El 'Financial Times' alerta del gran cambio invisible de la crisis del aceite de oliva en España
Los consumidores buscan alternativas por culpa de los altos precios del "oro líquido".
Los altos precios que tiene el aceite de oliva en España, pese a la supresión temporal del IVA, no solo se ha traducido en un desplome más que significativo respecto al consumo. Según The Financial Times, muchos consumidores han empezado también a reconsiderar el uso de uno de los ingredientes más preciados de la dieta mediterránea.
"Desde hace seis u ocho meses empezamos a notar que cuando el precio supera los 8 euros por litro, la gente consume menos o, en su lugar, recurre a aceites de semillas", dice Ignacio Silva, el director ejecutivo de Deoleo, el mayor vendedor de 'oro líquido', respecto al descenso de las ventas y sobre el cambio de hábitos que están adoptando los consumidores para mitigar el impacto que está teniendo la sequía en sus cosechas.
Las sequías y olas de calor, cada vez más pronunciadas por culpa del cambio climático, han afectado a la producción de aceite de oliva en España, el mayor productor mundial, y también en los olivares de otras potencias como son Italia o Grecia. En las últimas dos campañas, de acuerdo con el consultor Juan Vilar, la producción mundial de aceite de oliva apenas alcanzó los 2,4 millones de toneladas, una cifra que no llega para cubrir la demanda anual de aceite de oliva, aproximadamente 3,2 millones de toneladas.
Para más inri, la situación del sector se ha agravado como consecuencia de que algunos países productores, como Turquía, Siria y Marruecos, han impuesto restricciones a las exportaciones de aceite de oliva, lo que ha contribuido a reducir aún más la oferta y, por tanto, elevando los precios hasta niveles desconocidos. En la Unión Europea, el precio del 'oro líquido' se ha disparado más del 60% este último año, como puede ser en Portugal, Grecia y España. En Italia, en cambio, la subida ha sido de un 45%.
Cambio en los hábitos del consumo
En España, respecto al primer cuatrimestre de 2023, los consumidores han reducido la compra de aceite de oliva en un 22%. Una cifra que se eleva hasta el 30% si nos vamos un año más atrás, en 2022, cuando empezaron a subir los precios del 'oro líquido'. Y este descenso tiene sus consecuencias en la forma en la que lo consumimos: "Cuando el aceite de oliva está caro, la gente es más cuidadosa cuando lo usa. Así que una botella que antes duraba una semana, ahora dura dos”, señala el CEO de Deoleo, Ignacio Silva.
Mientras, los agricultores españoles esperan que, tanto la lluvia que ha caído en primavera como las temperaturas más moderadas que se están registrando este verano en España, les permita obtener mejores resultados en la cosecha que se recoge de octubre a enero, especialmente en el sur del país, donde el peso que el sector del aceite y la aceituna de mesa tiene dentro de la economía es crucial.
Mientras llega la nueva cosecha de aceite de oliva y una posible bajada del precio en los supermercados, el mayor vendedor del mundo de este producto ha estado importando aceite de oliva de Argentina y Chile para cubrir la falta de stock, aunque no ha podido evitar el aumento de los precios. A pesar de ello, Deoleo ha mantenido sus márgenes de beneficio, trasladando el 90% del aumento de costos a los consumidores, hasta anotarse un beneficio neto de 30 millones de euros en 2023.