Estos son los licores más típicos de Cataluña: merece la pena probarlos

Estos son los licores más típicos de Cataluña: merece la pena probarlos

Una puerta a la rica herencia cultural y gastronómica de la región.

Una copa de vermut sofisticada.Jesús Bernad

Con la llegada del verano, Cataluña se convierte en uno de los destinos más populares para aquellos que buscan sol, playa y una rica experiencia cultural. Turistas de todas las partes del mundo, incluidos nacionales, acuden a esta región para pasar sus vacaciones. Entre los muchos encantos que ofrece el territorio catalán destaca la oportunidad de descubrir sus licores tradicionales, cada uno de ellos especiales por su esencia y sus cuidados ingredientes.

Desde una copa de Ratafía hasta un vaso de Moscatel, todos los bares de la costa mediterránea y de los pintorescos pueblos del interior cuentan con una amplia selección de las mejores bebidas. Una refrescante forma de descansar del turismo puro y duro mientras disfrutas de la hospitalidad catalana. Estos licores no son solo una delicia para el paladar, sino que también son considerados un testigo de la rica herencia cultural y de las tradiciones que hacen únicas a esta región. En esta línea, destacan los siguientes:

Vermut

Una bebida hecha a base de vino macerado con una mezcla de hierbas, ajenjo y absenta, que se ha convertido en uno de los emblemas de la vida social y gastronómica catalana. Este licor surgió en Grecia, pero no fue hasta el siglo XVIII que llegó a tierras italianas para después trasladarse a Reus y finalmente asentarse en Cataluña. Tanto en su versión blanca como en la roja, esta bebida ofrece una amplia gama de sabores, desde el dulzor de los cítricos hasta la amargura de la artemisa, una experiencia única para el paladar.

Ratafía

Uno de los licores más emblemáticos de toda la región catalana. Una bebida dulce elaborada mediante la maceración de nueces verdes y una mezcla de hierbas aromáticas (menta, salvia, tomillo) y especias (canela, nuez moscada, anís). Su receta varía según la familia y quién la elabore, convirtiéndose en un verdadero símbolo de la tradición artesanal. Además, esta bebida tiene el sello de Indicación Geográfica Protegida Ratafía Catalana.

Moscatel

Con un origen que se remonta hasta la Edad Antigua, este licor ofrece un sabor suave y afrutado que destaca sobre el resto por ser un fiel acompañante a los postres, poniendo la guinda a una rica experiencia culinaria. Su meticulosa elaboración asegura una calidad excepcional posicionándolo entre uno de los favoritos por todos los turistas. En definitiva, un vino moscado que se adapta a todo tipo de paladares.

Aromas de Montserrat

Se trata de un licor destilado con base de agua, azúcar, alcohol y una mezcla de hierbas y especias, como el tomillo, enebro o cilantro, entra otras. Una joya gastronómica que deja ver un sabor complejo y equilibrado con notas de anís, canela y nuez moscada. Se dice que un solo trago de este licor evoca la majestuosidad de Monserrat y es que, según cuenta la tradición, este fue inventado por los monjes benedictinos de la región para utilizarlo como remedio estomacal.

Aguardiente de Prat del Comte

Una bebida de carácter fuerte con una graduación alta del 40º y cierto gusto de anís. Destaca además por su pureza y su método de elaboración artesanal, el cual ha sido transmitido de generación en generación. Un licor que se sirve en pequeñas cantidades y que solo es apto para los más valientes. Proviene del vino pero con el paso del tiempo se acabó macerando con hierbas como la Beata María, convirtiéndose en un verdadero testimonio de la pasión catalana y de su autenticidad.

Licor de cassís

Está hecho a partir de aguardiente y grosella negra que rebaja su alta graduación y aporta un gusto dulce y afrutado. Aunque este no es tan conocido como otros licores catalanes, tiene un encanto particular que encandila a todo aquel que se atreve a probarlo. No obstante, tiene una meticulosa elaboración que requiere de un largo proceso, ya que ambos componentes han de estar juntos durante un par de meses antes de filtrarse, pero la espera merece la pena.

Cava

Aunque se trata de un vino espumoso y no un licor como tal, no podemos cerrar esta lista sin mencionar el Cava. Producido principalmente en la región del Penedés, esta bebida se elabora siguiendo un método tradicional similar al del champán, mediante la realización de una segunda fermentación alcohólica. Tiene un legado cultural tan importante que ahora se ha convertido en la bebida por excelencia para las celebraciones y brinda una experiencia burbujeante que se apodera de los paladares de todos los comensales.