En el mercado español, la merluza congelada alcanza unas ventas anuales cercanas a las 40.000 toneladas, lo que representa el doble de la cantidad comercializada de bacalao congelado, su principal competidor. Su popularidad se debe a su alto valor nutricional, con un buen aporte de proteínas y bajos niveles de grasa y sal. Además, su precio competitivo hace que sea un producto accesible para todos los consumidores, con un coste medio de unos 10 euros por kilo, bastante inferior al de la merluza fresca. Así, el factor económico deja de ser un obstáculo para incorporar este pescado a la dieta.

Análisis de 20 productos del mercado de la OCU

La OCU en su último informe ha evaluado diferentes formatos de merluza congelada, concretamente filetes y rodajas, que son las presentaciones más habituales en los supermercados de España.

En total, se han analizado 20 productos: 14 de ellos proceden de las aguas africanas y se conocen como Merluzas del Cabo, mientras que los otros 6 provienen del Atlántico suramericano y reciben el nombre de merluzas argentinas.

El estudio revela que la calidad global de los productos examinados es elevada: no se han encontrado contaminantes de relevancia, aditivos ni presencia de parásitos. Además, desde el punto de vista nutricional, su valor es equivalente al de la merluza fresca. Entre las mejores opciones disponibles por menos de 10 euros el kilo, destacan las siguientes: