El dato clave para no arruinar los beneficios del aceite de oliva
A pesar de su alta subida de precios, sigue siendo un ingrediente esencial en la cocina española.
El aceite de oliva es un producto en boca de todos desde hace tiempo por su rápida subida de precios. A pesar de esto, cabe recordar que este ingrediente esencial en la dieta mediterránea es aclamado por sus beneficios para la salud.
A diferencia de otros aceites, que suelen tener mala reputación por su alto contenido calórico y la presencia de grasas trans, el de oliva destaca por su alto contenido en grasas insaturadas, especialmente ácido oleico, que ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, según ha explicado el medio La Nación.
Los expertos en nutrición coinciden en que el aceite de oliva puede ser un aliado importante para la salud cardiovascular. Es rico en antioxidantes, por lo que combate el daño celular. Además, su capacidad para mejorar la absorción de vitaminas liposolubles como la D, A, E y K, lo convierte en una opción valiosa en la cocina.
Sin embargo, aunque los beneficios del aceite de oliva son indudables, su consumo debe ser moderado. Como cualquier grasa, es una fuente densa de calorías, lo que puede llevar a un aumento de peso si no se controla la porción. Así, los expertos recomiendan consumir entre una y dos cucharadas al día. Esta cantidad ha demostrado tener efectos positivos sin exceder las necesidades calóricas diarias.
"La variedad es la sal de la vida", afirmó la dietista Abbey Sharp a USA Today para apuntar que esta no debe ser la única fuente de grasas en la dieta. El aceite de aguacate, las semillas de lino y las nueces, son otras fuentes de grasas saludables que conviene alternar en la dieta para que el cuerpo reciba todos los ácidos grasos esenciales.
Antes de hacer cualquier cambio en la diete conviene consultar antes con un médico. La clave, de todas formas, está en la moderación y la diversidad para aprovechar al máximos las propiedades sin caer en excesos.