se hablado es del dinero que costaba adaptar el Congreso. Pero nadie ha pensado en cuánta gente, si el Congreso se hubiera adaptado, habría pensado en la posibilidad de dedicarse a la política. Y eso no tiene precio.

Dices en tu libro que cuanto más discapacitado, más comunista, ¿le das ahora menos valor a lo material?

Cada vez me importa menos acumular. Me importa lo material, porque lo material es lo que me proporciona una buena calidad de vida, pero no me interesa lo material desde un ámbito capitalista. Yo no quiero tener que producir más, ganar más, para vivir bien. Me gustaría que hubiera unos mínimos y una sociedad donde yo no tuviera por qué trabajar para ganar dinero sino trabajar para crear entre todos una sociedad mejor donde todo el mundo tuviera su lugar y unas condiciones dignas de vida y eso no pasaría por la acumulación sino por el trabajo por el bien común. Cada vez estoy más obsesionado con eso.

¿Todavía tenemos que cambiar el chip como sociedad en el tema de producir más, de casi hasta sentirte mal por estar en el sofá mirando al techo?

Es terrible y creo que las redes sociales han tenido mucha culpa de eso. No hemos sabido diferenciar cuándo estábamos trabajando y cuándo estábamos de ocio. Yo creo que ha pasado algo, puede ser una teoría absurda, pero tengo la sensación de que en los últimos 20 años hemos pasado de sentirnos ciudadanos solo como consumidores, sentíamos que el único modo de intervenir en la sociedad era consumiendo en ella, y ahora como hemos perdido poder adquisitivo, llegó la crisis... y de repente solo formamos parte de la ciudadanía como productores. 

"Dejemos de consumir y de producir y empecemos a ser y a vivir"

Yo por ejemplo siento que en mi caso eso se ha acentuado desde que estoy en la silla de ruedas, es como si producir me obsesionara para que no se me arrinconara, como si fuera lo que me da el carnet de ciudadano. Estoy aquí y produzco, y como produzco no podéis dejarme a un lado. Pero me gustaría no tener que pensar así y me gustaría que no fuera así, porque además ya está, no hay que producir tanto. Es que en realidad la mayor parte de lo que producimos se acaba convirtiendo en basura que destruye el planeta con lo cual dejemos de consumir y de producir y empecemos a ser y a vivir. Es todo muy mercantilista, materialista y además no es placentero, porque hay una sensación de deber, de obligatoriedad, de las cosas que impide que siga siendo divertido.

Compartiste en Twitter la entrevista de Juana Dolores y dijiste que te ibas a preparar bien la promoción de tu libro. ¿En qué te gustaría cagarte como ella? ¿Tienes ganas de cagarte en todo habitulmente?

La verdad es que admiro mucho a Juana Dolores pero yo no sé si sería capaz. Además hablé con Willy Toledo de esto porque claro, cuando la vi me pareció muy guay pero luego pensé: ¿esto nos beneficia o nos perjudica? ¿Que haya Juana Dolores significa que todavía hay espacios de discrepancia y de rebeldía en los medios convencionales o solo somos una anécdota que además refuerza la mentira de los medios de comunicación que luego dicen ‘veis cómo hay libertad de expresión que esta está aquí’? Entonces no lo sé, yo creo que soy demasiado buenecito para hacer esas cosas, pero creo que al final intento hacerlo de un modo en el que también funcione y suenen y resuenen cosas que a lo mejor no se ven mucho en televisión. Me gusta mucho estar donde no se me espera, hasta que descubran.

Y de cara al futuro, ¿qué te gustaría hacer?

Me gustaría hacer la segunda temporada de Maricón perdido, estoy escribiendo una obra de teatro nueva, me gustaría seguir en La Marea, en la SER, seguir haciendo todo lo que hago y estar contento y feliz y hacer aquagym con señoras.

¿Ah, sí?

Sí, aquagym con señoras es mi siguiente objetivo, voy a empezar. Me lo ha recomendado mi neurólogo y estoy encantado.

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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: uxia.prieto@huffpost.es