Revelan el lado oscuro de los falsos helados artesanales que están en todas partes
Ha dado cuatro consejos y más de uno tiene que ver con la apariencia de los helados.
En verano, con las temperaturas al máximo y con el calor como principal acompañante, cada cual busca su particular método de paliarlo. Algunos se refugian bajo el aire acondicionado, ya sea de su casa o de algún establecimiento. Otros, en las bebidas frescas, como los refrescos con hielo.
Los helados también tienen a sus fans. Sobre todo, esos que se venden como artesanales. Algunos de estos se encuentran en las heladerías, pero, con el tiempo, los supermercados los han incluido en su catálogo. Pero no siempre son tan artesanales como nos quieren hacer creer.
En este sentido se ha manifestado el presidente de la Confédération Nationale des Glaciers de France —un organismo francés que busca promover la heladería artesana—, Bruno Aïm, ha compartido algunas claves para reconocer si estamos ante un verdadero helado artesano, en declaraciones para la cadena de televisión BFM.
El primero de ellos pasa por no confiar de que lleve una etiqueta en la que diga que es "artesanal". "Este título implemente significa que el comerciante está calificado", asegura Aïm. Al menos, según el experto, así funciona en Francia: "Para ser calificado como artesano de helados, basta con tener al menos un CAP de helados profesional y estar registrado en la Cámara de Comercio y Artesanía (CMA)".
El siguiente truco es el de fijarse en el color del producto y, en caso de estar en su tonalidad más brillante, desconfiar. "Por ejemplo, el color del helado de pistacho tiende más al crema que al verde", sentencia Aïm, que detalla también que el color del helado de fresa no suele ser de un rosa o rojo demasiado vivos.
Otro de los tips que ha dado el presidente de la organización francesa es tener en cuenta la cantidad de molde que está lleno. Explica que los helados artesanales no suelen superar los tres centímetros de altura, "porque, aunque estén fríos tienden a derretirse".
Finalmente, según Aïm, las heladerías que ofrecen productos de multitud de sabores tampoco suelen tener artesanos. El experto indica que un artesano que prepara su propio helado no dispone de tiempo para elaborar tantos tipos de helado en un único día.