Si superas este número de duchas con la misma toalla, debes echarla a lavar
Antes, la recomendación era usar la misma durante una semana; ahora, la recomendación ha cambiado.
Descolgar la toalla y dejarla preparada para, una vez apaguemos el agua de la ducha, poder taparnos y secarnos con ella. Ahora bien, una vez estamos listos para vestirnos, ¿qué pasa con ella? No es necesario lavarla tras un único uso, pero tampoco se puede esperar mucho para hacerlo.
Así lo recoge en uno de sus artículos la cadena británica BBC, que afirma que los científicos han apuntado que las toallas que usamos a diario son caldo de cultivo para todo tipo de gérmenes. Desde bacterias a hongos procedentes de todas las partes del cuerpo.
En ellas, además, se dan las condiciones más óptimas para permitir que este tipo de vida prolifere en su superficie. El motivo no es otro que la mezcla de oxígeno, agua, temperatura cálida y pH neutro que se da en estos utensilios del baño.
En cualquier caso, hacen una llamada a la tranquilidad, porque, según recoge la BBC, la gran mayoría de todos esos microbios que en las toallas habitan no causan daños, puesto que tienen su origen en nuestro propio organismo. La cosa cambia se se comparten, dado que la exposición ya sería a microbios procedentes del cuerpo de otras personas.
Pero en caso de que una toalla la use únicamente su dueño, ¿cada cuánto conviene lavarla? Pues "no hay datos científicos para determinar con exactitud cuán frecuentemente debemos cambiar sábanas y toallas", explicó hace unos años la experta en enfermedades infecciosas y científica Sally Bloomsfield a la cadena británica.
Sin embargo, aunque hubo un tiempo en el que el tiempo aproximado de uso era una semana, esa no es la opinión del microbiólogo y patólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York Philip Tierno. Este, en declaraciones para Business Insider, afirmó que "si logras secarlas por completo, no más de tres usos, ese es el máximo".
