Golpe inesperado a la calidad del aceite de oliva español
Un resultado que refleja también los efectos del cambio climático en el campo.
Nadie esperaba el sorpasso en la edición de este año del Concurso Mundial de Aceite de Oliva, pero las marcas italianas y las estadounidenses han puesto fin a un largo reinado de los productores españoles en una de las competiciones internacionales más prestigiosas y reconocidas.
Así, según los resultados publicados por la revista Olive Oil Times, una publicación especializada en la elaboración de aceite de oliva, los productores italianos se alzaron con la victoria en 147 de las 217 candidaturas presentadas, mientras que los estadounidenses se llevaron a casa 95 de los 140 premios a los que aspiraban.
Los productores de Croacia, uno de los países que más ha crecido en la edición de este año con una tasa de victorias que supera el 82%, no pudieron superar los 82 premios de España, que este año se ha tenido que conformar con ocupar la tercera plaza en la tabla.
Estos resultados, además de ser un duro golpe para la industria española del aceite de oliva, considerada durante mucho tiempo como la líder mundial en cuanto a la calidad, reflejan también los efectos negativos que ha tenido el cambio climático en la cosecha global de 2023 y en la tasa de éxito general de cada país, que ha disminuido.
Dominio de las monovarietales y más ecológicos
El jurado del concurso internacional, que este año han tenido que analizar aspectos como el frutado, la amargura, el picor y la armonía de más de 900 aceites de oliva virgen extra de todo el mundo, han confirmado una tendencia que se produce desde hace tres años: las marcas monovarietales consiguen mejores resultados que aquellas multivarietales.
A pesar de la disminución general de la calidad, destaca el aumento en la presencia del aceite de oliva ecológico. El 36% de las participaciones de este año son de esta categoría, lo que, con un aumento del 8% respecto a 2022, supone la mayor cuota hasta la fecha.