Por qué Blanca Portillo recogió un premio en vaqueros: el discurso que habría que escuchar en bucle
"Os estaréis preguntando qué hace vestida así esta mamarracha en una noche de lujo y esplendor".
La actriz Blanca Portillo recogió este domingo el Premio Sur en la 26º edición del Festival de Málaga. "Os estaréis preguntando qué hace vestida así esta mamarracha en una noche de lujo y esplendor", comenzó su discurso de agradecimiento, recogido por El cine en la SER. Para subrayar sus palabras, Portillo se alejó un momento del atril para exponer al público su ropa: camiseta blanca, vaqueros y deportivas.
"Ha sido una decisión muy pensada. Esta noche no estoy aquí para defender un personaje o un trabajo concreto. Estoy aquí porque habéis decidido poner en valor el trabajo de casi 40 años dedicados casi de forma enfermiza a la interpretación y puesto que es eso lo que estáis valorando, quiero recibirlo como persona, no como actriz, y esto es sencilla y llanamente lo que soy, Blanca", argumentó la intérprete.
Portillo se mostró como "un ser humano despojado de lujos y disfraces, sin aditivos, ni colorantes, ni conservantes": "Una mujer de 59 años que la mayor parte del tiempo tiene miedo y frío y que necesita desesperadamente cariño y apoyo. Que prefiere los vaqueros a los trajes de noche. Las cañas con los amigos al champán de las fiestas, que prefiere el amor a la admiración".
La intérprete hizo reír al auditorio al compararse con Brad Pitt. "Tenemos casi la misma edad, exactamente la misma nariz, idéntica. De la mía se sacan cuatro suyas, pero son idénticas", bromeó.
"Lo otro que tenemos en común es que ambos hemos tenido que luchar contra nuestro físico para que se valoraran nuestras capacidades actorales, solo que al revés. Él ha luchado contra su belleza para demostrar que es más que un cuerpo y un rostro hermosos y yo, contra mi falta de belleza para demostrar que sin ella también se puede ser actriz", defendió.
Por último, la actriz aprovechó para lanzar un mensaje "de fuerza y de esperanza" a quienes alguna vez les han dicho "que les hace falta el físico" para dedicarse a su profesión.
Como citó, lo que verdaderamente hace falta es "amor, esfuerzo, formación, capacidad de soñar lo que no existe, valentía para sobreponerse al miedo, respeto por ti mismo y por quienes te rodean". Y, por supuesto, "cultura, trabajo y devoción", elementos que aumentan con los años y la práctica. "Todo lo demás, se lo lleva el tiempo", resaltó.