Llega una carta y su cuenta bancaria se vacía inmediatamente: la estafa del cartero se cuela en los buzones
Los códigos QR ya estaban en nuestras vidas, pero con la llegada de la pandemia su uso se generalizó, también por parte de los ciberdelincuentes.
Los códigos QR -una imagen cuadrada con módulos negros sobre un fondo blanco que contienen informoción específica- ya estaban en nuestras vidas, pero con la llegada de la pandemia su uso se generalizó. Sin embargo, también lo hizo su uso por parte de los ciberdelincuentes en estafas.
Estos códigos funcionan como un código de barras y, una vez escaneado, pueden llevan a una página web o aplicación, pero también pueden instalar un malware en los teléfonos móviles. En las estafas, quien lo escanea cae en la trampa y el malware intercepta mensajes y roba información personal como número de cuenta y datos de tarjetas de crédito.
El Centro Nacional Suizo de Seguridad Cibernética (NCSC) ha dado la voz de alarma al informar de varios casos. Así, algunos ciudadanos están recibiendo cartas que contienen códigos QR falsificados que conducen a la instalación del troyano "Coper".
También se han registrado en Italia casos similares, según ha avisado el medio Fanpage.it. Los QR suelen aparecer en pegatinas pegadas en los aparcamientos y se pide a los conductores que los escaneen para pagar el aparcamiento. La alarma también fue dada por las instituciones bancarias, ya que los delincuentes clonaron los códigos QR de páginas web oficiales de los bancos para robar datos y dinero de los clientes.
Como en los casos de phishing, existen algunas recomendaciones a seguir para no caer en la trampa de los hackers. Primero que nada, nunca hay que escanear un código QR si proviene de un extraño y, en general, es importante no compartir códigos de seguridad ni datos personales, especialmente números de tarjetas de débito o crédito o códigos de acceso.