Conservamos mal el pan y un panadero se pone serio: "Así, el moho tiene rienda suelta"

Conservamos mal el pan y un panadero se pone serio: "Así, el moho tiene rienda suelta"

Hay que guardarlo en una bolsa de otro material al que acostumbramos.

Una imagen de archivo de alguien cortando panGetty Images

Para comer, cenar e, incluso, para desayunar. El pan está más que integrado como un imprescindible a la hora de almorzar como acompañamiento al menú principal. Pero, de una barra entera, es posible que sobre más de la mitad, en función de la cantidad de personas que se hayan sentado a la mesa. 

Ese pan, por supuesto, no hay por qué tirarlo. Si sigue estando rico y en condiciones de volver a ser puesto en la mesa, se puede guardar y sacar el restante para cenar o, incluso, hay quien logra mantenerlo en condiciones para el día siguiente. Ahora bien, no todos los métodos para guardar el pan sirven. 

Así lo han explicado desde el portal web brasileño especializado en recetas TudoGostoso. Estos han recogido las declaraciones del panadero holandés Joost Arijs, quien confía en que llevar a cabo este proceso guardando el pan en una bolsa de plástico no es la mejor idea. De hecho, recomienda no hacerlo "nunca" de esta forma. 

Tal y como explican en TudoGostoso, las bolsas de plástico sellan bien y, precisamente por eso, motivan que el intercambio de aire y humedad entre el interior de esta y el exterior no se pueda ejecutar. Por lo tanto, ello hace que el pan se humedezca y, por tanto, quede blando y su corteza deje de estar crujiente

Además, según la ya citada web, el pan se enmohece con bastante facilidad. Y, si este alimento se encuentra en un ambiente húmedo en el interior de la bolsa, es más probable que los hongos cobren fuerza. De hecho, así lo sintetiza Arijs: "Nunca en una bolsa de plástico, ya que así el moho tiene vía libre".

Titania
Titania
Santander

En su lugar, recomiendan hacer uso de una bolsa de papel, en vez de una de plástico. Es más, así es cómo muchas panaderías entregan a su clientela el producto final. Es así cómo se mantiene fresco, a la par que mantiene su textura habitual, además de mantener los hongos a raya.