Cuatro comportamientos típicos de las personas que necesitan la televisión para conciliar el sueño

Cuatro comportamientos típicos de las personas que necesitan la televisión para conciliar el sueño

Los expertos en sueño suelen desaconsejar las pantallas antes de dormir.

Una mujer durmiendo mientras tiene la televisión encendida.Getty Images

A medida que se acerca la hora de dormir, lo habitual y recomendable es ir bajando revoluciones y tener menos luz y menos ruido para que el cerebro vaya entendiendo que ha llegado el momento del descanso. Sin embargo, lo que hacen muchas personas es recurrir a la televisión, no sólo como fuente de entretenimiento y desconexión a última hora del día, sino como un recurso para conciliar el sueño, algo que los especialistas suelen desaconsejar completamente.

En la web alemana Liebeskind Academy han examinado cuáles podrían ser algunas razones psicológicas que llevan a algunas personas a depender de la televisión para dormir.

En primer lugar, señalan que el silencio nocturno no les resulta tranquilizador y ese sonido del aparato puede tapar ese vacío, lo que les ofrece "un confort psicológico que no debe subestimarse".

También subrayan que existiría una "correlación entre las personas con hábitos nocturnos y las que prefieren quedarse dormidos con la televisión encendida": "Los noctámbulos a menudo necesitan estimulación continua para calmar sus mentes hiperactivas".

Otro motivo sería utilizarla como herramienta contra la soledad, que en ocasiones se acentúa por la noche. "Para quienes viven solos, la televisión proporciona una compañía ficticia pero eficaz que reduce el peso del aislamiento", indica la web.

Titania
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Santander

Entre otras posibles razones, también apuntan que para estas personas, incorporar la televisión a la rutina antes de acostarse puede ayudarles a indicarle al cuerpo que es hora de relajarse. Sin embargo, los expertos en sueño suelen recomendar evitar pantallas y buscar otras vías más relajantes para inducir el sueño, como leer. Es importante cuidar el entorno y las rutinas antes de dormir y, ante cualquier duda o dificultad, consultar con un profesional.