Ana Guerra: "Estoy muy feliz, muy feliz de poder tener una relación normal"
La cantante canaria presenta su nuevo single 'Si me quisieras' en uno de sus mejores momentos vitales.
"Sí que resulta extraño que desde septiembre de 2021, por decisión propia, un artista decida no sacar más música. Quiero decir, tal y como se vive la música hoy, lo normal es cada dos meses sacar canción nueva. Yo soy una romántica empedernida de estas cosas y me niego a meterme dentro del ciclo musical del fast music", explica Ana Guerra cuando le preguntan por qué ha tenido que pasar tanto tiempo para escuchar una nueva canción suya.
Si me quisieras es su nuevo tema, una historia de desamor, una canción triste con referencias a Chavela Vargas y Silvio Rodríguez, basada en su propia vida, en su "historia" y en sus "cicatrices", que sus seguidores recibieron con los brazos abiertos. "Cada nueva canción me enamora aún más que la anterior, Ana tiene gusto y elegancia cantando algo que no es muy habitual hoy en día", comenta uno de sus fans. "Ana Guerra regresa por todo lo alto. Temazo!!", asegura otro.
La canaria confiesa a El HuffPost que le cuesta mucho hacer canciones porque para ella el proceso es largo y difícil: "Abrir una herida, saber cómo querer contar las cosas, que la canción quede perfecta para mí, luego grabar los instrumentos de forma orgánica, luego volver a grabar las voces, hacer un mastering, hacer una mezcla, contar la historia en un videoclip...". Y si esto pasa con solo una canción, un disco es aún mucho más complicado. Por eso, cuando sacó La luz del martes, decidió romper con el planteamiento actual de la industria y hacer gira sin sacar nada nuevo, solo con ese disco.
O sea, hiciste lo que lo que hacían los clásicos...
Exacto. Sacar disco, girar, dejarlo descansar, reposar y empezar otra vez a trabajar en nuevas composiciones. Ese es un poco el sistema que a mí me gusta, que considero que mi música debe tener.
¿Y resistes la presión de la industria?
Siento la presión de la industria, claro, claro. La música funciona ahora de una forma totalmente diferente. Aunque lo que más siento es la presión de la gente y me da mucho coraje, cuando saco una canción, que al mes, o a lo mejor a las tres semanas, haya un comentario en una red social preguntando '¿para cuándo música nueva?’. Pues para cuando tenga que ser.
Con este single tampoco corrí: compuse mucho, compuse mucho, compuse mucho y al final decidí que fuera una canción rescatada de 2018.
La teníamos guardada como para un momento especial. Si esto vuelve a pasar, tengo más canciones compuestas que no han salido, pero no tengo canciones guardadas de forma muy especial. Esta era una de ellas y no sabíamos muy bien cuándo sacarla, así que pensé que este era el momento, porque de todo lo que compuse al final la que más me vibraba era ésta.
¿Esto es un adelanto del nuevo disco? ¿Hay fecha de lanzamiento?
El problema es que en esta industria actual no se venden discos, se venden canciones. No te digo que al final de la salida de varios temas se haga un recopilatorio, a lo mejor en vinilo, con alguna canción inédita, pero hoy en día es complicadísimo. La gente ya no va a comprar un disco. Tampoco tengo ni idea ni de cuál será la siguiente canción, ni de cuándo va a salir.
Este lanzamiento ha sido complicado porque cuando creamos esta canción era totalmente diferente en cuanto a estructura musical y producción. Si la música cambia en seis meses, imagina lo que cambia en tantos años. Es más fácil hacer una canción desde cero y buscar cómo te sientes cómoda dentro del sonido actual, siendo tú misma, que modificar una que ya tenías. A los cantantes no da una cosa que se llama ‘maquetitis’. Las primeras versiones de las canciones siempre te parecen mejor y los productores luchan mucho con nosotros. Con esta me ha pasado y los productores tuvieron que hacer un gran trabajo...
Parece que estás pasando por un momento mágico profesionalmente. Hace solo unos días te proclamabas ganadora de El Desafío. ¿Qué ha supuesto para ti?, porque te has enfrentado con gente muy potente y has vencido.
Mi idea desde un principio era ir a ganar. Era mi idea. Yo iba a currármelo un montón con el objetivo de ganar. Luego se podía cumplir o no, pero sabía que yo iba a entrenar de lunes a lunes, porque me apetecía y porque me tomo así las cosas. No puedo hacerlo de otra manera. Entonces pensé que tendría un competidor, dos a lo sumo... Pero es que esta edición, ¡es que eran como seis competidores fuertes!
Fue súper difícil. Fueron diez semanas en las que además me coincidía con conciertos todos los sábados. Entonces, empezaba a entrenar el lunes, el viernes grababa el programa, el sábado iba de concierto y el domingo volvía del concierto. Y así diez semanas seguidas. Entonces, claro, llegaba al final hecha polvo. Llegaba a los conciertos con lesiones: con el líquido de la rodilla fuera y con una rodillera... Pero todos pasamos por lesiones.
¿Qué es lo más difícil que has hecho en El Desafío?
Yo creo que lo más difícil fue... Tengo varias pruebas, tengo varias porque el violín fue horrible: era un gato maullando al que no había manera de sacarle sonido porque es un instrumento súper desagradecido. El reto con Almudena Cid también, porque hacer gimnasia rítmica al final con una olímpica... Y el ballet, la final. Bueno, si lo mira una bailarina de ballet, me muero de la vergüenza, pero si lo miramos la gente de a pie, que tampoco entendemos demasiado, lo hemos vendido bien. Pero claro, ponerte las puntas por primera vez en tu vida un lunes y tener que bailar El lago de los cisnes el viernes...
En la tele parece que has encontrado un hueco en el que estás cómoda. También eres presentadora de Cover Nigth desde el backstage...
Yo me encuentro súper cómoda porque al final hemos hecho del backstage nuestra casa. El hecho de que haya sofás, de que haya un piano, de que haya concursantes... Cuando me ponía nerviosa pensaba 'a ver, tú no estás aquí para ponerte nerviosa, estás para todo lo contrario, estás para calmar a la gente que viene con nervios'. Entonces yo no me puedo poner nerviosa. Si pasa lo que sea, pues repetimos o ya vemos cómo lo solucionamos. Pero sobre todo era pensar que podía darles a los talents algo de tranquilidad y hacerles ver que es un juego, que es un juego que puedes ganar o perder, pero que lo importante es que ese pantallazo, ese minuto y medio donde cantan, sean ellos mismos.
Pero tú sabes que se juegan mucho en ese minuto y medio. Y a ti te ha pasado, tú te lo has jugado todo en una actuación, ¿no?
Se lo juegan todo, se lo juegan toda una carta. Pero claro, ¿qué les vas a decir? No les vas a meter más presión. Pues sobre todo que sean ellos encima del escenario, porque encima es súper difícil ser tú cantando una canción de otro, porque tienes que extrapolar la melodía, tienes que llevar la historia, a algo personal tuyo, para que tú intentes contar la historia desde dentro de ti. Además, en muchas de esas versiones se les cambia el género musical también. Entonces es complicado mostrarte a ti dentro de algo que no es tuyo.
Ahí trabajas con grandes nombres de la música de España. ¿Qué tal? ¿Cómo te llevas con ellos?
Pues increíble, la verdad es que son todos espectaculares. Todos, todos y cada uno de ellos. Tenemos un equipo increíble, pero ya te digo que Miguel Bosé y Mónica Naranjo, en particular, para mí han sido un grandísimo descubrimiento porque probablemente tenía concepciones equivocadas de los dos, más negativas que positivas.
¿De Mónica también?
Mónica, también. Sí, bueno, al final Mónica y yo nos conocimos en un programa donde ella me juzgaba y claro, ella era otra rollo. Y después no habíamos tenido la oportunidad de coincidir.
Además de los sabios que son, la cantidad de cosas que no sabemos de ellos. ¡Buah, espectacular! Teníamos una tele en backstage y yo podía no estar allí. Yo podía hacer mi trabajo e irme, pero me atrapaban y me quedaba viendo el programa porque aprendía un montón.
Cuando le daban un consejo a algún concursante yo decía ‘este para mí, este me lo guardo porque este consejo me hace falta’. Son súper sabios y son unos amores, o sea, me llevo dos grandes personas de allí. Bueno, a todos mis compañeros, pero es que a los demás les conocía un poco más.
¿Qué consejo has hecho tuyo?
Mira, Mónica Naranjo le dijo a una chica que si no está dispuesta a pasar el 80% de su vida dedicándose a la música, que quizá su camino es otro. Y es verdad. O sea, al final es una profesión en la que no te puedes dejar de formar. Entonces en ese momento, por ejemplo, yo que doy clases de canto todas las semanas dije ‘me parece poco, no estoy haciendo suficiente porque dar una clase de canto a la semana no es dedicar el 80% de mi vida a mi formación y a mi aprendizaje’.
Has hablado de salud mental recientemente y has reconocido que acudiste a terapia porque sentiste que 'habías petado'. ¿Cómo te encuentras en este momento?
Bien, bien. Hombre, a todos nos pasan cosas, o sea, nadie tiene una vida perfecta... Yo diría que el mundo está efervescente, ¿sabes? La gente está como que le pasan muchas cosas. La gente salió de una pandemia donde se plantearon muchas cosas. y unos han querido cambiarlas y lo han hecho; y otros, no han podido. Yo creo que estamos en un punto de inflexión donde tenemos que abrirnos mucho. Hace poquito hablé de salud mental para usar mi pequeño altavoz y pedir más psiquiatras y psicólogos en la sanidad pública.
¿Cómo has aprendido a cuidarte?
Yo ahora sigo en terapia. De hecho, hoy tengo terapia y, además, mi equipo sabe lo importante que es para mí y, aunque no es inamovible, tenemos que buscar el hueco. Me cuido la mente, me cuido el cuerpo y me cuido el estómago, que es nuestro segundo cerebro, ¿no?
¿Sigues una dieta?
Necesitas comer bien para estar bien. O sea, no hago ninguna dieta concreta y como de todo. Estoy en un momento en mi vida en el que me encuentro muy bien y creo que está relacionado con la alimentación. Y es que antes era, por las noches, o perrito o hamburguesa o pizza o no sé qué... Dije: ‘Espera un momento, esto no puede ser’.
Además, tengo una rutina de ejercicio cortita diaria, que esa es la que hago en casa cuando no voy al gimnasio. El día que voy al gimnasio no hago la rutina porque no, evidentemente. Además, intento cuidarme la alimentación más o menos lo que puedo desde hace un tiempo para acá y hago mi terapia semanal porque necesito tener los pies en el suelo.
El otro día Manu Tenorio publicó este tuit: "Es lamentable y bochornoso que convoque a unos medios para hablar de gira de conciertos de mi último single y ellos de lo único que se hacen eco es de que ya no hay chat de OT... que ascazo mas grande de verdad!". ¿Entiendes su reacción?
Sí, sí... Nos da mucha rabia porque al final has invertido todo tu tiempo, tus ganas, tus fuerzas y tu dinero en una cosa en concreto. Y si cuando la vas a presentar el titular que sale es ese... Yo no dudo de que lo pongáis en el artículo, pero la gente no lee los artículos. La mayoría de las personas se quedan con el titular, solo con el titular.
Cuando tú vas con ilusión a presentar un nuevo proyecto, lo que esperas es que los medios de comunicación quieran comunicar al mundo que Manu Tenorio tiene una nueva canción. Pero si lo que se comunica es algo tan banal como que Operación Triunfo deja de tener un grupo de WhatsApp, dices '¡jopé!, mi tiempo, mi ilusión, mi dinero, mis ganas, mi vuelta, seguir luchando después de 20 años contra la industria musical...'. Y te quedas triste.
Te lo digo porque a mí me ha pasado. Me ha pasado tener algún titular de prensa rosa o estar presentando algo y que te pregunten por algo que no da lugar, que al final nos vemos en un montón de ocasiones en las que sí se pueden preguntar otro tipo de cosas.
Pero es como si tú me sacas de titular "Mis vecinos de ahora son maravillosos" —Ana Guerra tenía un vecino que se quejaba del ruido que hacía por la noche cantando o tocando—, cuando tú y yo quedamos para presentar el nuevo single. Que luego lo pongas dentro me parece estupendo, pero sí que se espera que los medios de comunicación te apoyen en titular. El titular para nosotros es superimportante.
¿Te llevas mal con la prensa?
Yo he huido un montón de la prensa y reconozco que me costó entender que lo vuestro es un trabajo, que también tenéis jefes y que es la sociedad la que consume este tipo de prensa. Porque nadie ve programas de prensa rosa pero ahí están durante 10 y 12 años. Al final, le pierdes el miedo... Realmente cuando salí de OT y me preguntaban por mi vida privada yo pensaba que no era nada interesante, que no tenía sentido.
Me costó entenderlo y yo solo quería que se hablase de mi trabajo. Pero al final, veníamos de un reality donde se nos ha conocido durante 24 horas y hemos hablado de nuestras vidas. Y hasta que lo entendí y hasta que empecé a tener una buena relación con la prensa... Es que te daba susto, te daba impresión todo este mundo. Al final, tú vas andando y te encuentras a gente corriendo con cámaras que te lanzan fotos, sin querer, paras un taxi y te subes porque no sabes qué está pasando, estás totalmente desubicado. Cuando ya empiezas a conocer a los medios, a los periodistas, a los paparazzi, vas a photocalls... ya es diferente, pero necesitamos habituarnos.
Y ahora, por ejemplo, que tu relación con Víctor (Elías) también ha sido como muy mediática, ¿lo has vivido igual? ¿Cómo lo habéis llevado?
Muy bien, porque Víctor es un tío supernatural. Víctor me enseñó mucho, me enseñó que no pasaba nada. Pues ya está. Cuando empezamos era ‘no, no, no, no me des la mano’. Cuando íbamos por la calle, a lo mejor, me daba cosa porque nos sacasen la foto...Y él me enseñó, porque al final lleva en este mundo muchísimo tiempo, y estoy muy feliz, muy feliz de poder tener una relación normal. Ya no pedimos otra cosa.