Un estudio desvela los efectos de guardar la olla con comida en la nevera
Que no se te vaya la olla al frigorífico.
Se trata de una acción tan cómoda como repetida a diario en numerosos hogares españolas. Preparas una buena olla de comida y al acabar sobra. ¿Qué es lo más práctico? Sin duda, guardar directamente la olla en la nevera. Sin embargo, un importante organismo internacional apunta a que no es la decisión más recomendable.
Según ha publicado Diario de Avisos, citando a la recomendación de la estadounidense Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), la clave está en introducir las sobras de comida en pequeños recipientes que favorezcan un enfriamiento más veloz. Mejor si son de plástico.
En este sentido, la FDA también sentencia, en parte, un mito sobre guardar las sobras de comida aún calientes. Esta organización apunta a que no hay ningún problema en meter al frigorífico comida todavía caliente. De hecho, sostiene incluso que los alimentos no deben exceder las dos horas fuera del electrodoméstico.
¿Y por qué no guardarlo en la olla?
Así, en la citada información se detalla que no es aconsejable introducir recipientes como ollas, generalmente fabricadas con componentes de aluminio, que se someten a un proceso de degradación mayor en un ambiente frío y húmedo.
