Ay, mamá: la enorme influencia del jurado en el resultado del Benidorm Fest
Aunque la mitad de los puntos los otorga el público, el sistema de voto favorece a la candidatura más apoyada por el comité de expertos.
El Benidorm Fest 2024 celebrará este martes su primera gran semifinal en el Palacio de los deportes L´Illa de la turística ciudad alicantina [Horario y dónde ver por televisión en directo la gala]. Ocho de los candidatos a suceder este año a Blanca Paloma en Eurovisión competirán por hacerse con una de las primeras cuatro plazas para la final de una edición sin un claro favorito. Las casas de apuestas sitúan a Dos extraños (cuarteto de cuerda), el bolero del canario St. Pedro, como la primera opción para el triunfo, aunque los eurofans internacionales parecen posicionarse a favor de Sofía Coll y su Here to stay, mientras que la canción con más reproducciones en las plataformas digitales es el himno feminista Zorra del dúo Nebulossa.
Precisamente, la pareja alicantina será la encargada de cerrar el show de esta noche, tras las actuaciones de Lérica, Noan, Sofía Coll, Mantra, Miss Caffeina, Quique Niza y Angy Fernández. El sistema de votación del Benidorm Fest 2024, que estará presentado por Ruth Lorenzo, Marc Calderó y Ana Prada, será igual que el de las dos anteriores ediciones: el 50% de la decisión corresponderá al jurado profesional y el otro 50% al público, dividido a partes iguales entre televoto y jurado demoscópico. Y al igual que el año pasado, en caso de empate ganará la candidatura que reciba la mejor puntuación del jurado profesional.
Pero la enorme influencia del jurado en el resultado del Benidorm Fest no se circunscribe sólo al desempate. El diseño del reparto de puntos elaborado por RTVE para este concurso facilita que sea el comité de expertos quien pueda decantar la competición en favor de una u otra candidatura. Ya ocurrió el primer año cuando Tanxugueiras, que arrasó con el 70% del voto directo del público y ganó el demoscópico, se quedó sin ir a Eurovisión al ser sólo la quinta opción (de ocho) del jurado. A Chanel, que fue la predilecta de los expertos, le bastó con ser segunda en el demoscópico y tercera en el televoto para llevarse el micrófono de bronce y arrasar meses después en el festival europeo con un meritorio tercer puesto, el mejor resultado para España en 27 años.
Sin embargo, instantes después de su triunfo en Benidorm, las redes sociales se llenaron de mensajes en contra de la decisión del jurado y graves acusaciones de tongo y amaño hacia RTVE. "La propuesta de Chanel era profesional y el resto estaba bastantes escalones por debajo", aseguró la coreógrafa Miryam Benedited para justificar sus puntuaciones tras recibir, incluso, amenazas de muerte hacia ella y sus hijos. "Cualquiera que sepa lo que supone poner en marcha un festival así sabe que no hubo ningún tongo", señaló a El HuffPost María Eizaguirre, directora de comunicación de RTVE, al recordar aquella grave crisis de imagen y reputación.
Pero al calor del éxito de Chanel en Turín, la corporación mantuvo el mismo sistema de votación para la segunda edición. En esta cita, Blanca Paloma arrasó entre los profesionales al obtener 94 de los 96 puntos posibles. Un factor de nuevo desequilibrante que, esta vez, no tuvo tanta repercusión porque la ilicitana también ganó el televoto y fue segunda en el demoscópico. En todo caso, hubiera sido muy difícil que Agoney o Vicco pudieran haberle arrebatado el trono una vez que Blanca Paloma les aventajaba tras el jurado en 14 y 35 puntos respectivamente. Sólo una debacle en la votación del público habría impedido el triunfo de la nana lorquiana que, posteriormente, se contentó con un 17º puesto en Eurovisión.
La influencia del jurado en el Benidorm Fest no se limita sólo a la hora de elegir al ganador. En las cuatro semifinales celebradas hasta la fecha (dos en la primera edición y otras dos en la segunda), los tres candidatos más votados por el jurado han pasado siempre a la final, aunque no obtuvieran después un buen resultado en el voto del público. Fue el caso de José Otero en 2023, al ser tercero en el jurado pero sólo sexto (de nueve) en el demoscópico y séptimo en el televoto.
Aunque, de facto, el reparto de puntos es el mismo (50% jurado y 50% público), el comité de expertos tiene más influencia en el resultado ya que sus ocho miembros votan de manera individualizada siguiendo las puntuaciones habituales de Eurovisión (12 a su opción preferida, 10 a la segunda...) pero sin reparto en bloque específico, a diferencia del televoto o el demoscópico. De esta manera, una preferencia mayoritaria del jurado catapulta al candidato favorito en detrimento del resto.
Pongamos un ejemplo. El favorito del público este año puede llevarse como máximo 80 puntos (ganando televoto y demoscópico) mientras que el favorito del jurado puede llevarse hasta 96 (como casi ocurrió con Blanca Paloma). Una descomposición que se agrava al tener en cuenta que la segunda opción del público puede quedarse a diez puntos de distancia del más votado, mientras que en el jurado esa diferencia máxima depende de los puntos individuales de cada jurado.
Algunos expertos eurofans abogan por eliminar el voto demoscópico para que la fuerza de jurado y televoto sea más similar, o que los puntos del público se repartan en función del porcentaje total de voto obtenido, como sí ocurre en otras preselecciones europeas de primer nivel como el Melodifestivalen sueco.
El jurado de este año del Benidorm Fest está formado por ocho expertos nacionales e internacionales. Por un lado, Beatriz Luengo, Carlos Baute, Guille Milkway y Ángela Carrasco. Por el otro, el británico Lee Smithurst, el armenio David Tserunyan, la polaca Marta Piekarska y la danesa Nicoline Refsing.