El efecto desconocido de dejar los garbanzos a remojo
Dejar en agua las legumbres antes de cocinarlas es habitual.
Poner a remojo legumbres como lentejas, habichuelas y, por supuesto, garbanzos antes de cocinarlas es habitual y tiene más beneficios de los que se suelen conocer.
Esta práctica se suele recomendar, en el caso de los garbanzos, para su hidratación y para acelerar la gelatinización del almidón durante la cocción y que, de esta forma, la digestión sea mejor y más rápida.
Sin embargo, tal y como recoge la web Vitonica, poner a remojo los garbanzos también es importante para eliminar sus antinutrientes. "Es una sustancia presente en un alimento que actúa de manera antagónica hacia uno o múltiples nutrientes, reduciendo su biodisponibilidad. Se puede decir que el antinutriente hace que no se absorba el nutriente", explican desde la web.
Vitonica señala que los garbanzos contienen fitatos y ácito fítico, unos antinutrientes que complican la absorción de minerales. En el artículo también revelan que durante la cocción se eliminan algunos de estos antinutrientes, por lo que no hay que preocuparse demasiado.
Desde Vitonica recomiendan poner a remojo los garbanzos a la hora de la cena y dejarlos toda la noche. Eso sí, recuerdan que es importante desechar el agua y no utilizarla para cocerlos.
No perder los nutrientes de los garbanzos es muy importante ya que esta legumbre contiene una cantidad importante de fósforo y calcio, además de ser una fuente interesante de proteína vegetal.