El motivo de salud por el que no deberías dejar la ropa sucia en la lavadora

Seguro que, a menudo, vas metiendo ropa sucia en la lavadora días antes de ponerla, o lo hace algún miembro de tu familia según la va ensuciando. Pues hay que decir que no es una buena idea y que para eso están los cestos de ropa sucia de toda la vida.

La razón no está relacionada con la buena organización a el orden, que también. La principal es por motivos de salud. Ya que esta costumbre, que puede parecer inofensiva, puede tener consecuencias negativas tanto para la salud, principalmente por la proliferación de bacterias y hongos dentro de la lavadora, como para el estado de su electrodoméstico.

La cuestión es que la ropa sucia resulta un caldo de cultivo ideal para la proliferación, como decíamos, de bacterias, hongos, así como de otros microorganismos que te pueden provocar diversas enfermedades, ya que pueden permanecer en la ropa aun después de lavarla. Piensa que la ropa usada tiene algo de humedad y la estás metiendo durante horas en un sitio cerrado, como es el tambor de tu lavadora.

Otro aspecto que debes considerar es que la ropa sucia tiene materia orgánica en descomposición, lo que va a provocar un mal olor dentro de la lavadora que, además, cogerán todas las prendas sucias que vayas acumulando allí.

Aparte de estas cuestiones relacionadas con la salud y la higiene, también ten en cuenta que la ropa que tenga manchas, cuanto más tiempo estén sin quitarse, más se van a asentar en los tejidos, por lo que será más complicado quitarlas. Y, en cuanto a los daños que puede sufrir tu electrodoméstico, tienen relación con que la acumulación esa ropa sucia dentro de él puede llegar incluso a provocar moho, el cual irá deteriorando el tambor, lo que hará que su vida útil sea menor y, además, que el mal olor vaya a más con el tiempo.

Así que, por higiene y por salud, especialmente, no debes adoptar esta costumbre, como tampoco dejar la ropa ya lavada dentro en el aparato durante mucho tiempo antes de tenderla, precisamente por lo que comentábamos al principio, para evitar que la humedad haga de las suyas, tanto en la ropa como en el aparato.