El truco de Martín Berasategui para quitarle fuerza al ajo
El chef con 12 estrellas Michelín ha compartido un remedio con el que rebajar el sabor picante del ajo, pero no a su aroma.
Tortilla con cebolla o sin cebolla. Churros o porras. Paella de carne o de marisco. Gazpacho o salmorejo. Estos son algunos de los platos típicos españoles que más debate suscitan en la sociedad. Y, ahora, con el calor propio del mes de agosto, estas dos últimas recetas son las que más se cuelan en nuestros hogares. Además, son más fáciles de elaborar que otro tipo de comidas, dado que podemos prescindir del horno o la sartén.
En el caso del gazpacho, elaborarlo es muy sencillo. Se necesitan pimientos, pepino, tomate, aceite, pan y uno de los ingredientes que más aborrecemos: el ajo. Su intenso sabor picante y su aroma fuerte lo convierten en uno de los alimentos menos preferidos. Y, además, repite.
Por eso, hoy os traemos un pequeño truco, ideado por el chef Martín Berasategui –cuyas 12 estrellas Michelín lo convierten en un experto de la disciplina culinaria –, con el que rebajar la fuerza del sabor del ajo, aunque no a su aroma.
Blanquear el ajo
El truco es muy sencillo. Algo laborioso, pero, no por ello, complejo. Pasa por blanquear el ajo un total de tres veces. Blanquear es una técnica culinaria que consiste en poner a hervir el alimento en cuestión, en este caso el ajo, con agua fría. Y, una vez empieza a bullir, se retira. El proceso ha de repetirse un total de tres veces.
De esta manera, se reduce el intenso sabor del ajo, pero no su aroma. Por lo que, si se aplica antes de elaborar un gazpacho, el característico olor de este plato no perderá su esencia, pero sí sabrá algo más suave al paladar.
¿Cómo hacer un buen gazpacho?
Este truco de poco puede valer si eres de esas personas que desconoce la facilidad con la que se puede preparar un plato tan delicioso y típico de nuestra gastronomía como es el gazpacho. Por ello, aquí os proponemos una receta.
Para ello, necesitaremos
1kg de tomates
1 pepino
1 pimiento verde
Un puñado de sal
¼ l de agua
50 ml de aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajo
30 ml de vinagre
50 g de pan
La elaboración es muy sencilla. Consiste en colocar todos estos ingredientes en un recipiente y triturarlos. A continuación, para evitar que queden grumos, deberás colarlo. Finalmente, antes de consumir, se recomienda meter en la nevera hasta que alcance la temperatura que cada consumidor desee.