Un vino español en lata revoluciona el mercado de Japón y Latinoamérica
Se trata de la idea que importó una emprendedora de Barcelona y que fundó una empresa en plena pandemia con "106 euros en el banco". Esta es la historia tras el éxito de este caldo en lata y vegano.
Si eres amante del buen vino, probablemente te explote la cabeza con la siguiente historia. Estamos hablando del exitoso proyecto que lanzó una emprendedora de Barcelona y que está arrasando en algunos mercados internacionales como el nipón o el latinoamericano. ¿De qué producto hablamos? Hablamos de un vino vegano envasado en lata, como si de un refresco se tratase.
Detrás de esta idea importada durante un visita a una amiga en EEUU se encuentra Sana Khouja, fundadora y CEO de Zeena, la marca que nació después de que esta profesional apostase por dejar su empleo en unas bodegas tradicionales, en las que había desarrollado una amplia trayectoria laboral de siete años.
Su historia la ha recogido el medio especializado Autónomos y Emprendedor, recordando cómo el despliegue de esta idea simbolizó una de esas apuestas que a veces se hacen sin garantía alguna. Mindful Drinkers, la empresa matriz, nació en plena pandemia, en 2020, cuando su creadora tenía "106 euros en el banco". Spoiler: sale bien, muy bien.
"Donde hubiera una lata de cerveza, iba a meter una de mi vino"
En este sentido, la fundadora de Zeena explicó que todo comenzó cuando abrió la nevera de su amiga en una expedición al otro lado del charco. Tras ver que existía el vino enlatado le prendió la curiosidad y contactó con enólogos, productores pero también consumidores. Se empapó de cómo funcionaba la técnica del enlatado y los factores que influían en este.
Cuenta Sana Khouja que tratar de plantear esta idea a inversores españoles fue ardua tarea, puesto que estamos hablando de meter vino en lata en uno de los países con los caldos de mayor consideración a nivel mundial, junto con Francia e Italia. Pero sí había hueco en el mercado español.
Khouja recuerda que se planteó que "donde hubiera una lata de cerveza, iba a meter una de mi vino" y, con una primera línea de 3.000 unidades, se montó en el coche y fue a tocar a la puerta de tiendas costeras de alimentación y cafeterías cercanas a la playa. ¿A qué perfil atrajo este formato de beber vino? Básicamente a quien no tiene tiempo ni compañía suficiente para tomarse una botella.
"Que la empresa se llame Mindful Drinkers, refleja el compromiso de Zeena por un consumo responsable, dosificado y consciente, sin la necesidad de buscar embriaguez", indicó al citado medio digital. En el primer año consiguió desplegar una ronda de inversión de business angels -un ángel inversor, como se denomina al apoyo que consiguen los emprendedores para poder arrancar el proyecto- de 200.000 euros. Todavía no ha recuperado su inversión inicial, pero ha conquistado mercados.
Zeena ha llegado a distintos países que pasan por varios continente como es el caso de: Japón, México, Finlandia, Costa de Marfil, Noruega y Andorra. Si bien la mayor demanda la constituye la española y la europea entre los meses de abril a octubre, el mercado latinoamericano lleva la batuta en lo restante del año -allí es verano cuando en el otro hemisferio es invierno-.