Un objeto muy común en el baño es el mejor sitio donde dejar tu bayeta de la cocina

Un objeto muy común en el baño es el mejor sitio donde dejar tu bayeta de la cocina 

Una solución sencilla. 

Un trapo de cocinaGetty Images

Los trapos y bayetas de cocina son un elemento indispensable para mantener la encimera, la vitrocerámica o la cocina en general limpia, pero en ocasiones pueden ser un quebradero de cabeza para mantenerlos bien aseados y, especialmente, para guardarlos. 

En algunas cocinas los trapos o las bayetas pueden guardarse en pequeños compartimentos en el armario bajo el fregadero, pero no todas disponen de este recurso, por lo que es fácil que puedan quedar por el medio de la encimera o junto al fregadero. Esto para muchos es todo un dolor de cabeza, ya que prefieren ver una cocina totalmente liberada. 

Colocarlo sobre el grifo es otro recurso, aunque se corre el riesgo de que se caiga o se escurra. Fue lo que le sucedió a la finesa Lila Lundberg, que llevaba meses luchando contra el trapo de cocina que se caía constantemente.

Lundberg encontró la solución cuando se mudó a un piso nuevo y se dio cuenta de que podía utilizar el portarrollos del baño. "Recuerdo que un día estaba poniendo la ropa a secar en el baño. Al mismo tiempo me llamó la atención el portarrollos y pensé que podría servir para guardar un paño de cocina", explicó a un medio finés

Al empezar a buscar cuál sería más oportuno para colocar entre las rejillas del armario de la vajilla, Lundberg se dio cuenta de que no todos servían. "Finalmente encontré en Ikea un portarrollos adecuado y asequible. El soporte en cuestión es de metal y la parte del soporte en sí está en un ángulo de 90 grados y no se mueve en una dirección ni en otra", señaló Lundberg, que explica que este tipo es más adecuado que uno redondo. 

Titania
Titania
Santander

La finesa fijó el soporte en una de las paredes laterales del armario con un tornillo. Eso sí, señala que el soporte y el trapo son muy ligeros, por lo que incluso se mantendría estable con cinta de doble cara si no se puede o no se quiere atornillar.