La OCU advierte de la trampa en la "jugosa" carne envasada y pide cambio inmediato de etiquetas
La OCU denuncia que la carne envasada calificada como "jugosa" contiene agua añadida.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia sobre la carne envasada que se comercializa bajo etiquetas como "extratierna" o "muy jugosa". Según este último estudio, estos productos contienen agua añadida y otros aditivos que los hacen parecer más tiernos y jugosos de lo que realmente son. Esta práctica, según la organización, engaña a los consumidores y encarece el producto final.
El análisis ha estudiado una amplia gama de carnes envasadas y ha descubierto que la mayoría de los productos etiquetados como "extratiernos" contienen una cantidad significativa de agua añadida. Además del agua, estos productos suelen incluir sal, azúcar, estabilizantes y otros aditivos que ayudan a retener el agua y mejorar el sabor de manera artificial.
De la clasificación a la normativa
La OCU ha señalado que estos productos deberían estar claramente etiquetados como "Producto con agua añadida" en el frente del envase. Actualmente, esta información suele estar oculta en la parte trasera del paquete, en letra pequeña, lo que dificulta que los consumidores sean conscientes de lo que están comprando.
La organización también ha pedido que estos productos se comercialicen por separado de la carne fresca en los supermercados y otros establecimientos, para evitar confusiones. Según la OCU, la carne fresca es aquella que no contiene aditivos ni agua añadida, mientras que los preparados de carne incluyen ingredientes adicionales que alteran su composición original.
La normativa actual clasifica la carne en tres categorías principales: carne fresca, preparados de carne y productos cárnicos. La carne fresca es aquella que no ha sido sometida a ningún proceso de adición de ingredientes, mientras que los preparados de carne incluyen ingredientes añadidos como condimentos y aditivos. Los productos cárnicos, por otro lado, son aquellos en los que la estructura de la fibra muscular ha sido alterada, como en el caso de la mortadela o el salami.
Aditivos para retener el agua
Además de la cuestión del precio, la OCU ha destacado que los aditivos utilizados en estos productos no siempre son recomendables. Entre los aditivos más comunes se encuentran el estabilizante trisfosfato E451 y el glutamato E621, catalogados como "no recomendables", y el conservante nitrito sódico E250, que debería evitarse.
La presencia de sal es muy habitual en estos productos; además de potenciar el sabor, ayuda a conservar el alimento y a retener agua. También se emplean azúcar (o jarabe de glucosa) y fibra vegetal como ayuda para retener agua. En las preparaciones marinadas y adobadas también se suelen utilizar especias. En general, se emplean aromas que incrementan el sabor del producto de una manera artificial, y aditivos de varios tipos: antioxidantes, conservantes, estabilizantes y potenciadores del sabor. No es raro encontrar cinco o seis aditivos diferentes en un mismo producto.
Precios que engordan con agua
Revisando precios entre piezas con y sin agua añadida de la misma marca, observamos que la mayoría de los productos con agua añadida son, a igualdad de porcentaje de carne, más caros, hasta el 35% en algunos casos. Tomamos como ejemplo unos filetes de pechuga de pollo marinada de Hacendado con un 24% de agua que se venden a 7,40 €/kg. En el mismo lineal, se encuentran los filetes de pechuga de pollo (carne fresca sin aditivos) a un precio de 8,35 €/kg, ligeramente superior al anterior. Comparando el precio de la carne en su porcentaje declarado, vemos que la pechuga de pollo marinada, que declara que lleva solo un 72% de carne, la estaríamos pagando a 10,27 €/kg. Es decir, al final esta carne marinada sale un 23% más cara que la fresca.
La OCU ha instado a los consumidores a optar por carne fresca y a reducir el consumo de productos procesados, que están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y el cáncer colorrectal. La organización también ha animado a los consumidores a preparar sus propias carnes marinadas y adobadas en casa, una opción más saludable y económica.