La cerveza sin alcohol no es la panacea: estos son los motivos por los que no deberías pasarte

La cerveza sin alcohol no es la panacea: estos son los motivos por los que no deberías pasarte

Demasiado buena para ser verdad. 

Un hombre sirviendo una cerveza en un vaso.Getty Images

La cerveza sin alcohol ha ganado un lugar destacado en el mercado, especialmente en España, que se ha convertido en el segundo país del mundo en consumo de cerveza por habitante, solo por detrás de la República Checa, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En un contexto en el que la gente busca cuidarse más y reducir el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente si deben ponerse al volante de un vehículo, esta bebida se presenta como una alternativa atractiva. 

Una duda común que suele surgir entre los consumidores de la cerveza sin alcohol es si debe consumirse con la misma moderación que la que sí lo tiene. La respuesta en ese caso es afirmativa. Aunque no contiene alcohol y un estudio de 2019 de la Universidad de Castilla-La Mancha señala que "la cerveza sin alcohol es beneficiosa para la salud, ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes", sin embargo, la cerveza lleva pequeñas cantidades de azúcares, por lo que no es una bebida que deba consumirse en exceso. 

Además del aporte calórico y los beneficios para la salud que tiene la cerveza sin alcohol,  los consumidores también exigen calidad en las opciones sin alcohol. Al igual que han surgido numerosas especialidades de cervezas artesanales y tipo IPA, las cerveceras españolas han desarrollado diversas opciones para quienes prefieren evitar el alcohol. Entre ellas, según La Vanguardia, la opción 0,0 tostada ha ganado una gran popularidad.

De acuerdo con estudios del grupo Damm, los consumidores eligen la opción sin alcohol principalmente por su sabor, pero también por su textura y consistencia. Jaume Alemany, director de Marketing, Exportación y Comunicación del grupo, explica que lanzaron una versión 0,0% con un sabor completo y los matices de las maltas tostadas. 

Durante la fermentación, los azúcares se transforman en alcohol y dióxido de carbono, en el caso de Damm, la fermentación se realiza hasta el final, resultando en una mínima cantidad de azúcares fermentables, por lo que se añade un poco de jarabe de glucosa para obtener un producto final comparable en contenido de azúcares a otras sin alcohol.

Alemany señala que el público principal de la cerveza sin alcohol sigue siendo de mediana edad, especialmente mayores de 50 años. Sin embargo, el consumo de cervezas sin alcohol está en aumento entre los jóvenes de 25 a 40 años, impulsado por un mayor cuidado de la salud y una preferencia por productos sin gluten y veganos.

Titania
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Santander

La cerveza sin alcohol ofrece beneficios para la salud si se consume con moderación, gracias a sus antioxidantes y la ausencia de alcohol. Sin embargo, es importante ser consciente de su contenido en azúcares y evitar un consumo excesivo.