La gran contraindicación de los dátiles
Muchas dietas han puesto en el foco ciertos alimentos por sus beneficios, sin embargo, esto no implica que debamos consumirlos en exceso.
En los últimos años, los dátiles han ganado espacio en la cesta de la compra de los españoles. En realidad lo han recuperado porque este fruto de la palmera datilera está muy presente en muchos platos de la gastronomía española, más allá de tendencias alimentarias como las del real fooding o la incesante búsqueda de una alternativa al azúcar. Además, en el Magreb, son un alimento clave durante el Ramadán para romper el ayuno de una manera sabrosa y nutritiva.
Los dátiles se pueden comer frescos o deshidratados, que es el formato más habitual que encontramos en cualquier mercado. Esto permite una mayor durabilidad y, también, ayuda a concentrar los nutrientes que tiene, lo que los convierte en más nutritivos que la opción fresca. Además, contienen fibra, hidratos de carbono, cobre, potasio y antioxidantes como flavonoides, carotenoides y ácido fenólico.
Por otro lado, aunque hay estudios que vinculan el consumo de dátiles a la reducción del riesgo de sufrir enfermedades coronarias, diabetes o Alzheimer, amén de ser un buen sustitutivo del azúcar porque su índice glucémico no es muy elevado, este fruto seco no es la solución para todos los males. Por eso, conviene saber que los dátiles vienen con una importante contraindicación, especialmente para aquellos que quieren perder peso.
El dátil desecado es una fruta rica en nutrientes y un edulcorante natural, sin embargo, también es calórica por la gran cantidad de carbohidratos que contiene, precisamente, por los propios azúcares de la fruta. Por eso, consumir demasiados puede trastocar nuestros planes de reducir el consumo diario de calorías, ya que pueden contener una cantidad que no todo el mundo puede quemar cada día.
Por ejemplo, 100 gramos de dátiles contienen 277 calorías, lo que representa entre el 10% y el 20% de las calorías diarias que una persona debe consumir, según The Objective. Además, muchos productos se anuncian como libres de azúcares, pero en realidad contienen las calorías del azúcar del dátil, especialmente si se añade en forma de puré.