Cómo acabar con el síndrome del impostor con la Sasha Fierce de Beyoncé
La cantante tuvo que utilizar un alter ego en el escenario durante años.
Ni famosos, ni personas corrientes, nadie escapa al síndrome del impostor, que numerosos rostros conocidos como Michelle Obama, Jaime Lorente o Natalie Portman han confesado padecer.
Se trata de un problema relacionado con la baja autoestima, que se presenta cuando una persona cree que no merece los logros que consigue o que no es suficiente para desempeñar una labor. “Es una situación en la que la persona siente que los logros que obtiene no son merecidos, como si no fueran realmente suyos o no los hubiera logrado por él mismo. En otras palabras, es como si esos logros solo fueran un fraude”, señala la psicóloga Diana Ohana en un artículo de Quora publicado en El HuffPost.
Tal y como cuentan en El Prado Psicólogos, “también llamado síndrome del fraude, fue acuñado por primera vez en el año 1978 por Pauline Clance y Suzanne Imes a raíz de un estudio que realizaron a una gran muestra de mujeres que habían alcanzado grandes logros”.
Beyoncé, una de las grandes divas de la música, también ha lidiado con algo similar al síndrome del impostor relacionado con su timidez, por lo que durante un tiempo tuvo que echar mano de un alter ego para darlo todo en los escenarios.
Hace unos años, la cantante explicó que utiliza a Sasha Fierce para sentirse más protegida a la hora de enfrentarse a un concierto y más empoderada. "Sasha Fierce es la diversión, el lado más sensual, más agresivo, más abierto y el lado más encantador que sale cuando trabajo y cuando estoy sobre los escenarios", ha revelado alguna vez.
Precisamente sobre este alter ego construyó su tercer disco, I am... Sasha Fierce, en el que la mitad de las canciones eran melódicas o baladas, más en consonancia con la personalidad de Beyoncé, mientras que la otra mitad eran rompedoras y más agresivas, como su alter ego.
"Ya no necesito a Sasha Fierce porque he crecido y ahora soy capaz de mezclar a las dos", reveló Beyoncé hace unos años sobre sus dos personalidades.