Secar la ropa en invierno: cinco trucos que te ayudarán a hacerlo más rápido
El congelador puede ser el mejor cómplice de la colada en los días de lluvia.
El frío, pero sobre todo la lluvia, convierten en una tarea desesperante tener que secar la ropa recién lavada —excepto para los privilegiados que tienen secadora en casa—. Y aunque nada es más rápido que tender la colada al aire libre cuando brilla el sol y hace un poco de viento, hay algunos trucos para acelerar el proceso sin que la casa y las prendas terminen oliendo a humedad.
Aquí algunos sencillos consejos para terminar la colada en estos días de invierno:
Escurre bien la ropa
Para que las prendas se sequen antes, éstas deben estar muy bien escurridas, para eliminar todo el agua posible.
¿Cómo podemos conseguirlo? Podemos realizar un segundo centrifugado o programar ciclos cortos en la lavadora pues son más rápidos y la ropa no sale empapada.
Una toalla sirve de ayuda
Precisamente, para eliminar el agua cuando la ropa está empapada, enrollarla en una toalla nos ayudará a escurrirla.
Tan solo hay que extenderla, colocar la prenda mojada encima, enrollar y apretar con fuerza para que la toalla absorba el agua.
Usa tendederos plegables y eléctricos
Los tendederos plegables que podemos colocar en el interior de casa son el recurso más fácil y una solución estupenda. Ahora bien, para sacarles el máximo rendimiento recuerda no cargar mucho la lavadora para que a la hora de colocarla a secar no quede amontonada.
La opción del tendedero eléctrico —sus barras de aluminio se calientan— también es eficaz, aunque supone un gasto de luz extra.
Haz sitio en el congelador
Utilizar el congelador —sí, como lo estás oyendo— es otro de los recursos de los que tirar cuando el tiempo nos desespere con la colada.
Tan sólo hay que doblar la prenda, guardarla en una bolsa de plástico y dejarla durante unas horas metida a temperaturas bajo cero. Solo queda sacarla y lista para planchar.
Echa mano de radiadores y secadores
Suele ser una fotografía habitual de muchos hogares en los días de lluvia: la ropa distribuida por los radiadores de la casa para que se termine de secar.
Es una opción muy plausible y solo hay que tener en cuenta que es mejor no colocar las prendas directamente encima pues se pueden quemar o se corre el riesgo de estropear el radiador.
En casos de necesidad, también se puede hacer uso del secador de pelo para secar determinadas zonas de una prenda que nos queremos poner en ese mismo momento.