Calderas: qué son, cómo se instalan y alternativas reales

Todos pensamos en algún momento del día en llegar a casa para meternos en la ducha, abrir el grifo y relajarnos mientras el agua caliente cae por nuestro cuerpo y nos evadimos de los problemas del mundo. A veces incluso aprovechamos un poco más tiempo del necesario para disfrutar de este momento del día. En verano, cambiaremos el agua caliente por la fría o tibia y nos refrescaremos del calor y los sofocos, además de limpiarnos del sudor. De un modo u otro, el placer de la ducha está garantizado.

La costumbre de abrir el grifo y que salga el agua a una temperatura u otra según giremos a la izquierda o a la derecha, esto hace que casi nunca nos planteemos todo el entramado que existe detrás para que podamos disfrutar del agua con tanta facilidad. Por supuesto, todos somos conscientes de la existencia de nuestra caldera o termo (como queramos llamarlo), pero casi con toda seguridad pocas personas se hayan planteado qué es la caldera, cómo funciona o cómo se instala.

Para los más curiosos, en este artículo haremos un resumen informativo de todo aquello que incumbe a este dispositivo y hablaremos de algunos aspectos que quizá nos sorprendan.

¿Qué es una caldera?

En términos específicos, una caldera es un aparato dotado de una fuente de calor donde se calienta o se hace hervir el agua y cuyo uso permite diferentes aplicaciones. Hasta aquí todo parece de lo más sencillo. Sin embargo, la complejidad viene cuando se completa esta información con los tipos de calderas que existen y las funciones que pueden realizar, además de la aparente.

En efecto, el objetivo principal de una caldera es calentar agua, tanto si con ello se llega hasta la ebullición como si no. Ahora bien, el calentamiento podrá ser requerido para uso sanitario, esterilizar, cocer o lavar. Esto como uso cotidiano doméstico. Sin embargo, también existen las calderas de aplicación industrial, cuya función en la mayoría de ocasiones es vaporizar el agua. Uno de los usos industriales más conocidos de la caldera es vaporizar el agua a alta presión para activar sistemas de generación de energía.

En cuanto a los tipos, la mayoría hablaría de las calderas de gas o las eléctricas, pero lo cierto es que existe una gama mucho más amplia en la que aparecen conceptos técnicos como calderas estanca, mixtas, con microacumulación o de condensación, entre otras. Cada una de ellas, por supuesto, trabaja de una forma distinta y se destina a usos específicos.

En cualquier caso, ya hemos comprobado que una caldera es mucho más que el dispositivo que nos permite tener agua caliente en casa.

¿Cómo se instala una caldera?

Antes que nada, es importante aclarar que este trabajo debemos dejarlo en manos de profesionales cualificados, ya que ellos sabrán cómo instalar este dispositivo en función de su finalidad, tipología y modelo. Aun así, no está de más como curiosidad aprender algunos de los pasos generales en la instalación de una caldera.

El montaje del dispositivo en sí no es excesivamente complejo, ya que el aparato viene ya preparado para que funcione toda vez completada la instalación. Pero antes de esto, es necesario realizar algunos pasos fundamentales. Todo comenzará por revisar el mapa de tuberías del inmueble para elegir en qué zona será más eficiente. Si hicieran falta algunas más para radiadores fijos, entonces será necesario dibujar un mapa de estas nuevas tuberías e instalarlas, usando como material principal el cobre. Por supuesto, añadiremos también los grifos de salida del agua. Después, tendremos que cortar tanto el suministro de agua como el de gas para instalar el dispositivo central, que tendremos que dejar a un profesional. Finalmente, se reestablece el suministro y se comprueba que todo funciona como debe.

Aparentemente parece un procedimiento sencillo, pero implica una serie de complejidades que no están a la alcance de cualquier usuarios sin conocimientos específicos.

La alternativa de la aerotermia

Aunque las calderas son la opción más conocida para la climatización del agua sanitaria y el ambiente de una casa, la aerotermia se postula como una solución alternativa actual muy interesante. Pero, ¿qué es y en qué consiste?

Esta es un sistema de calefacción y aire acondicionado que se sirve de la energía térmica del exterior para climatizar un inmueble. Su ventaja principal es que ofrece calefacción, refrigeración y calentamiento de agua a la vez, todo ello tomando una fuente de energía limpia que supone el 75 % y sólo un 25 % de electricidad, por lo que también supone una opción económica. Mediante unas bombas de calor incorporadas, la aerotermia calienta el agua gracias al intercambio con el exterior, generando así los tres procesos a la vez.

Actualmente podemos encontrar dos tipos, monobloque y bibloque. La primera se sirve de una sola cámara que se calienta durante un tiempo y que luego se enfría de manera natural. La segunda sí requiere de dos cámaras, una específica para calentar y otra para enfriar.

Actualmente, la aerotermia supone una de las alternativas más ecológicas y económicas para la sustitución de las calderas.