Ponen fecha a la bajada drástica del precio del aceite de oliva
Mientras esperamos a que suceda, hay que prepararse para seguir soltando la pasta.
El precio del aceite de oliva virgen extra, que ha subido como la espuma, es una cuestión que preocupa a los que intentan gestionar su presupuesto doméstico. Esa botellita que tanto nos gusta tener en nuestras cocinas, parte esencial de la dieta mediterránea y el alma de la gastronomía española, ha llegado a cotizarse en los supermercados a casi ocho euros y medio el litro. Pero, ¿hay esperanza de que algún día baje?
Para el economista Gonzalo Bernardos, sí. Es más, en una intervención del programa Más Vale Tarde de La Sexta, se ha atrevido a poner una fecha en la que, según él, los precios del aceite de oliva virgen extra registrarán una caída drástica y las razones que provocarán esa bajada. No obstante, mientras esperamos a que eso suceda, hay que prepararse para seguir soltando la pasta.
Para Bernardos, por lo general, después de una cosecha buena, viene una mala. "La del 2022-23 ha sido muy mala y ha bajado la producción un 55%", advierte el economista, que anticipa que la del próximo año seguirá el mismo camino, sobre todo en lugares tan importantes para la industria del aceite como Jaén, Córdoba y Sevilla, donde la falta de lluvias amenaza con arruinar la producción.
"Cuando la producción cae, la oferta se reduce y los precios suben", aclaró Bernardos. Actualmente, estamos pagando un 52,5% más que el año pasado por el aceite de oliva, y no se vislumbran perspectivas inmediatas de que los precios bajen, ya que eso requeriría una cosecha abundante, algo que no parece probable a corto plazo.
Sin embargo, el escenario podría cambiar por completo en 2025. "Si las lluvias vienen en su cantidad normal, podríamos estar ante la mejor cosecha de todos los tiempos y los precios, que ahora están por las nubes, podrían bajar de los cuatro euros", apuntó con optimismo el economista.
En una escalada del precio del aceite de oliva en España, los consumidores han empezado a consumir alternativas como pueden ser los aceites fabricados a partir de semillas, como el de girasol, o tiran de recursos como son la manteca de cerdo o vaca o la mantequilla.
La elección depende en gran medida del plato que se quiera cocinar. Por ejemplo, para freír, los expertos sugieren el uso de aceite de girasol, aceite de oliva refinado o aceite de orujo de oliva. Si es cuestión de repostería, el aceite de girasol es tu aliado, mientras que para hornear o asar, mejor optar por la mantequilla o la margarina.