España hace el vacío a su aceite de oliva

El consumo de aceite de oliva en España ha sufrido una notable caída durante el año 2023, según un estudio realizado por La Loma Market. Concretamente, se ha registrado una reducción del 14,93% en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 285.621.740 litros consumidos, lo que equivale a aproximadamente 6,11 kg por persona.

Este descenso continuado representa una disminución del 30,79% desde el año 2020, reflejando una tendencia preocupante para el sector. El aceite de oliva virgen extra ha sido el más afectado por esta tendencia, experimentando una reducción significativa de su cuota de mercado en 4,3 puntos porcentuales en comparación con el año 2022. Por otro lado, el aceite de oliva ha aumentado su consumo en casi 3 puntos, mientras que el aceite de oliva virgen ha visto un incremento del 1,5% en su demanda.

La escasez en las cosechas y el consiguiente aumento en los precios han sido factores determinantes en esta situación. En contraste, el aceite de girasol ha experimentado un aumento notable en su cuota de mercado, incrementando su participación en más de 7 puntos porcentuales hasta alcanzar el 32%, la cifra más alta desde el año 2010. Asimismo, el aceite de orujo ha duplicado su consumo, alcanzando los 12.608.940 kg, reflejando una creciente preferencia por alternativas más económicas.

A nivel regional, Andalucía se mantiene como la principal consumidora de aceite de oliva en España, con una demanda que supera los 52 millones de kilos en 2023. Le siguen en consumo Cataluña y la Comunidad de Madrid. En cuanto al consumo per cápita, Galicia se posiciona como la comunidad autónoma con mayor ingesta, con un promedio de 8,36 kg por persona, destacando por su arraigada tradición en el consumo de este producto esencial en la cocina mediterránea.