Para qué es mejor usar aceite de oliva y para qué de girasol
Y cuáles son los dos mejores para freír.
En un momento en el que el precio del aceite de oliva está alcanzando cifras de récord, muchos consumidores buscan soluciones para que la compra y cocinar en casa les impacte lo menos posible en el bolsillo.
Los nutricionistas Jesús y Martina Vázquez, de la clínica Nutrivázquez, han detallado en Uppers cuál es el uso idóneo de cada uno, para así poder elegir con conocimiento de causa.
Para ello, es clave saber que los diferencia principalmente, además de su origen y sabor, el tipo de ácidos grasos predominantes en cada uno. "El aceite de oliva es especialmente rico en ácido oleico (omega-9), que es monoinsaturado. El aceite de girasol, por su parte, es rico en ácidos grasos poliinsaturados, en particular el ácido linoleico, que es un ácido graso esencial omega-6", ha explicado Martina Vázquez.
Para la especialista, los dos mejores para freír, por ser estables sometidos a calor, serían el aceite de oliva virgen extra de baja acidez y el de girasol alto oleico.
Los dos nutricionistas resaltan las bondades del aceite de oliva virgen extra, pero dadas las circunstancias, recomiendan combinarlo con el de girasol virgen extra. Según Jesús Vázquez, cada uno puede tener su lugar: "Lo mejor es utilizar tanto el aceite de oliva virgen extra en platos fríos y calientes, y el de girasol virgen extra en platos fríos". De esta manera, además, se consigue un aporte equilibrado de ácidos grasos omega 3, 6 y 9.