El alimento desterrado de las dietas que ayuda a mejorar el apetito sexual
Retrasa, además, el envejecimiento y ayuda a prevenir algunas enfermedades
Lo llaman el diamante de la cocina. Pero no por lo que os estáis imaginando al leer el título, aunque puede que también se lo merezca por esa razón. Es un diamante para el paladar y su precio no es precisamente barato. Porque se trata de la trufa negra. Este alimento no sólo es delicioso, aunque con un sabor potente, sino que, ya en la antigüedad, egipcios, romanos o griegos ya las apreciaban por su alto valor afrodisíaco, que relacionaban también con sus propiedades medicinales.
Lo cierto es que diversos estudios han demostrado que las trufas negras pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico y fortalecer la respuesta del organismo frente a infecciones y enfermedades. De forma que los nutricionistas lo consideran un superalimento por todas las bondades que puede aportar a la salud, física y mental, obviamente.
Estas trufas mejoran el funcionamiento de los tejidos musculares y nerviosos, favorecen la circulación, lo que quizás tenga que ver con ese poder afrodisíaco que se les atribuye, y, además ayudan a combatir la anemia. Tienen proteínas, fibra, vitaminas del grupo B y C, hierro y potasio, con lo que su aporte nutricional es muy completo. Además, cuentan con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Y seguramente lo hayáis escuchado como un ingrediente de alguna crema de alta gama para la piel. La razón es que fomenta la producción de colágeno y puede contribuir a proteger las células y contribuir a la prevención de enfermedades. Hablando de estética, para colmo la trufa negra apenas contiene grasa, por lo que se recomienda para mejorar el aspecto del cabello, la piel o las uñas, así como en las dietas, especialmente las bajas en colesterol.
Las trufas negras, al igual que ocurre con otros hongos, viven en simbiosis con las raíces de árboles como robles, encinas, castaños y nogales. Se dan en los climas mediterráneo, y el hecho de que tengan un sabor fuerte hace se usen sobre todo como condimento para aderezar muchas ricas recetas, especialmente en muchos países del mediterráneo.